Han Asustado al Capital
El Gobierno de Hugo Chávez Frías y sus allegados del MVR, MAS y PPT, le han pegado un enorme susto al capital; y muy difícilmente –si no existe una profunda rectificicación en lo que están haciendo- retornará a Venezuela.
Antes de intentar vislumbrar lo que este estado de cosas significa para nuestro país y para los 24 millones de venezolanos, es necesario un introducción que comenzaré con una cita del prefacio de la primera edición alemana de la principal obra de Carlos Marx [El Capital, 1867], transcrita en Inglés para la Internet por [email protected], y publicada por la BitBlioteca de Venezuela Analítica:
En el dominio de la Economía Política, la investigación científica libre se enfrenta no solamente a los mismos enemigos hallados en todos los otros dominios. La peculiar naturaleza de las materias que trata, sumarizan como enemigo en el campo de batalla a las más violentas, malvadas y malignas pasiones que alberga en su seno el humano: las Furias de los intereses privados. La Establecida Iglesia Inglesa, por ejemplo, perdonaría más rápidamente un ataque a 38 de sus 39 artículos que a 1 / 39 de sus rentas…
A toda opinión basada en la crítica científica le doy la bienvenida. En cuanto a los prejuicios de la llamada “opinión pública”, a la cual nunca he hecho concesiones, ahora como en el pasado, la máxima del gran florentino es mía: Segui il tuo corso, e lascia dir le genti…
Cómo puede verse claramente en la cita de arriba, Carlos Marx se creía la última Cocacola del desierto. Sin ningún rubor, en la introducción a su máxima obra, muestra un total desprecio por la opinión pública diciéndole algo así cómo… sigue tu curso, yo no le paro a lo que dice la gente. De igual forma, no deja ninguna duda de lo que piensa sobre los intereses privados, al llamarlos violentos, malvados y malignos. Similares sentimientos albergó sobre los individuos, como se deriva del siguiente párrafo extraído de la misma fuente:
Para evitar cualquier posible malentendido, una palabra. Yo pinto al capitalista y al patrono en ningún sentido couleur de rose. Aquí se trata a los individuos sólo en el sentido de que ellos son las personificaciones de las categorías económicas, incorporaciones de relaciones de clase e intereses de clase particulares. Mi punto de vista, desde donde la evolución de la formación económica de la sociedad es vista como un proceso de historia natural, puede mucho menos que cualquier otro, señalar al individuo como responsable de relaciones en las cuales él permanece como una criatura social; a pesar de lo mucho que él subjetivamente pueda elevarse a sí mismo sobre ellas.
Carlos Marx, como vemos, veía al individuo como incapaz de influir en la sociedad para producir algún cambio en ella; todo, según su punto de vista era definido por las clases sociales en un proceso que denominó historia natural. Esta visión marxista de la sociedad, no debe ser tomada a la ligera, como lo demuestra el “Compromiso” contenido en la Declaración de París, del XXI Congreso de la Internacional Socialista ( 8 al 10 de noviembre de 1999; a 132 años de los escritos de Marx citados arriba): Un párrafo de dicha declaración dice:
Nuestra propuesta incorpora la redistribución de la capacidad emprendedora, el fomento de la creatividad personal, de la iniciativa con riesgo, por el valor que añade socialmente, mediante la creación de riqueza y oportunidades para otros. El impulso del espíritu emprendedor en materia económica, social y cultural, es una nueva dimensión de la solidaridad que debe cambiar las actitudes sociales ante la gente emprendedora, modificar los sistemas educativos y la formación, generando una nueva cultura capaz de premiar la iniciativa y la creatividad de los individuos. La redistribución de la capacidad emprendedora, vista en este sentido cooperativo, es una forma de expresar la solidaridad, que contrasta con el fomento del individualismo mercenario, descomprometido con la sociedad.
Démonos cuenta, que los socialistas miembros de la Internacional, tratan de adaptarse a los “nuevos tiempos” [yo diría que a la realidad], reconociendo el valor social del individuo y de sus acciones; pero lo hacen de mala gana, resentidos, como sin ninguna duda refleja la última frase del párrafo citado que habla de un “individualismo mercenario”. Pero lo hacen sin abandonar su principal dogma de un estado director de la sociedad, al llamar a su propuesta “la redistribución de la capacidad emprendedora”; como si el estado la tuviese almacenada en algún lugar para distribuirla entre sus súdbitos.
Esta nueva visión, aún desfasada de la realidad, donde el estado predomina sobre la sociedad y los individuos, que no está sólo desfasada porque fue desarrollada por Carlos Marx hace 133 años, sino porque contradice los hechos económicos mundiales; y más perniciosamente porque se erige como un obstáculo al desarrollo [en todos los campos] de la humanidad, siempre ha tenido su contraste; como lo define sucintamente un artículo de la Encyclopaedia Britannica sobre la historia del liberalismo:
El liberalismo es la culminación de un desarrollo que se remonta hasta los profetas hebreos, a las enseñanzas de los filósofos pre-socráticos, y al Sermón de la Montaña, de todos los cuales emergió un sentido de la importancia de la individualidad humana, una liberación del individuo de la completa servidumbre hacia el grupo, y una flexibilización del apretado puño de la costumbre, la ley y la autoridad. A través de mucho de su historia, el hombre estuvo sumergido dentro de su grupo. Su emancipación como individuo puede ser entendido como un logro único de la cultura occidental, de la que quizás sea su verdadera y más importante identidad.
Cómo vemos, Venezuela no se encuentra sumergida en un mero cambio político que superficialmente aparenta ser una decidida campaña para erradicar lo que los polopatriotas llaman el “puntofijismo”; o un proceso de “revolución pacífica” que pretende erradicar la corrupción que “dilapidó los dineros del pueblo” produciendo como resultado la pobreza existente en el país. Venezuela se enfrenta a un cambio de filosofía político-económica: El “socialismo” desea barrer con el “liberalismo”. Es decir, cual ave fénix, la guerra fría ha resucitado en Venezuela.
Las señales son muy claras, como el insistente intento en dividir a los venezolanos en clases sociales, para que el “soberano” tome conciencia de clase y se enfrente a las otras “clases que lo oprimen”. Una de las últimas muestras fue la incitación a una lucha entre las “ollas mondongueras” y las “Renaware”; que no ha sido disminuída por la reciente decisión de las autoridades del Fondo Unico Social de abrir un programa de asistencia a la clase media afectada por la tragedia del estado Vargas; sino por el contrario, reafirmada a volver a insistir en la separación de clases: Un programa atiende a la clase media y otro distinto a las clases populares. Esta filosofía político-económica tiene su máxima expresión en el articulado de la constitución de 1999; que acorrala a la iniciativa privada y crea un estado mucho más interventor que el configurado por la constitución de 1961 y dedicado a proteger a las clases sociales menos favorecidas… sólo a ellas.
El nuevo estado venezolano ha cavado una trinchera, y ha enviado a la trinchera opuesta –contra su voluntad- al capital; el que según la filosofía político-económica de los nuevos gobernantes, no tiene cabida en nuestro país, por ser la esencia misma de todos los males sociales. Si los miembros de la Internacional Socialista, una institución a la que no pertenecen ni el MVR, ni el MAS ni el PPT, tiene que “tragar grueso” para aceptar la realidad reinante en el mundo; no cuesta mucho imaginarse lo que sucede en las mentes de los polopatriotas ubicados todos a la izquierda de la Internacional Socialista.
Para los polopatriotas es “inconcebible” la solidaridad social del capital o del individuo; aún después de la gigantesca muestra de ella manifestada en las más diversas formas de ayuda llegadas a nuestra nación a raíz de la tragedia causada por las lluvias en numerosos estados. Mantienen su recelo y su antagonismo dogmático, como lo prueba el rechazo del gobierno de Chávez a la presencia de tropas estadounidenses en Venezuela aún cuando sólo sea para contribuír en la reconstrucción del estado Vargas. Mucho menos han intentado enterarse o contabilizar la miríada de instituciones benéficas y canalizadoras de la solidaridad social de iniciativa privada que existen abundantemente en todos los paises donde predomina el liberalismo, el mercado y el capital.
El daño que se cierne sobre nuestra nación, está en la imposibilidad principista de los polopatriotas de separar lo político de lo económico. El futuro verá intento tras intento de establecer que en toda manifestación económica sea preponderante la “solidaridad social”, el “cooperativismo” y la asusencia de las “furias de los intereses privados” de los que hablaba Carlos Marx.
Cómo sabemos todos los que no somos polopatriotas, esto es un impedimento a la participación del capital en nuestro país; el que no tendrá ninguna dificultad para elegir entre las dos alternativas que se le presentan: Por una parte un mundo globalizado que cada día más establece normas estándar para el comercio y las finanzas; y por la otra países como Venezuela, que desean que sólo lleguen a sus economías, los capitales que estén dispuestos a compartir más que generosamente sus ganancias con el “pueblo” para que éste sea feliz. En consecuencia, la iniciativa privada tenderá a desaparecer y el empresariado será paulatinamente reemplazado por los mercantilistas. Y si esto no es corregido, no hay ninguna duda que llegaremos más pronto que tarde, al mismo mar de la felicidad del que “disfrutan” en la actualidad los cubanos fidelistas.