La ilusión del Niño Jesús se desvanece ante la crisis venezolana
El deterioro económico y social juega en contra de las tradiciones navideñas. La hiperinflación, aunado al desabastecimiento de alimentos y medicamentos golpean la calidad de vida de los venezolanos y pone a las familias en una carrera contra el tiempo.
Recientemente la presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), María Carolina Uzcátegui, resaltó que las fiestas navideñas de 2018 serán atípicas. ¿La razón? Debido al fenómeno de la alta inflación que pulverizó el salario y por consecuencia los aguinaldos de todos los trabajadores del país.
En efecto, recordó que años atrás los venezolanos utilizaban las prestaciones para dar la cuota inicial de un carro o apartamento actualmente “no alcanza ni para un kilo de mortadela. No vamos a contar con un diciembre abastecido y esa es la navidad que nos espera”.
A su juicio, el comerciante venezolano “está haciendo un gran esfuerzo por reinventarse a pesar de las dificultades”. Sin embargo, acotó que muchos locales en los centros comerciales han cerrado sus puertas “solo en Sabana Grande han cerrado unos 400 comercios”.
“El abastecimiento de productos navideños, ropa y juguetes para este año se halla seriamente afectado. No contamos con los pedimos para ofrecer a los usuarios los productos, la gran tragedia es la escasa capacidad de compra de los venezolanos”, sentenció.
Lo cierto es que en varios centros comerciales de la ciudad se pueden observar anaqueles vacíos o con poca variedad, no solo por los altos costos de reposición, sino además porque el venezolano se ha enfocado en adquirir productos alimenticios.
Analistas señalan que en el interior del país el contexto económico y social es peor, pues muchos comerciantes admiten estar quebrados por el fracaso de las políticas instrumentadas desde el Gobierno Nacional.
