Enseñanzas sobre las estrategias de desarrollo
Algunos piensan que, hacer una estrategia de desarrollo, es solo cosa de voluntad de una o dos personas que, preparadas o iluminadas, se pongan a construir un modelo del tipo que sea. Realmente, las estrategias de desarrollo deben abarcar dimensiones individuales, grupales, institucionales, culturales y políticas que deben plasmarse en un conjunto de parámetros, objetivos y metas que permitan, en base al consenso en los objetivos de la misma, se conviertan en objetivos públicos y nacionales, se trate de integración, crecimiento o tópicos fiscales. Los pasos previos, la depuración y filtración de elementos técnicos de importancia, es lo que puede permitir superar esa especie de galimatías que representan las Líneas generales del plan… 2001-2007, o la introducción del mesianismo económico que han planteado algunos de los funcionarios gubernamentales que atienden la economía.
Sabiendo que no somos ni argentinos ni taiwaneses y que, por lo demás, tenemos gente muy bien preparada, pueden señalarse dos enseñanzas extraíbles de la experiencia reciente de las naciones del caso.
La primera, remite a Argentina con la problemática situación que es suficientemente conocida o referida a nivel internacional. Se trata de que esta nación ha procedido a solicitar a la CEPAL la elaboración de estudios atinentes a la precisión de las fuentes de crecimiento. La CEPAL es, indudablemente, uno de los activos analíticos de América Latina a pesar de la las satanizaciones de que ha sido objeto, con razón o sin razón. En específico, se trata que el Gobierno de tal nación solicitó a la Oficina de la CEPAL en Argentina, en base a financiamiento del BID, la realización de un estudio sobre las fuentes de crecimiento económico en el largo plazo. Tal estudio, debería permitir planificar una estrategia nacional de desarrollo que facilite un crecimiento sostenido y un mejoramiento en los niveles de bienestar de sus ciudadanos. La primera etapa de tal proyecto, debería permitir disponer en marzo del 2003 del estudio Componentes macroeconómicos, sectoriales y microeconómicos para una estrategia nacional.
La segunda remite a la propuesta de Taiwán intitulada Desafío 2008 (o plan de desarrollo para seis años). La experiencia nos ha permitido apreciar que, mientras más se estudian los casos asiáticos, más relucen sus particularidades y las exageraciones que, de uno u otro lado, se esgrimen sobre tales naciones. Después de que sus últimos cuarenta/cincuenta años han sido bastante analizados y registrados en la literatura, Taiwán -a través de sus organismos del caso-, esboza que ya no es momento para que las manufacturas mantengan un primado, puesto que es el tiempo para que esto suceda con la China continental. Tampoco su dimensión financiera la aprecian como candidata para tal perfil, pues su sector financiero requiere considerables reformas. La precisión sectorial les permite, así, insistir en la importancia que debe tener el área de la informática, de los nuevos instrumentos de comunicación y del ámbito digital, aunque sin dejar de aprovechar las grandes posibilidades que le observan al turismo. Sobre esto, por cierto, se plantean duplicar el número de visitantes extranjeros que por tal concepto deberían estar ingresando a la isla para el 2008. (De base, esta nación presenta, para 2001, un producto per cápita de 13.000 $, exportaciones de 122.000 millones de dólares y una población de 22.500.000 personas registradas).
Este Desafío 2008, que no está exento de problemas de financiamiento, eficiencia y consenso entre distintos actores del actual escenario político taiwanes, es coordinado por el Consejo para la Planificación y El Desarrollo Económicos (CEPD). En particular, esto permite corroborar la importancia de las estrategias de desarrollo pero, también, el papel que deben tener los ministerios, agencias e instituciones que participan en la elaboración y evaluación de tales asuntos así como la propia planificación. Veamos: en febrero de 2002 el primer ministro dio la instrucción a los planificadores para organizar las ideas en un paquete único, coherente y convincente y, antes de aparecer en mayo como documento con el título Desafío 2008 se hicieron setenta y nueve borradores; además, hasta final de este año se podrán agregar nuevos proyectos. (Ver Taipei Hoy, agosto 2002).
Debe hacerse notar que, problemas ambientales, atinentes a la disponibilidad de agua y a elementos culturales como buscar establecer el inglés como un idioma cuasi oficial, son, también, considerados en Desafío 2008. Su inclusión no solo que puede apreciarse como muy pertinente y adecuada sino que, ello no obstaculiza el que el plan en sí mismo sea claramente entendible. Es por ello por lo que podemos insistir en lo que hemos planteado en otras notas, sobre que Venezuela necesita una estrategia creible, entendible y ejecutable.
Entre los 10 principales elementos de Desafío 2008 pueden resaltarse los siguientes: desarrollar una base internacional para la investigación y desarrollo y la innovación; mejorar la infraestructura de transporte; desarrollar un Taiwán digital; conservar el agua y otros recursos ecológicos; construir nuevas comunidades de residencia; doblar el número de turistas que visitan Taiwán, entre otros. (Ver Challenge 2008, Government Information Office).
No somos argentinos ni taiwaneses, ni necesitamos imitarlos. Pero es indudable que, los asuntos señalados, aun con todos los problemas que puedan tener tales naciones, van por vías o sentidos diferentes a algunos de los documentos producidos recientemente en Venezuela y a las actividades e ideologizaciones de numerosos miembros de lo que algunos gustan en llamar el alto gobierno.
