La angustia crece entre los productores ganaderos tras saqueos y robo de reses
La angustia dentro del mermado gremio de productores agropecuarios nacionales, específicamente el sector ganadero, crece con el paso de los días y del agravamiento de la profunda crisis económica por la que transita el país.
Este jueves un grupo de personas atacó las haciendas Miraflores y Cantarrana, ubicadas en el municipio Tulio Febres Cordero, en el estado Mérida, y robaron reses que descuartizaron en plena vía pública, según se pudo ver en un video difundido en redes sociales y de acuerdo con la denuncia del presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), Carlos Albornoz.
Luego del ataque a las dos unidades de producción que están bajo la administración de Pdvsa, el representante de Fedenaga alertó que dos nuevos ataques se registraron en la madrugada de este viernes una vez más en Mérida, en esta ocasión en las instalaciones de un matadero industrial, Filaca, en Mucujepe.
“Llamamos a la ponderación de la población. Destruir lo que queda produciendo les condena. Debemos expresar como sociedad nuestro profundo rechazo a las acciones vandálicas en Venezuela. Llamamos a la cohesión gremial en defensa de la unidad de las unidades de producción, dentro de la norma y la justicia”, escribió en su cuenta de la red social Twitter el presidente de Fedenaga.
Llamamos a la ponderación d la población ! Destruir lo q queda produciendo les condena! Debemos como sociedad expresar ntro profundo rechazo a las acciones vandálicas en Vzla. Llamamos a la COHESIÓN GREMIAL en defensa d las unidades de producción. Dentro de la norma y la justicia
— CarlosAlbornoz (@CarlosOAlbornoz) January 12, 2018
Un mal augurio
El diputado a la Asamblea Nacional por el bloque de oposición y miembro de la comisión del Parlamento que ha hecho seguimiento a la crisis de producción de alimentos en Venezuela, Carlos Paparoni, alertó que estos actos destruirán con mayor rapidez la poca producción nacional que queda.
“Esta no es la manera. Estos actos destruirán con mayor rapidez nuestra producción nacional, traerán más hambre y escasez”, escribió en su cuenta de la red social Twitter en donde difundió el video en el que personas atacan una vaca con piedras y palos.
Publicamos el video como manera de denuncia: rechazamos estos actos que ocurren hoy en la Hacienda Miraflores en Palmarito, estado Mérida. Esta no es la manera. Estos actos destruirán con mayor rapidez nuestra producción nacional, traerá más hambre y escasez pic.twitter.com/Nq0oEmIvxV
— Carlos Paparoni (@CarlosPaparoni) January 11, 2018
De acuerdo con el parlamentario, hasta la fecha, y solo en enero, se han registrado 220 protestas de las cuales 31% ha terminado en saqueos y 20% de las manifestaciones ha estado relacionadas con el descontento por la escasez de comida, los retrasos en la distribución de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y el hambre en general.
Ante esta situación, Albornoz informó que en varias zonas en las que hay unidades de producción en Mérida han reforzado la seguridad, la vigilancia y la custodia. “Existe un toque de queda”.
Cuatro personas fallecieron por disparos de bala entre el miércoles y el jueves en esa entidad tras las protestas que, en algunos casos, han devenido en saqueos, según informó el gobernador Ramón Guevara.
Sin embargo, el representante de Fedenaga precisó que ni los heridos ni los fallecidos están relacionados con los ataques a las unidades de producción ganadera.
“El sector productor hoy como ningún otro es la principal esperanza para superar este gravísimo escollo que vive Venezuela”, expresó Albornoz.
Los últimos días de 2017 estuvieron signados por la convulsión social por protestas en zonas populares de diversas entidades del país, incluida la ciudad capital, debido a la falta de alimentos, en medio de un ciclo hiperinflacionario que pulverizó el salario de los venezolanos.
Con ese precedente, Venezuela entró en un nuevo año, el quinto consecutivo de recesión económica.
Según Albornoz, el resguardo y protección de las unidades de producción ganadera, dentro del marco legal, “hoy tiene un significado sin precedente ante la grave crisis alimentaria” de Venezuela.