Liquidación de divisas al sector privado se redujo más de 70% en un año

Los números y la realidad difícilmente pueden mentir. Por eso el director de la firma Ecoanalítica, Asdrubal Oliveros, no duda en señalar que el Estado venezolano se transformó en el gran importador del país. Una transfiguración que además ha sido costosa para las finanzas de la nación y el devenir económico de Venezuela.

Al término del primer mes del 2017, la liquidación de dólares por parte del Estado al sector privado cayó más de 70% frente al mismo mes (enero) del 2016, cuando las liquidaciones llegaron a los 31,8 millones de dólares, lo que representa una caída de 72,3%.

“Según la data que tenemos disponible, la liquidación de dólares al sector privado estuvo en el orden de 9 millones de dólares diarios en enero, entre Dicom y Dipro, algo que es muy bajo. Si lo comparas con el mismo mes del año anterior es una caída de más de 70% en la liquidación. Hay una sequía muy marcada de divisas”, precisó Oliveros en el foro de la consultora que dirige y que denominaron Venezuela: aterrizando en 2017.

De acuerdo con cifras de Ecoanalítica, el Estado opera con un tipo de cambio ponderado de 64 bolívares por dólar para llevar a cabo las importaciones de alimentos, medicinas y otros componentes como las importaciones no petroleras.

“El Estado venezolano es el principal importador del país. Los números que nosotros estamos manejando respecto a 2016 nos dan que de cada 100 dólares que se importan en Venezuela, 65 los importa el Estado; es decir, controla 65% de las importaciones. Trabajado con un cambio ponderado de 64 bolívares por dólar, que si los comparas con el llamado innombrable es una diferencia bien pronunciada. Más de 50% de la imputaciones que realiza el Estado son para alimentos, después medicinas y en menor medida otros componentes, hablamos de las importaciones no petroleras”, explicó Oliveros.

Las importaciones del sector petrolero, según el economista, han representado en el inicio del 2017 un número importante, ya que por la crítica situación de la industria nacional se han elevado de manera significativa, según cifras comparativas entre 2015 y 2016.

“En la medida en que no se liquiden los dólares al sector privado se crean presiones en la inflación, por lo tanto es sumamente peligroso para el Ejecutivo seguir recortando importaciones, que en 2016 fueron menos de 18 mil millones de dólares”.

Sobrefacturaciones

El Ejecutivo ha reiterado la importancia de los CLAP dentro de la lógica política que le permita tener el control de la distribución y abastecimiento de alimentos. Sin embargo, hay una dimensión que destaca Ecoanalítica pese a la opacidad de la información oficial y es lo que se refiere a los costos por sobrefacturaciones, debido a la cantidad de importaciones que están a cargo del Estado.

“En las importaciones públicas hay un altísimo componente de sobrefacturación. Hay metodologías para poder hacer un cálculo de cuánto puede ser una estimación de las importaciones en ese sentido: viendo la balanza de pagos, la variación de los inventarios, la liquidación de los dólares en los mecanismos oficiales; de ahí determinamos que entre 2003 y 2013 la sobrefacturación en el caso del sector público es de alrededor de 40% y en el caso de  las privadas es la mitad”, añadió Oliveros.

Semejantes números de sobrefacturación, según el analista, dan cuenta de lo accesible que es para el Gobierno llevar a cabo una medida que implica un alto nivel de importaciones por parte del Estado, tal y como es el enfoque de los CLAP.

“Obviamente al Gobierno le sale muy barato si utiliza el tipo de cambio Dipro, el cambio de diez bolívares, el tema de las cajas CLAP. Después hay todo un tema de cómo se ajusten esos precio en cuanto a estructura de repartos de ganancias o en la medida de los intermediarios que entran ahí”.

Desequilibrios y descalabros económicos

El economista y también director de Ecoanalítica Pedro Palma adelantó que estiman una caída de la economía nacional este año de 3%.

“La caída del PIB el año pasado oscila entre 11% y 12%, y hay quienes la estiman en 18%”, señaló el economista.

La economía venezolana está signada, según la perspectiva de Palma, por la confluencia de seis desequilibrios que repercuten en una inflación sin paralelos en la región y en “franca aceleración”: el descalabro petrolero, el desequilibrio de las finanzas públicas; inestabilidad monetaria y financiera; desbalance del sector externo; del sector cambiario y de la oferta y la demanda real.

“Hay un déficit inmenso ya que el sector publico gasta más de lo que le ingresa. La deuda neta de Pdvsa con el BCV el año pasado se ubicó en 4,6 billones de bolívares”, precisó Palma y añadió que debido a la inmensa inflación del primer mes del 2017 hubo una contracción importante de la demanda.

Solo el sector de comunicaciones ha presentado un tímido crecimiento, menos de 5%, desde 2015, según cifras presentadas por Palma referidas a las contracciones del PIB sectorialmente.

“Nunca llegamos a prever que el nivel de contracción económica sería tan dramático como realmente lo fue”, dijo Palma y añadió que la inflación anualizada podría ser de 850%.

El economista estima que este año el precio del barril de crudo cierre en torno a 45 dólares.

Entorno cambiario (o cómo raspar la olla)

No hay espacios para buenos augurios en materia cambiaria pese a los reiterados anuncios por parte del Ejecutivo de llevar a cabo nuevas medidas.

Oliveros destacó que solo es posible comprender la inacción del Ejecutivo en los asuntos cambiarios desde la óptica política. Según su perspectiva, la unificación cambiaria, desde una visión lógica económica, es lo que debería ocurrir, pero no es posible ser optimista.

“Hay que entender el tema cambiario desde lo político, porque eso está diseñado para la estabilidad política, para mantener un frágil equilibrio entre los distintos grupos que existen el Ejecutivo. Modificar el esquema cambiario hacia un tipo de cambio que refleje las condiciones de mercado, que se acabe los diferenciales, y hacer arbitrajes entra en conflicto con mucho de esos grupos, que se están beneficiando. Están raspando la olla y mientras le quede algo el chavismo va a postergar los ajustes”.

En Ecoanalítica prevén una devaluación de la tasa Dipro que de 10 bolívares pasaría a un poco menos de 50 bolívares.

“los anuncios cambiarios que vendrán en os próximos días van a ser mas de los miso. Seguir depreciando la tasa Dicom, que de alguna manera siga ese proceso de depreciación que trae desde el año pasado, con asignaciones bastante discrecionales, pero sin modificaciones profundas en el esquema”, aseguró Oliveros.

Según cálculos de Ecoanalítica, las reservas operativas del Banco Central de Venezuela (BCV) rondan los 2.000 millones de dólares. “En una situación crítica el chavismo las va a usar”, agregó Oliveros.