La inflación y la baja cantidad de billetes producen secuela trágica del efectivo
La crisis económica en Venezuela ha transformado el consumo de los ciudadanos y eso incluye, también, los mecanismos y medios mediante los cuales los venezolanos pueden satisfacer sus necesidades de compra, venta, adquisición o intercambio de bienes determinados.
La confluencia de una inflación de tres dígitos que, según cálculos de firmas consultoras supera 700% en lo que va de año, y la poca cantidad de billetes cuyo valor sencillamente está rezagado ante la acelerada variación de precios, hace que conseguir efectivo en bancos y cajeros automáticos sea un hecho cada vez más inusual.
Verónica Sequera trabaja en un centro de atención al cliente en el este de Caracas, muy cerca de dos sedes del banco del que es cliente. La crisis del efectivo ha hecho que se turne con sus compañeros de oficina para poder ir hasta el cajero más cercano, hacer una cola que puede tardar hasta 45 o 60 minutos y retirar, con suerte, una cantidad de dinero que poco le alcanzará (10 mil bolívares), pues lo gastará en su totalidad ese mismo día. “Es un tragedia conseguir efectivo en este país”, dice con un tono de indignación.
En un recorrido hecho por Analítica.com se pudo constatar que la situación del efectivo ha obligado a bancos privados a establecer límites de retiro de efectivo cada vez más bajos, incluso por taquilla, de hasta 20 mil bolívares; una cifra que se eleva un poco más en el caso de bancos públicos que permiten retirar hasta 50 mil bolívares.
El precio de un cartón de huevos actualmente sobrepasa los 20 mil bolívares, por lo cual el dinero en efectivo que se puede obtener diariamente de las entidades bancarias no alcanza para una compra de varios productos.
Los cajeros, constantemente con colas de personas para retirar efectivo, son abastecidos con billetes dos veces al día y éstos se quedan sin las piezas monetarias en aproximadamente dos horas y media.
Los venezolanos se han acostumbrado poco a poco a que los fines de semana sencillamente los cajeros automáticos no existen, pues durante esos días es prácticamente imposible conseguir uno del que se pueda retirar efectivo.
“Sencillamente si no retiras el dinero del cajero el viernes, debes estar consciente de que el fin de semana tendrás que usar tus tarjetas o tendrás que hacer avances de efectivo que son costosos, porque las comisiones son una locura”, dice Carlos Zerpa, un administrador caraqueño, mientras espera en una cola del cajero de su banco.
En medio de eta situación, que es una secuela de lo vivido por los venezolanos a finales de 2016, cuando el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la salida de circulación del billete de más alta denominación para ese momento, el de cien bolívares, y la posterior implementación de un nuevo cono monetario, el Gobierno insiste en que se trata de uno de los elementos de la denominada guerra económica.
Sin embrago, los datos disponibles del Banco Central de Venezuela (BCV) respecto a la cantidad de piezas de billetes en circulación, al cierre del mes de julio, reflejan un desbalance y un déficit de piezas monetarias, que incluye, por supuesto, a los nuevos billetes.
Según cifras del BCV, las piezas de billetes nuevos en circulación solo representan 3,7% del total de billetes que circulan en la economía, cuyo valor facial es de 2.425.811.237,2 bolívares.
El ente emisor ha puesto en circulación 203,2 millones de pieza de la denominación de 1.000 bolívares; 267,9 millones de billetes de 500 bolívares; 261,7 millones de billetes de 2.000 bolívares; 215,5 millones de piezas de la denominación de 5 mil bolívares; 434,2 millones de billetes de 10 mil bolívares y 672,4 millones de piezas monetarias de la denominación de 20 mil bolívares.
El billete de la denominación de 100 bolívares, cuya vigencia ha sido extendida en ocho ocasiones desde que Maduro anunciara su desmonetización, no se queda atrás. En julio el ente emisor puso en circulación 639,8 millones de piezas de esa denominación.
“En siete meses la cantidad de billetes en la economía subió apenas 6%. En ese mismo periodo en Ecoanalítica la inflación nos da 280%, ese es el desfase en el incremento de los precios y los nuevos billetes. Estamos hablando de 21% de inflación mensual y no tienes billetes que soporten ese incremento de precios”, explicó el economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
El último cargamento de billetes del nuevo cono monetario arribó al país el pasado 12 de julio. En ese momento llegó un cargamento con 30 millones de billetes de billetes de 1.000 bolívares. El director del BCV, José Khan, informó que hasta la fecha habían ingresado al país 19 cargamentos de billetes, un total de 621,41 millones de piezas por un valor facial de 2.103 millones de bolívares.
«Hay una normalidad, los bancos están distribuyendo los billetes en todas sus sucursales, me refiero al banco público y privado, y bueno, ya se ha venido de alguna manera resolviendo esta situación», aseguró Kahn, reseñado por la agencia estatal AVN.
Más de un mes y medio después de las declaraciones de Kahn, la preocupación en instituciones bancarias -públicas y privadas-, en organismos como la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) y en la población en general aumenta ante la inminencia de un empeoramiento de la crisis del efectivo.
“El sistema de controles socialista ha creado un gran caos; si a esto le añadimos el incremento de la inflación los últimos meses encontramos un importante desbalance entre la demanda de circulante y el incremento del mismo. Para solucionar este grave problema se requiere restituir el sistema de precios, levantar los controles de precios y abatir la inflación con un programa de estabilización de reforma integral de la economía que empiece por restituir los equilibrios fiscales”, explicó el economista y diputado por el bloque de oposición Ángel Alvarado.