La arrogancia contra los jubilados de Venalum
El poder cambia a la gente
¡Cuanta prepotencia e insensibilidad de los “revolucionarios” (¿?) contra los “viejitos” de Venalum!
El poder cambia a la gente. Al menos a algunos. La soberbia, la arrogancia, prepotencia y la falta de sensibilidad se han adueñado de unos cuantos de estos jerarcas dizque “revolucionarios” que en un tiempo hablaban de “justicia social”, eran dirigentes sindicales luchadores o por sus profesiones hicieron juramentos de humanidad.
A las puertas de las oficinas de quien se hace llamar “trabajador-presidente” de Venalum, cual si fuera un título de “nobleza revolucionaria”, están tendidos en colchonetas, desde hace una semana, dirigentes de los jubilados de Venalum en huelga de hambre. Cansados de no ser atendidos, de las burlas, de las violaciones a sus derechos. Cansados de ver como los jerarcas que estaban allí y los “nuevos” ignoran hasta sentencias del TSJ que les dan la razón. Hastiados que nadie les responda “¿Dónde está el fondo de jubilaciones al cual cotizamos durante 25 o 30 años?”
Quizás no todos sus reclamos pueden ser satisfechos de inmediato, pero al menos cabría esperar algo de humanidad, de sensibilidad social. Lo menos que se podría esperar de quienes se llenan la boca hablando de “socialismo y revolución” y hacen discurso fariseos contra “la explotación”, es que dialogarán con esos trabajadores ya retirados, casi todos de la tercera edad y buscaran alguna solución razonable.
¿Qué no tienen todos los recursos?. ¿Por qué no hablan con Miraflores o los ministros y les piden alguna solución?. ¿Le tienen tanto temor a los poderosos de Miraflores?. ¿A ellos mismos los humillan tanto que ya ni plantear reclamos pueden?.
Dos días atrás un diputado que integra una comisión “social” (¿?) de esa AN monocolor fue a esa oficina. Cuenta el presidente de la asociación de jubilados, quien ya tiene mas de 200 horas en huelga de hambre, que se esperanzó al verlo. El golpe fue mas duro porque “el doctor ni siquiera nos miró, ni una palabra… pasó de largo como si no existiéramos”. Su voz entrecortada, la garganta anudada se sintió durante un minuto, que en la radio nos pareció un siglo, y sus lágrimas las sentimos aún sin verlas por la distancia.
¿Qué les cuesta un gesto de humanidad aunque políticamente les moleste esa protesta?. La soberbia no fue solo en pasar de largo sin intentar un diálogo, fue también en aprobar a escondidas y en privado la solución de uno de los reclamos, otorgar la pensión a sobrevivientes de algunos jubilados fallecidos, pero ignorando a los reclamantes. Algo así como “ustedes no existen… solo existen los que me aplauden y me adulan. Yo soluciono sólo lo que me da la gana. El que proteste es una no-persona”. ¡Que vaina!. El poder corrompe. La soberbia y la arrogancia invaden a los que se creen dueños del destino y de la historia. No aprenden. El poder no es eterno como ellos creen hoy en su soberbia. ¿Dónde te metes luego?. ¿Cómo le das la cara a tus hijos, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo a quienes humillaste creyendo tener a “Dios agarrado por la barba”?.
Rubén cumple hoy un año preso
No hay otro caso así en toda la historia laboral de Guayana. Nunca, ni el peor gobierno, había encarcelado a un dirigente sindical por acompañar una protesta laboral por violación del contrato colectivo. Ese crimen los cometió este “gobierno obrerista y socialista”. Nunca jamás vimos por éstas tierras un juicio que además se alarga interminablemente. Rubén González, legítimo secretario general del sindicato de Ferrominera, cuyo cargo ha sido usurpado aprovechando su prisión (¿fue para eso que lo encarcelaron?) cumple un año detenido.
Dos dirigentes sindicales oficialistas, que aspiran a cargos legislativos, asumieron y justificaron esa prisión bajo el argumento que “al compañero se le advirtió que no siguiera con esa protesta, que era un error, pero no quiso escuchar”. Supongamos que hubiese sido una protesta injusta -que no lo era- o que se trata de una errónea decisión desde el punto de vista político-sindical. ¿Eso explica o justifica encarcelar a alguien?.
Tras 14 días de negar, por todos los medios, que el paro existiera, el presidente de la empresa, presionado “desde arriba”, fue al portón de Ciudad Piar y ante varios cientos de trabajadores reunidos en asamblea (los mimos trabajadores que estaban en paro) y teniendo al lado al propio Rubén González, firmó un documento de compromiso de buscar soluciones a los reclamos y juró que “no habrá represalias”. Los trabajadores levantaron la protesta.
Un mes mas tarde, Rubén González fue detenido. El resto de trabajadores fue amenazado con represalias o despidos. Aun hay en la Inspectoría del Trabajo varias calificaciones de despido, congeladas como amenaza. ¿Tratan de doblegar y convertir en sumiso y arrodillado a todo el movimiento sindical de Guayana? ¿Ese es el futuro “democrático” que nos aguarda al radicalizar la revolución?. ¿Ese es el “control obrero” o el “poder popular”?. Desde aquí reafirmamos que no desmayaremos en reclamar la libertad de Rubén González y en el cese de su injusta e inaceptable prisión. Igual que con Carlos Chancellor y William Saud.
El voto es secreto, un deber y un derecho
Ya no se pueden hacer referencias a campaña electoral ni a promover candidaturas. Eso hay que respetarlo y yo lo hago. Lo que si se puede y debe es alentar a todos los ciudadanos a acudir a votar, hacerlo en sana paz, con alegría y sin miedo. Vote por quien usted desee según su conciencia, pero vote. El domingo 26 debe ser una fecha de sana y pacífica fiesta y alegría, de participación ciudadana con respeto y democracia. Un aspecto importante es recordar que el voto es secreto. Que aunque hagan listas, nadie puede entrar al secreto de conciencia de cada persona. Si alguien indignamente presiona o amenaza, la mejor respuesta es votar con libertad y conciencia. Con la seguridad que nadie tiene forma de violar ese secreto. Nada es peor que vivir con miedo para siempre.
NOTA FINAL: ¿Habrá “minuto de silencio” por el Mono Jojoy y sus miles de crímenes?. ¿Vale mas el “acaramelamiento” con Santos?