La ir(responsabilidad) de Parra, León y Cabezas
En este artículo se ponen las cosas en su sitio. Venezuela debe conocer que el llamado Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) se ha convertido en un foco de corrupción, en instrumento para la creación de un presupuesto paralelo y para distraer fondos que han debido ir a las gobernaciones y alcaldías de Venezuela para fortalecer el desarrollo regional. Los responsables de esta criatura deforme y corrompida, llamada Fonden son el presidente del BCV, Gastón Parra, el director del BCV, Armando León y el parlamentario y ex ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas. Sus nombres ya están escritos con tinta indeleble en la historia de los disparates financieros de Venezuela. De Gastón Parra puede afirmarse que es un hombre administrativamente recto pero alineado a los dictados de Miraflores. Nadie le cuestiona sus preferencias políticas, pero si el hecho que no haya defendido la autonomía del BCV que él como constituyente contribuyó a establecer en la Carta Magna. Parra optó por poner al BCV al servicio de un gobierno de turno y desdibujar totalmente las funciones y misiones de un instituto emisor como no la había hecho ninguno de quienes presidieron el BCV. Por ejemplo, Benito Raúl Losada era adeco y Leopoldo Díaz Bruzual, copeyano, pero jamás se hubiesen prestado para el desaguisado de entregar las reservas internacionales al gobierno sin contrapartida en bolívares para que el gobierno volviera a vender dichas reservas al BCV para generar bolívares dos veces por el mismo dólar. Como presidente del banco central ha debido oponerse al hecho de que las reservas del BCV se utilicen para constituir una entidad como Fonden cuya lógica de funcionamiento contraviene las funciones monetarias del BCV. Mientras el BCV ha entregado sus reservas al Fonden ha permitido el aumento de la inflación y a la desvalorización del bolívar. Eso es lo que se le censura a Parra, no sus motivaciones ideológicas. Por su parte, León ha fungido como vocero oficioso de este gobierno para los asuntos financieros y aunque no es un sujeto de academia ni de letras, ha procurado defender lo que hace el gobierno. Fue viceministro de Cordiplan con Caldera y representante de asa administración en el BCV desde 1996 y ahora lo es del gobierno de Chávez. La función de Cabezas era muy simple: ejecutar la voluntad del presidente Chávez, más nada.
Con la reforma de la Ley del BCV de julio de 2005 se abrió paso a la creación del Fonden el 30 de agosto de 2005, presentado por Parra, León y Cabezas como una innovación financiera, digna de ser estudiada universalmente, cuando en realidad se trata de un adefesio. De la contabilidad de Fonden nada se sabe y todo se oculta. Sus estados financieros son un misterio, nadie sabe la composición detallada de sus activos ni lo que ha ejecutado, mucho menos cuánto gasta en dólares o en bolívares. Se supo que entró en el negocio de las notas estructuradas, con títulos de Ecuador y de Argentina cuyo valor hoy es casi cero. También invirtió en Lehman Brothers y perdió varios millones de dólares. Eso es Fonden, un desaguadero y centro de guisos financieros. Mas recientemente Fonden está vendiendo divisas en el mercado paralelo, aprovechando el diferencial cambiario. Eso es absolutamente ilegal, que un ente del gobierno utilice un par de casas de bolsa para realizar operaciones fraudulentas, violando un control de cambio que ellos mismos crearon. Sería bueno que Parra y León como funcionarios del BCV exigieran que el Ministerio de Finanzas presente las cuentas del Fonden.
Con los aportes del BCV y PDVSA a Fonden por más de US$ 35.000 millones desde septiembre de 2005, se institucionalizó un mecanismo que ha permitido el manejo discrecional y sin ningún tipo de control administrativo, de montos importante de divisas, cuyo gasto se ejecuta sin respetar lo establecido en las Leyes de Presupuesto. Fonden es una especie de caja chica manejada por el presidente Hugo Chávez. El 15 de abril de 2008, el gobierno dio un paso adelante en la conformación de un presupuesto paralelo al aprobar la Asamblea Nacional la Ley de Contribución Especial sobre Precios Extraordinarios del Mercado Internacional de Hidrocarburos. Mediante esta ley se intenta legalizar los aportes de PDVSA a Fonden a través de una normativa que contempla una «contribución» especial (no un impuesto) pagadera por quienes exporten o transporten al exterior hidrocarburos líquidos, tanto naturales como mejorados, y productos derivados, la cual aplicará cuando, con relación a cualquier mes, el precio promedio del crudo Brent exceda setenta dólares de los Estados Unidos de América por barril. Esos recursos derivados de tal contribución se fueron depositando en Fonden a partir de mayo de 2008.
La referida ley definió los aportes como una contribución con un solo objetivo: no enterar al Fisco Nacional los recursos que por exportaciones petroleras, los cuales deben generar el situado constitucional y que por mandato constitucional le corresponde a los estados de Venezuela. Estas argucias legales violan flagrantemente lo normado en la Constitución Nacional en el sentido del artículo 4, el cual establece que «La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado…». Por tanto, ha ocurrido un desvío de fondos que debían haberse dirigido a apuntalar al desarrollo de las entidades regionales y que han servido para conformar un presupuesto paralelo, manejado y gestionado directamente por el Presidente de la República, sin que la partida de gastos esté sujeto al control y supervisón de los órganos competentes.
