La Ignorancia es Atrevida ante la Inamovilidad Laboral
El vice-ministro del trabajo ha comentado que la inamovilidad laboral no puede estar afectando al aparato productivo nacional y a su sano desempeño debido a que se esta atravesando un periodo de crecimiento económico y de salud macroeconómica. Aún cuando esta sentencia demuestra una tremenda escasez de falta de incultura resulta sano hacer un llamado a la discusión pública al respecto.
Si efectivamente la situación económica y productiva del país se encuentra en franca recuperación: ¿por qué continuar con una política de inamovilidad laboral?. Entiéndase que no es que estemos en contra de los trabajadores, de hecho resulta todo lo contrario. Es así como la aseveración del elocuente vice-ministro parece contradictoria cuando nos asoma que estamos creciendo como ningún otro país de Latinoamérica, pero de ninguna manera dejara de estar vigente la inamovilidad laboral.
Debemos recordar que generalmente las intervenciones gubernamentales representan y constituyen costos para la sociedad. Si es contradictoria o sin sentido la intervención gubernamental: ¿para que gastar pólvora en zamuro? Entiéndase, dinero y recursos aunado a los efectos adversos como inflexibilidad del mercado laboral y distorsiones en los mecanismos de asignación de los recursos productivos de una nación.
Entonces que está pasando: ¿Será que la base real y de mediano plazo de este crecimiento es poco creíble, incluso para el flamante vice-ministro?
Por otra parte mientras la administración pública utiliza repetidamente la figura de contratados en innumerables instituciones públicas, como el INCE por decir alguna, obliga a los empresarios a desprenderse de su legitima decisión de operar con un número de empleados eficiente o aún peor con un número de empleados que no lo lleven a la quiebra (aún siendo empleados intentemos entender cuan restrictiva y discriminatoria resulta la inamovilidad para los empresarios. Intentaremos explicarlo desde nuestra propia posición como empleados: imagínese el lector una situación en la cual consigue un trabajo mucho mejor, con un más alto grado de remuneración, con mejores perspectivas a futuro y que representen mayores retos como profesional para usted, pero que lamentablemente exista un hipotético decreto por parte del ejecutivo que le obligue a tener que quedarse en su actual empleo, ¿le resulta sensato?).
Adicionalmente este tipo de intransigencias gubernamentales se están convirtiendo en barreras de entrada a la actividad económica-productiva en Venezuela, que finalmente mermará la posibilidad de crecimiento que pueda ofrecer la recuperación económica mencionada.
A lo anterior se suma el hecho de que la inflexibilidad en la movilidad de recursos, entiéndase trabajadores y capital relacionado, imposibilita que los factores productivos de una nación sean utilizados eficientemente en los sectores productivos que proveen los bienes y servicios más valorados por la sociedad. Un ejemplo de cuan confuso tienen este punto la actual administración resulta la búsqueda de resultados, de una gestión que ha contado con precios históricos del petróleo, que ha hecho uso del Fondo de Estabilización Macroeconómica (el cual fue diseñado sólo para ser usado en episodios de bajos precios del petróleo), que ha generado de una hipertrofia de la deuda interna, que decretó un control de cambio que les garantiza la represión del ahorro de todos los venezolanos que finalmente comprarán títulos públicos, etc. Que calidad en el uso y manejo de los recursos!!!!!
Aunado a lo anterior los grupos sindicales oficialistas se han transformado en unos buscadores de renta ante el hecho de que pueden ser ellos los interlocutores ante el mayor y más poderoso de los patronos, el ejecutivo nacional.
Es así como le hemos dado paso a la más atrevida ignorancia que no conociendo el menor sentido común y que ante su institucional e irrefutable poderío juegan con la necesidad inmediata de una nación y con el eventual potencial de desarrollo que esta tenga.
(*) Economista