La caída drástica en el consumo de los venezolanos representa el mayor desafío para el sector de franquicias, en medio de una economía hiperinflacionaria en la que, además, los controles y amenazas al comercio privado se acentúan y la falta de financiamiento hace cuesta arriba la viabilidad de los negocios.
Así lo sintetiza la Cámara Venezolana de Franquicias, cuyo presidente, Alejando Vivas, asegura que la contracción en el consumo alcanzó el 64% en los últimos cinco años, muy por encima del índice de cierre de locales comerciales pertenecientes a este sector, que representa entre 10 y 15% en el último año.
Vivas sostuvo que, a pesar de que el sector enfrenta tal nivel de contracción por parte de los consumidores, no hay registro grave de cierre de sus locales, pues calculan que a nivel nacional han cerrado entre 10 y 20 tiendas, principalmente en el interior del país, donde son más graves y frecuentes las fallas en los servicios públicos que padece toda la nación.
«La reinvención desde nuestras casas matrices hacia nuestros franquiciados, nos permiten sobrellevar con menos dificultades la crisis, nos hemos reinventado y hemos logrado competir en otros mercados y sustentar nuestras operaciones locales en Venezuela», señaló.
En ello coincidió el vicepresidente de la Cámara, Simón Milá De La Roca, quien comentó que muchas franquicias han evolucionado y que estas representan un aporte muy importante a la economía nacional pues se trata de una actividad inclusiva.
Acerca de la proliferación de cierto tipo de negocios, como el de venta de cocadas, que ha surgido sobre todo en la ciudad de Caracas, el representante del sector señaló que estos han crecido de manera orgánica y que que se auge obedece a que mientras el mercado y el consumo se achican, los productos más accesibles para la población, crecen.
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De igual forma, el director de Profranquicias abogó por un cambio para la economía del país que permita el desarrollo óptimo y sostenible de la actividad comercial. «No podemos permanecer en esta carestía por siempre, esta falta de servicios, corrupción e informalidad (…) la informalidad no solo perjudica al país sino al mismo Estado, porque la informalidad no tributa», dijo.
De acuerdo con las cifras correspondientes al mes de agosto dadas a conocer por la Asamblea Nacional, Venezuela acumula una inflación de 2.674% solo en lo que va de año, y enfrenta una pérdida de la actividad económica que alcanzó el 43% durante el primer semestre del 2019.
Para el comercio y la industria, la baja demanda a escala nacional así como la falta de financiamientos por escasez de créditos en la banca pública y privada, representan algunos de los factores que inciden mayormente en su comportamiento, independientemente del sector al que se refiera.
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