Francisco de Miranda y la Economía
El 28 de marzo se celebran 250 años del natalicio del Generalísimo Francisco de Miranda, Precursor de la Independencia de Hispanoamérica, ciudadano del mundo, como lo llama Joseph Francis Thorning. Es mucha la bibliografía que analiza las posiciones sociales, políticas, militares, estratégicas y familiares de Miranda, y en general de todos nuestros próceres, pero poco se ha dicho de sus ideales económicos.
Miranda tuvo la fortuna de viajar por todo el mundo, lo que le permitió conocer de cerca las distintas experiencias que se estaban desarrollando en la política, en la educación (inseparable para él de la libertad), en las bellas artes, en filosofía, en materia de derechos humanos y también en economía. Así, en Europa tuvo la oportunidad de leer a diversos autores liberales, como Hume, quien escribió sobre críticas al mercantilismo en temas de balanza comercial, dinero e impuestos; Locke, filósofo político que escribe sobre los derechos individuales y la justificación de la propiedad privada, además de temas monetarios y de libre comercio; Bentham y su principio de utilidad en la economía clásica y la defensa de la educación pública; James Mill, defensor de la igualdad de las personas y atacante del socialismo; y Jovellanos, liberal español. Con Bentham y Mill compartió una buena amistad (fue Miranda quien se los presenta a Bolívar, Bello y López Méndez).
El historiador Sánchez-Barba califica a Miranda como un representante del nacionalismo liberal que lucha contra los privilegios y por la libertad individual, incluyendo la propiedad privada, obviamente influido por Locke. En su Proclama de 1801, el Generalísimo considera la seguridad personal, la libertad y la propiedad como derechos esenciales para los hombres que viven en sociedad.
Según la cronología preparada por Manuel Pérez Vila y Josefina Rodríguez de Alonso, Miranda se interesó por temas como la producción de tejidos de algodón, consumo de carbón, los ingresos del Tesoro Británico y el transporte de mercancías en Londres. En sus escritos políticos, Miranda en varias ocasiones fija posición sobre temas económicos; por ejemplo, en su Propuesta, conferencia dictada en Hollwood el 14 de febrero de 1790, habla sobre el exceso de tributos en las Provincias de América. En carta enviada a Pitt (funcionario británico) en 1791, le expone sus ideas libertadoras y le ofrece ventajas comerciales a la Gran Bretaña. En 1795 publica un folleto sobre la situación de Francia, y comenta sobre la hacienda pública de ese país. En su Proclama de 1801, alaba la próxima apertura de los ríos Delaware y Potomac a los pueblos del mundo y propone una apertura de nuestros puertos para impulsar el comercio exterior. En su Proclama al paso por Trinidad, en 1806, plantea una distribución liberal de tierras al término de doce meses.
Todo parece indicar que Miranda era un liberal, influido por los grandes pensadores que también influyeron en los economistas clásicos, como Adam Smith, David Ricardo, T.R. Malthus, John Stuart Mill y Alfred Marshall, entre otros, de donde se derivan desde el marxismo hasta el “neoliberalismo salvaje”, pasando por la socialdemocracia y la Tercera Vía. No obstante, Miranda, al igual que los autores liberales Smith y Bentham, parece concebir a la economía como una ciencia social en sentido amplio, abarcando el análisis de las instituciones y la política.
A pesar de esta influencia del pensamiento liberal, Miranda matiza muchos de sus preceptos, diferencia de forma muy precisa entre la libertad y la anarquía, como se observa en carta enviada a Brissot (que le supuso su enemistad por cierto), confirmando su espíritu libertario pero con respeto a los derechos humanos. Ello lo confirma en carta a Lanjuinais en 1801, cuando dice que prefiere la libertad de Locke y Montesquieu a la de Robespierre y Fouché.
Es interesante ver cómo las diversas tendencias de la ciencia económica tienen un origen común, y que a veces los debates entre sus seguidores no tienen ningún sentido, menos aún el uso de clichés ideológicos por parte de algunos políticos. Sería interesante una investigación acerca del pensamiento económico influyente en el resto de nuestro próceres, por ejemplo de Bolívar, de quien sólo sabemos que leyó a Bentham, Mill y Condillac. La línea de investigación está abierta, a lo mejor hay sorpresas para muchos.
Además de los interesantes comentarios del artículo, cabe destacar que Miranda propuso al Primer Ministro William Pitt, de Inglaterra en 1790, la construcción de un canal de navegación por el Istmo de Panamá para contribuir al comercio internacional, uniendo a los dos océanos, adelantándose de esta forma, con una visión futurista inédita, a la construcción del Canal de Panamá. Luego, en la Carta de París, ratifica la propuesta con ventajas comerciales a Inglaterra a cambio del apoyo al proceso de independencia de las colonias de hispanoamérica.