La nacionalización de la banca

José Guerra14 noviembre, 2007

Con una mezcla de ingenuidad y de buena fe, en Venezuela hay gente
que todavía no valora hasta donde es capaz de llegar Hugo Chávez con
su proyecto político. Después de haber estatizado la CANTV, la
Electricidad de Caracas y las empresas de la apertura petrolera, el
mensaje es muy claro: ningún sector económico está a salvo bajo el
criterio estatista que el presidente suscribe. En declaraciones al
diario Panorama, el 10 de septiembre de 2006, Hugo Chávez argumentó
que el sistema financiero venezolano estaba ganado mucho dinero y que
el gobierno iba a tomar medidas para apretarle las tuercas al sector
bancario. Lo que no mencionó el presidente es que buena parte de esas
ganancias se han originado en un proceso injustificable de
endeudamiento público que adelantó su gobierno hasta 2006 y que con
prácticas corruptas orquestadas desde el Ministerio de Finanzas,
mediante la asignación de deuda pública a dedo y la negociación de
bonos argentinos, le permitió a la banca ciertamente el logro de
beneficios considerables. Lo he argumentado de manera sistemática: la
concepción de socialismo, al estilo cubano, que sostiene Hugo Chávez
es incompatible con el negocio bancario como hoy lo conocemos, al
privilegiarse la banca estatal en lugar de la banca privada.

Como parte del cerco que se está estrechando sobre el sistema
financiero se inscribe la aplicación del impuesto a las transacciones
financieras (ITF), con una tasa muy alta de 1,5%, en una especie de
impuesto en cascada que encarece la actividad crediticia e inhibe la
intermediación financiera, todo lo cual tiene su efecto sobre la
inflación. Se trata de un impuesto que está paralizando la actividad
financiera en Venezuela, hecho éste que llevó al capitán Vielma Mora a
declarar que «El 1,5% es grave, le trae problemas a la banca por
algunas transacciones entonces estamos evaluando que en vez de gravar
1,5% a algunas operaciones, lo hagamos con 0,2% o 0,1%, la idea es que
la banca gane y nosotros podamos recaudar sin crear una crisis
económica o financiera». Bienvenida la rectificación de Vielma Mora
porque anteriormente se había mostrado inflexible en la aplicación del
ITF aunque se le advirtió sobre sus efectos negativos.

Tarde o temprano el gobierno de Hugo Chávez va tomar el control sobre
el sistema financiero porque una banca en manos del Estado asegura
que los recursos financieros de los depositantes, administrados por
los bancos son un componente esencial para continuar apoyando a un
sector estatal de la economía que cada vez demanda mayores ingresos
para su funcionamiento. Sin esa fuente de financiamiento el modelo
socialista basado en la presencia del Estado en la economía, no tiene
posibilidades de sobrevivir debido a que su ineficiencia y pérdidas
económicas que cada vez acumula hace insuficiente el ingreso fiscal,
tanto petrolero como no petrolero. Aquí reside la razón de ser de la
nacionalización de la banca. Hacia allá vamos, tarde o temprano. No
obstante estas consideraciones, Hugo Chávez ha demostrado flexibilidad
de corto plazo para asegurar su objetivo de largo plazo y por ahora la
política consiste en aumentar las regulaciones y controles a la banca,
como las que se muestran en el cuadro anexo, de forma tal que los
banqueros se conviertan es especie de administradores de fondos bajo
las directrices del Estado. Es decir, los banqueros gestionaran las
directrices del gobierno acerca de cómo manejar los recursos en tanto
que el gobierno tendrá la última palabra sobre la política crediticia
que se aplicaría. De acuerdo con las cifras del cuadro, más de un
tercio (33,5%) de los créditos que concede la banca se dirigen a
sectores que el gobierno indica sin considerar que en el fondo esos
recursos son de los depositantes y que las pérdidas que esas
actividades ocasionan recae sobre quienes mantienen su dinero en la
banca. Quien no o quiera ver que no lo vea pero el destino de la banca
en Venezuela es la estatización y por eso razón muchas entidades
financieras se están replegando hacia el exterior donde las
condiciones son más favorables. Están avisados, no se dejen
sorprender por el gobierno porque con ello estarán en peligro los
depósitos del público.