La OPEP madura a los 45
La (%=Link(«http://www.opec.org/»,»Organización de Países Exportadores de Petróleo»)%) celebra su 45to. Aniversario en un momento en que no puede controlar el ascenso de los precios pese a haber incrementado la producción de petróleo crudo en cinco millones de barriles diarios (MMBD) en los últimos años. Cuando en 1974 los precios subieron de $2,80 a $10,40/B, Juan Pablo Pérez Alfonzo asombró al mundo diciendo que su criatura ya no era necesaria pues había cumplido su papel. Con la agudeza intelectual y el pragmatismo que lo caracterizaban, lo que el angustiado hombre de los Chorros quiso decir fue que una vez alcanzado un precio razonable, la OPEP no tenía por qué empujarlo más allá de su costo de oportunidad o de reemplazo.
La OPEP pagó caro el error de maximizar los precios a expensas del volumen, luego de la sustracción artificial del mercado de unos nueve millones de barriles diarios a raíz de la caída del Sha en diciembre de 1978 y el inicio de la guerra entre Irán e Irak en septiembre de 1980. Nada que ver con las tendencias estructurales de la oferta y la demanda. Eventos políticos determinaron una dramática caída de la producción en ambos países. Las cotizaciones en el mercado ocasional (“spot”) se dispararon y aunque pocos lo advirtieron, la OPEP actuó a contrapelo del mercado y se engolosinó con altos precios que poco más tarde casi cavaron su tumba. El crudo Brent alcanzó $36,80/B en 1980, que es equivalente a $74/B a valores de hoy.
El resto es historia conocida. Sobrevino la guerra de precios de 1986 y la producción de la OPEP se desplomó en pocos años, de 31,5 MMBD en 1979 a 16,9 MMBD en 1985, por el efecto combinado de una notable reducción del consumo, el estímulo a fuentes alternas de energía y el aumento de la producción de nuevos exportadores.
A $70-80/B, el precio parece estar llegando de nuevo a su costo de oportunidad. A este nivel el precio se sitúa a su valor adquisitivo real de hace 25 años. La OPEP poco tiene que ver con los aumentos de los últimos años, pues a diferencia de las alzas anteriores, la actual responde a fuerzas reales de la oferta y la demanda. Las decisiones de la organización sólo han podido contener más no detener la elevación continua de las cotizaciones. La organización sólo ha influido en que los precios no hayan excedido $100/B, y ello es positivo para los países consumidores y productores. Aún así, no es necesario llevarlos más allá y la OPEP debe continuar su rol de garantizar responsablemente su espacio en el mercado y el flujo del suministro.
La reciente decisión de la conferencia ministerial revela a una OPEP madura y consciente de su responsabilidad a tenor de las realidades del mercado. El mercado está plenamente abastecido con la producción actual de 30,2 millones de barriles diarios, pero se acerca la temporada estacional de alta demanda invernal. Sin alterar las cuotas (que por lo demás tienen poca significación dado el crecimiento del consumo y la estrechez de capacidad existente), la OPEP deja libre a sus miembros para suministrar al mercado todo el crudo que necesite. Evita así que los precios puedan derrumbarse cuando disminuya el consumo en el segundo trimestre del 2006 y da garantías al mercado de que habrá disponibilidades cuando los consumidores las requieran.
La poca capacidad excedente que tiene la OPEP, fundamentalmente en Arabia Saudita, que asciende a 1,5 MMBD, está representada por crudos ácidos y pesados que no pueden alimentar la también precaria capacidad de refinación marginal existente en el mundo. De manera que la organización está haciendo todo lo que puede hacer dentro de las actuales circunstancias, garantizando suficientes suministros de crudo, aunque sin poder influir en los precios por los severos cuellos de botella existentes en el sistema mundial de refinación.
Las empresas petroleras internacionales, que hasta hace pocos años actuaron con mucha cautela, vienen aumentando sus presupuestos de exploración y producción de petróleo. Su aporte técnico y su capacidad tecnológica y de recursos humanos serán clave para expandir la capacidad mundial de producción. Las compañías nacionales de petróleo, como ARAMCO de Arabia Saudita, NNOC de Nigeria, KPC de Kuwait, las empresas estatales de Libia e Irán y PDVSA de Venezuela, entre otras, hacen bien al anunciar planes de inversión que a la postre incrementarán la capacidad de producción a mediano plazo. El reto será ejecutarlos.