Guri cumple 20 años
Ayer 8 de noviembre se cumplieron 20 años de la culminación de la Central Hidroeléctrica Raúl Leoni de Guri, que fue inaugurada o, mejor dicho, entregada al país completamente terminada, en la misma fecha de 1986. En aquella Venezuela que demandaba 40 TWh de generación eléctrica Guri representó un aporte adicional de la misma cantidad. Eran días en que sobraba la electricidad y se trazaban grandes planes para atraer inversión extranjera y convertir a Guayana en un emporio industrial, aguas arriba y aguas abajo.
Guri es quizás el proyecto más emblemático de la democracia. Se decidió emprenderlo al comienzo de la misma y se creó Edelca en 1963, por requerimiento del Banco Mundial que financiaba el proyecto. En el verano de 1964 se desvió el río para iniciar la construcción de la primera etapa, cuyas primeras tres unidades entraron en servicio en 1968. Las siguientes siete unidades que completaron la 1ª etapa fueron entrando en servicio a partir de 1973, a medida que la demanda las requería.
En 1978 se decidió iniciar la construcción de la segunda etapa, en medio del furor industrial generado por el capitalismo de Estado de la “Gran Venezuela”, que disparó el crecimiento de la demanda en la segunda mitad de la década. Después de sortear muchas dificultades se logró encaminar el proyecto, elevar la cota del embalse y comenzar a instalar las nuevas 10 unidades a partir de 1983, hasta llegar a la fecha señalada al comienzo en que se entregó la obra totalmente culminada.
Con su capacidad cercana a los 10.000 MW Guri fue en su momento el proyecto hidroeléctrico más grande del mundo, hasta ser superado por Itaipú en Brasil y ahora por Tres Gargantas en China. Cinco presidentes desfilaron por Miraflores durante su construcción y todos apoyaron al proyecto. Si es válido afirmar que los vientos de la IV República provocaron las tempestades de la V, nunca será por Guri, la cual tiene que ser anotada dentro de los activos de nuestra democracia.
Desde entonces mucha agua ha corrido, tanto por sus turbinas como por sus aliviaderos. Edelca siguió haciendo la tarea con la construcción de Macagua II y Caruachi, mientras el país crecía eléctricamente. Este año la demanda superará los 111 TWh, casi el triple de la de 1986. En el ínterin el sector eléctrico ha transitado una lenta decadencia al no lograrse constituir instituciones fuertes que lo rijan y lo orienten. Tardó mucho en aprobarse una Ley del sector y cuando se logró no se cumplió; nunca se pudo crear un organismo independiente, que dirigiera al sector con criterios técnicos, velando por los intereses del consumidor y propiciando a la par empresas sólidas. La fijación de tarifas siempre ha respondido a intereses políticos coyunturales, mientras algunas empresas, concretamente Cadafe, han sido penetradas por la política, distanciándose de las prácticas gerenciales profesionales que deben dirigir a toda empresa.
En este ambiente llega Guri a su cumpleaños, con cambio de nombre y todo, ya que ahora le pusieron el original nombre de Simón Bolívar, olvidando al presidente de El Manteco en cuyo mandato se inició su construcción. Pero Guri siempre será Guri y quedará como un monumento de la Venezuela posible, del país que podemos construir si todos nos ponemos de acuerdo, aceptando nuestras divergencias, y empujamos hacia delante, como lo hicieron aquellos venezolanos que la construyeron, desde los Presidentes de la República hasta los técnicos y obreros que la hicieron posible.
