“Las agencias de viaje no desaparecerán”
Las expectativas de viaje al exterior de los venezolanos se han reducido drásticamente en los últimos años. El control de cambio implantado, primero por Cadivi y ahora por el Cencoex, ha ido limitando las posibilidades de salir del país.
No solo se ha devaluado el bolívar, que pasó de 4,3 a 6,30 en febrero del 2013, a un valor que no se sabe en abril del 2015. También se han ido reduciendo los montos asignados de dólares, dependiendo del destino.
Los problemas no se terminan con los dólares. La frecuencia de vuelos desde y hacia Venezuela han disminuido considerablemente.
En este sentido opera una tenaza sobre la garganta de los venezolanos. Las aerolíneas se encargan de cobrar a los usuarios las millas más caras que existen en el mundo entero. Un pasaje de Caracas a Bogotá es más caro que uno de Bogotá a Madrid. Llegando a veces a ser el doble.
Para el gobierno, y también para aquellos que critican los viajes de venezolanos al exterior, el principal argumento es que son unos “raspacupos”.
Pudiendo ser verdad, hasta cierto punto, hay que tener presente la cantidad de venezolanos que en los últimos años se fueron a vivir al exterior. Son personas que tienen padres, abuelos, tíos, hermanos, que siguen viviendo en Venezuela y que al viajar podrían reencontrase.
Esto agrega otra dimensión a la realidad de los venezolanos. A los viajeros de negocios y turismo, se suma ahora los que salen del país por motivos familiares. Una categoría que no existía hace 16 años.
Para tratar desde uno de los vértices de esta realidad, conversamos con Sandra González, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Venezolana de Agencias de Viaje y Turismo (Avavit).
—¿Cómo va el negocio de las agencias de viaje?
— El venezolano se acostumbró a viajar al exterior. Antes era más elitesco, pero aplicar un dólar preferencial para los viajes, lo que hizo fue aumentar el flujo de pasajeros hacia el exterior. Por eso, es que en este momento, a los venezolanos les pega el hecho de que ahora ya no están subsidiando los viajes. Eso nos está pegando a los venezolanos.
—¿Subsidiado?
— Estaba subsidiado, tanto el boleto aéreo como los gastos afuera.
— Pero eso se acabó
— No, sigue estando subsidiado, pero como el monto es menor, la gente no lo ve rentable. Lo digo desde el punto vista del usuario.
—¿Y desde el punto de vista de las agencias de viaje?
— Es diferente. Para nosotros siempre ha habido mercado. Lo que pasa que estamos viviendo en una burbuja en la que habían muchas ventas, pero no necesariamente había mucho turismo. Son dos cosas diferentes.
En este momento las agencias de viaje se están encontrando con su verdadera esencia, que es el viaje y el turismo. Estamos ya rescatando nuestros clientes usuales, que eran los corporativos, la gente que viaja por negocios, los familiares, los verdaderamente de turismo. La gente se va a organizar de otra manera a partir de ahora.
—¿Regresaremos a los paquetes que incluían pasajes, alojamiento y tours?
— Eso sigue existiendo. Lo que pasa es que hubo proliferación de ciertos destinos donde la gente estaba haciendo otros tipos de viajes. Esos no eran de turismo, eran otros tipos de negocios.
—¿Los llamados por el Gobierno raspacupos?
— Así los han llamado, exactamente.
—¿Con la crisis han cerrado muchas agencias de viaje?
— Aquí en Avavit no tenemos registros de agencias cerradas. Oficialmente, mantenemos un número mayor de empresas. Incluso, hemos recibido nuevas solicitudes de afiliación.
Hemos retirado agencias de viaje de la asociación, pero no por cierre. Es porque ellas han manifestado que tienen problemas económicos y no pueden pagar las cuotas. Pero no hablan de que van a cerrar el negocio.
El año pasado solo un agencia nos notificó el cierre. No puedo hablar de la mayoría de las agencias de viajes, que se mantienen, y están al día con sus cuotas, no tenemos morosidad de pagos. De hecho, cuando vamos al interior del país (que en estos momentos estamos haciendo un recorrido) lo que nos comunican los afilados es que debemos incluir a las nuevas agencias de viaje que han surgido.
—¿Sigue habiendo la afiliación IATA (La Asociación de Transporte Aéreo Internacional)?
— Si, siguen habiendo las IATA y las no IATA. Las agencias IATA si se han mantenido en número. Son cerca de 650 agencias IATA en todo el país.
—¿y las otras agencias?
— Es un número que calculo de 1.200 a 1.500 agencias.
—¿Cómo está el turismo interno?
— El turismo receptivo consideramos que va a crecer en Venezuela, porque justamente el mercado está cambiando. A raíz de las modificaciones en el sistema de divisas, es mucho más económica Venezuela, que lo que era dos años atrás. Estamos viviendo ese fenómeno en este momento. Consideramos que es un gran momento para el turismo receptivo. Hoteles que costaban 300 dólares, ahora están en menos de la mitad.
—¿Cómo se benefician las agencias de estas tarifas de los hoteles nacionales?
— Si tienes como vender afuera, y haces conexión con operadores de afuera, tienes como presentar el producto. Eso es lo que queremos hacer desde Avavit. Nos estamos yendo hacia esa fórmula. Estamos presentando opciones a las agencias de viaje. De hecho, nosotros tendremos una exposición el 9 y 10 de junio en el Hotel Tamanaco Intercontinental. Allí vamos a presentar nuevas opciones en los mismos destinos que conocemos.
Margarita tiene unos puntos muy interesantes que ofrecer; y que de cara al turismo receptivo resultan también muy atractivos en lo que es el valor del paquete. Creo que este es un momento, que si sabemos aprovechar, de alguna manera podremos sustentar ese tipo de turismo en Venezuela.
—¿Han proliferado muchas posadas?
— Si, hay muchas posadas y de muy buena calidad. En Mérida hay unas bellísimas. Incluso en Trujillo, que nosotros los venezolanos no sabemos que las tenemos ahora. Eso es lo que nosotros en Avavit estamos tratando de desarrollar, el conocimiento de los destinos nacionales, y a que tipo de mercado va. Porque tenemos de todo. Eso lo tenemos que entender. Lo bueno que tiene el turismo es que hay diferentes precios con la misma calidad. Vas de un hotel 2 o 3 estrellas, o una posada con un nivel menor, que no quiere decir que sea mala, sino que no va tener lujos. Que es lo que te consigues en una posada.
—¿Cómo está el turismo hacia el exterior?
— Ha cambiado. Notamos que hay una baja en la demanda. Pero hay otro fenómeno. Las líneas aéreas redujeron las frecuencias a Venezuela. Seguimos teniendo una mayor demanda que oferta. Por eso se ven los vuelos tan abarrotados, que no hay cupo.
En cuanto al turismo interno, está creciendo. Hay mucha gente que se mueve por si misma. Es una ventaja que tiene Venezuela, que agarras tu carro y puedes viajar. Hay sitios que puedes llegar por tus propios medios. No necesitas lo que es el segmento de la parte aérea, pero tienes que llegar a algún lugar. Por eso, están proliferando las posadas, apartamentos vacacionales. Esa es una actividad que hay que regularla, para evitar incomodidades al usuario.
—¿No está regulada esa actividad?
— En el ámbito de la Cámara de multipropiedad en tiempo compartido, entra lo que son los apartahoteles y casas de alquiler. Por eso estamos tratando, junto con el Ministerio de Turismo, de hacer un buen trabajo para regular ese tipo de actividad. Va a ser beneficioso para el usuario, porque al momento de cualquier inconveniencia, le va a ayudar frente a una denuncia.
—¿ Como está el negocio con las líneas aéreas?
— Hay quejas, porque existe un demanda mayor que la oferta. En los inventarios que ven las agencias de viaje no se ve nada que ofrecer, porque las líneas aéreas tienen muy controlados sus inventarios. No siguen vendiendo en bolívares en Venezuela, para ellas es un negocio desventajoso.
Los inventarios de Venezuela, se venden fuera del país.
—¿Se venden en dólares?
— Si, de acuerdo a donde compres los boletos.
—¿Y las aerolíneas venezolanas que vuelan al exterior?
— Ellas si venden en bolívares porque es la moneda de curso legal. Claro, también tienen sus ventas en dólares fuera de Venezuela.
—¿Cuál es el futuro de la agencias de viaje?
—El negocio nos está cambiando. Es evidente que estábamos acostumbrados a un facilismo, por llamarlo de alguna manera. Había un negocio allí que era fácil de vender. Creo que las agencias de viaje no desaparecerán. Es un servicio que se da. A la gente le gusta que lo traten bien, que lo busquen, que le consigan, que le ofrezcan toda una gama, y después escoger. ¡Y que mejor que el experto asesor de viaje para ello!