Economía

La economía tras las rejas

1. Allá viene el lobo, no, el lobo está acá y desde hace rato!!!

Llegó al socialismo;  aunque,  según el discurso político, llegaría de la mano del Presidente Chávez, quien en sus arengas dominicales conduce el “debate” sobre su forma de socialismo, la agenda avanza y en lo económico es donde mas rápido se ha avanzado hacia el socialismo; los requisitos se están llenando, el mas importante el debilitamiento de los derechos de propiedad que conlleva a la disminución en las dimensiones económicos del sector moderno –léase capitalista- de la economía nacional.

El segundo requisito, trae consigo la gradual eliminación del mercado, la inutilización del arbitro que permite transar los derechos de propiedad en cualquier economía de mercado y hace posible que loa mas productivos sean mejor remunerados, fenómeno que es consistente con la naturaleza humana. Las restricciones impuestas representadas en controles de precios, de cambio y de tasas de interés, transforman la manera como la gente hace economía, el Estado juez y parte decide la distribución entre beneficios, salarios y el costo del capital, el impacto neto en la gente va envuelto en la descapitalización del ahorro y la des-acumulación y contracción de la inversión, y creciente desempleo.

2. Macroeconomía y microeconomía del “socialismo”

En lo macroeconómico, el precio del petróleo, además que ha calmado la sed redistributiva del mercado político del “proceso” ,  ha permitido igualmente la creación de los fondos a través de los cuales el Estado financiaría el régimen de compartir beneficios o lo que es lo mismo, para financiar el desmantelamiento orgánico de la propiedad privada y sus derechos, por vía de la estatización  a secas –como ha ocurrido con empresas comerciales, industriales y agropecuarias, o  por intermedio de la propuesta de régimen de cogestión , el cual constituye la puerta de entrada del Estado como socio de empresas, por supuesto, no cualquier socio, un socio que administra justicia y escribe reglas.

Reuniones masivas con empresarios de la industria, el comercio y el agro se realizan en instalaciones militares para ser informados de los propósitos del Estado en esa materia. Aunque a la fecha la discusión transcurre sobre el carácter voluntario en torno a la implementación del régimen de cogestión, no se descarta que en una fase radical el Estado recurra a la materialización institucional de esos objetivos, proceso que no seria nada distinto de lo que ha venido ocurriendo en cuanto el sustento ideológico que subyace la totalidad de las leyes que en algun modo regulan la intervención del Estado en la economía, en otras palabras en el diseño estatista del llamado socialismo del siglo XXI.

3. Los códigos de la estatización de la economía

Una revisión cuidadosa del marco jurídico construido en lo económico y social desde la promulgación de la constitución a finales de 1999, devela el sesgo estatista de las leyes y decretos que rigen el funcionamiento de los diferentes mercados; a saber, las leyes que regulan y santifican la intervención y la presencia monopólica del Estado en la economía, el suelo, el subsuelo, bosques, aguas, espacio electromagnético, recursos naturales, petróleo, minería, medios de comunicación, finanzas privadas, y los decretos que regulan y restringen el proceso de formación de precios, el tipo de cambio, tasas de interés, así como los que en estos anos han servido para la descapitalización del sector inmobiliario y constructor de viviendas, cuya sinergia y red productiva fue desmantelada por los decretos y políticas públicas generadas por Fondur y Conavi, hecho que resulta de la paradoja de un Estado opulento en recursos financieros para producir viviendas, que promovió el desmantelamiento de la sinergia promotora y constructiva del sector privado, políticas culpables del precario numero  de viviendas construidas en estos anos de revolución.

Un proceso similar transcurre con el sector servicio e industrial que procesa insumos y distribuye productos de la dieta alimentaria del venezolano; el Estado ha desplazado la sinergia que constituían las cadenas alimentarías del sector privado en esa área convirtiéndose en importador por excelencia (para el 2004 se estimaban mas de 2000 millones de dólares en importaciones por parte del Estado, las proyecciones del 2005 son aun mayores), actividad importadora que ha contribuido considerablemente con el crecimiento del desempleo y la descapitalización en ese sector, por el cierre de empresas productoras, comerciales y por la desactivación de tierras y encogimiento de la frontera agrícola, causados por la expropiación de tierras, fenómeno que unido a la violencia politica de las invasiones ha reducido el volumen de producción agropecuaria en estos años.

 
4. De la mano de la cogestión al Estado

Lo importante a destacar de este fenómeno político es que la propuesta cogestión terminaría  en empresas mixtas donde el Estado se convierte en socio de empresarios lo cual marca un definido proceso de estatización institucionalizada.

En otras palabras el fisco apuntalado por el enorme ingreso fiscal y parafiscal de empresas del Estado, que ha expandido el gasto publico a limites de insostenibilidad conduce la descapitalización de la economía en ambos sentidos; a saber, en el mercado laboral, desempleo que es compensado por la expansión del gasto publico, pero con un componente nuevo en la estructura del mercado laboral en Venezuela en décadas, y que se caracteriza por un Estado que demanda y financia fuentes de empleo informal.

5. Reglas fiscales del juego: precios del petróleo e impuestos
El marco jurídico que se levanta y rige la actividad económica de la gente, de las empresas, del ahorro, de la inversión y del gasto; es decir, las reglas de juego conforman en entorno legal –marco jurídico- e informal del régimen económico ofrecido: el socialismo.

La evolución de ese socialismo, no es difícil  reconocerla; en la medida que el Estado agote la fuente externa de su ingreso fiscal y parafiscal, bien por caída de los precios del petróleo, o por contracción de la producción de petróleo – que lo obligue a negociar contratos con empresas petroleras distintos a como lo cobija la ley de hidrocarburos, que tendría que reformarse a tales fines-  el gobierno dispone para esas eventuales circunstancias de una eficiente red tributaria con nuevos y elevados impuestos –IVA, patrimonio, ISLR, etc.- y otros costos de transacción –contribuciones varias a instituciones del Estado- para las empresas, pero de beneficio financiero para el  Estado.

Ello permitiría compensar el ingreso fiscal potencialmente caído, por vía de los mecanismos tributarios, sin dejar de sumar, por supuesto, el impuesto inflacionario, la devaluación por las acostumbradas razones fiscales y el creciente endeudamiento nominal, cuidando, que los rendimientos de los títulos públicos emitidos en moneda nacional se encuentren por debajo de la inflación, con lo cual la transferencia de ahorro privado como ingreso fiscal empobrecería la redes económicas de los sectores medios.

La descapitalización del ahorro privado

Es necesario acotar que rendimientos negativos de los bonos públicos de deuda permiten al Estado endeudarse sin los límites macroeconómicos naturales que existen en los mercados de deuda pública cuando las tasas de interés mayores a la inflación permiten rendimientos positivos y una capitalización del ahorro privado. De hecho algo de ese fenómeno ocurre desde hace mas de dos anos, la deuda crece considerablemente sin que en su relación respecto del PIB podamos divisar limites ciertos.

6. La capacidad de empobrecer del socialismo

Lo que se ve a la vista, es apenas una muestra de lo que vendría: el socialismo, vale recordar que la evidencia empírica muestra unas verdades enormes, el socialismo es uno solo, puede ser ciertamente tropicalizado, pero su esencia núcleo marca el predominio de la propiedad estatal sobre medios de producción, de un estado totalitario en lo económico, y de libertades civiles debilitadas o deterioradas por la des-institucionalización de las libertades económicas representadas en la propiedad privada y el ejercicio pleno de los derechos de propiedad.

El socialismo como lo pregona la demagogia oficial, ha sido y es, inquisidor y punitivo de la actividad privada, restringe, limita y cercena los derechos económicos de la gente, de los individuos y sus empresas. Sus primeros resultados económicos y macroeconómicos están a la vista, veamos algunos de los indicadores.

Desempleo informal y descapitalización

La población económicamente activa actualmente se emplea mayoritariamente en los mercados informales (56%) consecuencia del proceso de depredación de derechos y libertades económicas que han afectado el sector moderno de la economía, sin dejar de considerar lógicamente los efectos destructivos de la crisis politica causada por el “proceso revolucionario”. Miles de empresas han cerrado, sus trabajadores, organizados industrialmente, inclusive en sindicatos, han tenido que incorporarse al mercado laboral informal, un 56% de la población activa labora en actividades informales.

En el sector informal, los salarios se forman por debajo de los salarios  promedio de la economía nacional, el cual se ha contraído –en términos reales- precisamente como consecuencia de la informalización y del cierre de empresas que pertenecían al capitalismo moderno, el sector moderno de la economía; es el caso de las empresas petroleras de servicio que se regaban aguas abajo en la estructura industrial y de servicios de la economía.

7. El Estado punitivo de la actividad privada

La actividad privada, es no solo restringida y limitada por la expansión del Estado, por el efecto desplazamiento producido cuando el Estado asume funciones económicas , producción y distribución, que deben ser realizadas por individuos, sino por la limitación sistemática, legal  e informal, que impide que la gente entre en el proceso económico como normalmente ocurre en el mundo a través de incentivos de tipo capitalista, que se sabe, se relacionan por el ejercicio pleno de los derechos de propiedad y por la vigencia del mecanismo de arbitraje: el mercado, que define el riesgo –económico- que los individuos contraen en su vida económica diaria.

El ordenamiento jurídico, construido a velocidad por la AN y por jurisprudencia del TSJ (ver sentencia créditos indexados) no corresponde al de la protección de los derechos de propiedad; por el contrario, leyes, políticas públicas han sido diseñados con sentido punitivo y restrictivo que afectan directamente el proceso de creación de riqueza de la gente.

Un vasto conjunto de leyes, regula y restringe los mercados de tierra, vivienda y propiedad inmobiliaria, servicios financieros -control de tasas y de cambio- controles de precios, con la amenaza de aplicarse universalmente a todas las actividades económicas, recursos naturales, aguas, bosques, subsuelo, petróleo y minas, la actividad de medios de comunicación, a los que se suman el impacto sobre a economía de la acción punitiva del SENIAT y regulación del mercado laboral y recientemente por la acción expresa punitiva del Código Penal.  Un entorno jurídico marcado por esas restricciones legales y de expeditos mecanismos punitivos incorpora demasiado riesgo y costos de transacción que hacen difícil el proceso de creación de riqueza.

El crecimiento de la pobreza de estos años esta íntimamente ligado al sino de la revolución y al socialismo que el gobierno diseña, donde invertir, ahorrar, mecanismos de enriquecimiento de  la gente en sociedades normales aparecen no solo perseguidos ideológicos sino actividades sujetas a un régimen punitivo que desalienta y desanima la actividad económica.

(*): PhD Economia (London)

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