José Guerra: En Venezuela no hay diésel porque el chavismo acabó con las refinerías
El economista indica que se debe permitir el intercambio de crudo por diésel en mejores condiciones para Venezuela y que no se transfiera a Cuba
Venezuela tiene una capacidad para procesar 1.300.000 barriles diarios de petróleo para generar gasolina, diésel, grasas, lubricantes y otros productos en sus cuatro grandes refinerías, actualmente atraviesa por su peor momento de producción, lo que deriva en una escasez aguda de combustible.
«En Venezuela no hay diésel porque el chavismo acabó con las refinerías», asegura el economista José Guerra. «Así de simple. Hoy apenas se producen unos 70.000 barriles diarios, totalmente insuficientes para cubrir la demanda».
La estatal Petróleos de Venezuela, produce unos 35.000 barriles de diésel que, frente a un consumo interno mermado por la paralización de la economía estimado en febrero en 50.000 barriles, implica que hay que importar unos 15.000 barriles por día para cubrir la demanda.
«Esas importaciones se estuvieron haciendo mediante un intercambio leonino para los intereses de Venezuela con Repsol, ENI y Reliance a razón de un barril de diésel por tres barriles de petróleo crudo», indica Guerra.
La Administración de Donald Trump impidió ese intercambio en noviembre mediante sanciones, argumentado que parte de ese diésel, terminaba en manos del gobierno cubano.
Producto de impedir ese intercambio, los inventarios de diésel comenzaron a disminuir y se empezó a observar racionamiento de ese combustible, lo que ha afectado al transporte y al sector eléctrico.
La situación es realmente crítica
José Guerra sobre la crisis de combustible en Venezuela
«Los gremios del transporte han realizado protestas exigiendo diésel para poder trabajar y los productores agrícolas y pecuarios han alertado acerca de la pérdida de las cosechas y los rebaños», indica el economista.
Soluciones para la crisis
El sector privado manifestó la semana pasada su intención de importar el combustible desde Colombia, de otra manera se verían precisados a detener la producción de alientos, ante la dificultad de poder distribuirlos.
«Hay situaciones en las cuales el cálculo político de corto plazo es mal consejero y por esa razón hay que buscar una solución a este gravísimo problema», indica José Guerra.
«La solución de fondo consiste en poner a funcionar adecuadamente el parque refinador de Venezuela, pero ello no es posible a corto plazo y en consecuencia lo procedente es hacer algo similar a los que se acaba de ejecutar con el acuerdo para financiar la adquisición de vacunas contra el Covid-19. Eso es lo responsable«.
Sostiene Guerra que se debe permitir el intercambio de crudo por diésel en mejores condiciones para Venezuela y que no se transfiera a Cuba barriles de ese combustible. Además que sea un organismo internacional con credibilidad quien supervise la distribución del producto para evitar desvíos y el mercado negro.