Grecia pagó este martes al Fondo Monetario Internacional (FMI) 750 millones de euros, mientras continúa su asfixia financiera, por no haber podido desbloquear las negociaciones con sus socios.
Como en los últimos meses, el país cumplió las obligaciones con la que es, junto a la Comisión Europea (CE) y al Banco Central Europeo (BCE), una de sus instituciones acreedoras.
Con los 200 millones de euros en intereses que abonó el miércoles pasado, solo en mayo Grecia ha devuelto al Fondo 950 millones de euros.
Según datos del Ejecutivo heleno, en lo que va de año el país ha restituido una suma que asciende aproximadamente a 6 mil millones de euros.
En junio, cuando finaliza la prórroga de cuatro meses del segundo rescate que el Gobierno de Alexis Tsipras acordó con las instituciones, Grecia tendrá que abonar al FMI más de 1.563 millones de euros en cuatro tramos.
El Eurogrupo de este lunes reconoció los avances en las negociaciones con Grecia, pero precisó que hasta que no se logre un acuerdo no se desembolsarán los 7.200 millones de euros que quedan pendientes del segundo rescate.
Tras la reunión de los jefes de Finanzas, los trabajos técnicos del Grupo de Bruselas continúan este marte de cara a lograr un acuerdo, mientras en Atenas tiene lugar un consejo de ministros para evaluar los resultados del Eurogrupo.
Fuentes gubernamentales citadas por la prensa local aseguran que el Ejecutivo del izquierdista Syriza reunió los cerca de 2 mil millones de euros mensuales que necesita para el pago de salarios, pensiones y ayudas sociales.
Los medios afirman, además, que el Gobierno se plantearía solicitar una nueva reunión del Eurogrupo en mayo e incluso una cumbre europea extraordinaria que tome decisiones sobre la situación de Grecia.
En la rueda de prensa posterior al encuentro de ayer, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, reconoció que «la cuestión de la liquidez es un asunto terriblemente urgente» y expresó su deseo de que se logre un acuerdo antes de que las restricciones de la falta de fondos sean «coercitivas».
En este sentido subrayó que espera lograr un acuerdo con las instituciones «en un par de semanas».
Ocultaron su enorme déficit, todavía no
reconocen que estaban “living la vida loca” y mantienen parte del discursito
encendido, pero la Troika no muerde ese anzuelo, o Grecia se compromete a
arroparse hasta donde le alcance la cobija, y a cumplir los pagos de la deuda
pendiente y la que se inicia con el nuevo rescate, o se hunden. Y los aparentes comecandela -Tsipras y Varoufaquis- lo saben y esconden los dientes, meten los rabos, y tendrán que inventar el modo de introducir los cambios necesarios en la irresponsable manera de vivir a la que estaban tan habituados los griegos. Esa línea que califica de ASFIXIA la actual situación financiera de los helenos, adultera la realidad y los presenta como víctimas, cuando ellos son culpables de esa difícil situación, en todo caso sería, en palabras de CAP, una «autoasfixia». Igual que los argentinos, unos perritos falderos cuando piden prestado, unos lobos feroces cuando les van a cobrar y llaman «buitres» a quienes vienen por lo que les corresponde.