En Venezuela la actividad empresarial es intimidada, según la OIE
El secretario general la Organización Internacional de Empleadores (OIE), Roberto Suárez Santos, denunció que en Venezuela la organización empresarial más representativa es sistemáticamente intimidada. Ante este panorama «lamenta que la liquidez que tanto necesitan las empresas no esté llegando a ellas, lo que puede terminar de asfixiarlas».
“Allí ser empresario es una aventura, se está matando el emprendedurismo, pero ahora la situación es peor (…) Existe una corriente populista y proteccionista muy acentuada que preocupa sobremanera”
Sentenció Suárez Santos
En otros países – prosiguió Suárez – como Nicaragua o El Salvador, la organización empresarial más representativa es sistemáticamente intimidada o ignorada por parte de las autoridades, con una política de seleccionar a las empresas más afines al régimen. Luego existen otros países, en los que sin llegar a estos niveles, las políticas están muy lejos de favorecer una recuperación rápida.
Comentó que Latinoamérica carece de capacidad de recuperación rápida ante el brutal impacto del coronavirus en la economía: “La situación de los países latinoamericanos es diversa, hay que tener en cuenta la fuerte informalidad en varios de ellos y que no todos cuentan con sistemas de protección social suficientemente desarrollados, así que para algunos hacer frente a situaciones de emergencia en el empleo es mucho más difícil”.
Aseguró que la recuperación dependerá de cambios estructurales importantes, como por ejemplo, políticas de empleo para la formación de determinados trabajadores, como los jóvenes o desempleados de larga duración; o políticas que promuevan una transición a la formalidad en el caso de Latinoamérica.
“Es importante aplicar políticas para que la liquidez llegue a las empresas y a los trabajadores, pero en general esto no está ocurriendo. En muchos países se han puesto en marcha mecanismos de liquidez, pero están supeditados a mil requisitos y procedimientos, lo que va causar grandes caídas del producto interior bruto”
Con cien años de existencia a cuestas, la OIE defiende desde Ginebra la libertad empresarial y representa -junto con Estados y sindicatos- uno de los tres pilares en los que se sostiene la Organización Internacional del Trabajo (OIT).