La crisis venezolana llevó a la comercialización del efectivo y chatarra
El analista económico, Williams Caballero, aseguró que la actual situación económica del país llevó a la comercialización del dinero en efectivo y a la chatarra.
A su juicio, la escasez de efectivo y la parálisis de suministro de dinero por parte de la banca venezolana fabricaron las condiciones para la aparición del comercio de efectivo en el mercado venezolano.
«Si un ciudadano necesita dinero en efectivo tiene que acudir al mercado paralelo y comprarlo. Es decir, si requiere de 2 millones de bolívares debe pasar su tarjeta de débito por 5 millones para así obtenerlos, o entregar un billete de un dólar, que equivale a algo más a Bs. 1.800.000, y recibir a cambio unos 800.000 lo que sería un 45% de su valor real», señaló en un programa radial.
El economista subrayó que las políticas económicas venezolanas y las decisiones tomadas por el Gobierno construyeron un sistema que promueve la especulación y la incentiva como consecuencia natural de las restricciones impuesta por el Estado.
Asimismo, Caballero destacó que otra variante del negocio del efectivo es la compra y venta de sencillo en moneda extranjera, pues desde hace meses los billetes de baja denominación en dólares desaparecieron de la calle.
«Los comercios no tienen billetes de 1,5 y 10 dólares y muchos han tenido que optar por adquirirlo para evitar perder clientes y ventas por la imposibilidad de entregar vuelto. Esto es una descomposición total que pareciera no tener fin», apuntó.
Adicionalmente, denunció que más allá de la compra-venta de chatarra por parte de particulares, se evidencia la comercialización de equipos, tuberías y hierro en Petróleos de Venezuela para lo cual se está «desmantelando a la industria», dijo.
Continuará la hiperinflación
Asimismo, Caballero pronosticó un incremento de la hiperinflación «a niveles insospechados» a finales del primer trimestre del 2021 y acotó que los índices del costo de la vida en la nación se dispararon en los primeros días del año y se agudizaron antes del 10 de febrero, lo que es el preámbulo «de lo que viviremos al inicio de abril», culminó.
