La economía: ni submarino ni cohete
El “gran líder” se ha ubicado ahora como “comandante petrolero”, para destacar lo que , según él, es y será su exitosa gestión y la de los que lo acompañan, en la conducción de la industria petrolera paralizada. Como se ha señalado, este Presidente, llegó a serlo, sin haber ganado batallas, alcanzado grandes méritos en su desarrollo militar, personal o intelectual o,entre otras tantas cosas, curtido la vida en la política o las luchas sindicales.
Ha sido gusto del gobierno, referirse a la economía usando la analogía del submarino. Pasados cuatro años perdidos para la economía y parejo al silencio de algunos de los que criticaron o defendieron el uso de la misma, puede decirse que el submarino se hundió. Como sucedió con el trágico y lamentable suceso del submarino ruso, costará mucho sacar a flote la economía venezolana.
Al momento actual, el desempleo bordea el 20%, con un desarrollo de la economía informal o subterránea no conocido antes por la nación. Cualesquiera actividad de este matiz, que pueda ser desarrollada por los ciudadanos, no solo es considerada fácilmente como natural, sino que, ejecutarla, no está asociado a trabas excesivas desde el Estado. Es considerada necesaria, pudiendo incluso ser estimuladas por este último bajo eufemismos, mientras, en el plano real, están asociadas a la estricta sobrevivencia. La inflación, por su parte, y tratando de excluir los efectos de la situación a partir de diciembre, viene repuntando como resultado -entre otras tantos determinantes- de los manejos cambiarios, con la brutal devaluación desde febrero de 2002 (Para finales de 2002 terminó siendo Venezuela uno de los dos países con mayor inflación en América Latina). La situación fiscal nos presenta un Estado que ha venido endeudándose con la Banca y los ciudadanos a través de bonos que se le convertirán, independientemente de los deseos de los “revolucionarios”, en una especie de gargantilla de acero. El crecimiento, por su lado, se convirtió en una cifra negativa de 7%, siendo más dramático aun el registro de la evolución del producto per cápita para los últimos cuatro años (-7,7, 1,8, 1,0 y -8,7%, para 1999/2002. Puede verse (%=Link(«http://www.eclac.cl/deype/publicaciones/»,»CEPAL»)%) , Balance… 2002). El aumento de la pobreza y la miseria ha ido, por su parte, paralelo al deterioro de los servicios de salud y educación y crecientemente se ha incrementado el número de ciudadanos y familias pobres. Los llamados de nuestra parte proyectos grandilocuentes, o entendibles en base a lo que F. Coronil a ubicado como un Estado Mágico no se llevaron a efecto. La “revolución fracasó” y el submarino se hundió.
Peor aun, y en pleno desarrollo de la crisis en curso desde diciembre de 2002, el “gran líder” ha señalado que la industria petrolera y la economía en general, dadas la batallas que el ganará se perfilarán y moverán como un cohete. Menos realista no puede ser esta comparación.
El país ha entrado a 2003, con sensaciones y efectos de la real paralización de un porcentaje alto -y conocido- de la ciudadanía, la producción y el comercio. Apartando las numerosas justificaciones para que los ciudadanos, empresarios y comerciantes estén participando en las distintas expresiones del paro cívico, lo cierto es -también- que muchos empresarios quedarán fuertemente golpeados para continuar sus labores con comodidad. La inflación, por su parte, tendrá sus determinaciones indiscutibles por el lado inercial y de las expectativas, contrario a lo previsto en base al optimismo fanático de uno de los ministros de la economía. Las presiones sobre el tipo de cambio, igualmente, basadas -entre otros elementos- en expectativas poco halagüeñas, seguirán presentes; ya han dado sus muestras en los días iniciales de enero, superándose los 1.500 Bolívares por US $. El terreno cambiario seguirá plagado en una porción relevante de incertidumbre, con tendencia a la devaluación del bolívar. Un país paralizado, con alto desempleo, alta capacidad ociosa y afectación de los potenciales inversores nacionales no podrá recuperar fácilmente magnitudes aceptables de inversión (La formación bruta de capital fijo durante 2002 fue para Venezuela de -23%; una de las tres más baja de toda América Latina para tal año). El capital extranjero, aun con la amistad y buen trato que le ofrece el Presidente Chávez y sus ministros, no andan en el mundo para solucionarle problemas a los demás y aprovecha -como es natural a su desempeños en la economía y el mercado- cualesquiera posibilidades de participar en inversiones y recursos que sean de su provecho, y más aun si son a lo que en cristiano se llaman a precios de gallina flaca. Este será, nuevamente, uno de los falsos logros de la “revolucion”: extranjerizar la industria petrolera -con activos y técnicos- y la economía. Y esto, también, habrá que acomodarlo. Como si los resultados de esta especie de cohete malogrado y dañado, que se encontrarán los venezolanos después que finalice la crisis iniciada en diciembre y todavía en curso, no fuesen suficientes, el ejecutivo está acentuando el proceso de deterioro institucional en organismos como el BCV, Metro de Caracas y Ministerios diversos que, añadiéndose a su actitud en cuanto a (%=Link(«http://www.pdvsa.com»,»PDVSA»)%), dejará la nación en un panorama realmente alarmante.
Una sociedad más equilibrada e igualitaria y una economía diversificada, más eficaz y eficiente, requerirá mucho esfuerzo y entusiasmo.