El Plan energético Bush: ¿cuál impacto en Venezuela?
Para conocer en profundidad el Plan Energético Bush, y sus repercusiones en el mercado de la energía, particularmente la generada en hidrocarburos y, si se quiere, conocer el impacto de esa propuesta -en el corto y largo plazo- en Venezuela, es necesario reconocer algunas consideraciones económicas y politicas que caracterizan al gobierno de (%=Link(«http://www.georgewbush.com/»,»Bush»)%).
En su campana electoral el énfasis, en materia económica, fue puesto en la aplicación de politicas de oferta, de reducción de impuestos y de desregulación de los mercados aun excesivamente regulados. Baste, por ejemplo, Cheney – actual vicepresidente y encargado del Plan Energético- fue colaborador estrecho del Profesor A. Laffer (en la era Reagan) en el diseño de las politicas de «supply side» (lado de la oferta) de reducción de impuestos, además de la desregulación de los mercados de bienes y servicios y la creación de un entorno más competitivo buscando eficiencia en el funcionamiento en los mercados. Se acota que a estas politicas de oferta se debe entre otros, la liquidación de la inflación y bajo desempleo, la recuperación económica y el largo periodo de crecimiento, productividad y prosperidad que ha experimentado la economia americana en los últimos 15 anos.
La energía por el lado de la oferta y su desregulación: una novedad
En ese sentido, y aplicando shocks de oferta, lo que busca el Plan Energético es desregular los mercados, eliminar las barreras administrativas e algunas de ellas ideológicas, como las ambientalistas o ecologistas que durante anos han creado restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados. Acotemos por ejemplo, que las desregulaciones de los noventa en el sector telefónico y eléctrico proviene de ese planteamiento de politicas económicas aplicadas desde el lado de la oferta.
En ese particular, respecto del mercado de la energía, el informe Bush propone un esquema para derrumbar las trabas administrativas, ambientales y politicas creadas durante Carter a la energía nuclear; a las regulaciones ambientalistas y administrativas que han originado entre otros la estrechez en la generación de energía eléctrica por insuficiencia en la generación en California., por ejemplo y la eliminación de las restricciones ambientales que limitan el procesamiento y refinación de petróleo que han creado cuellos de botella en la oferta de combustibles. En ese orden de ideas, la desregulación del mercado de energía se acompaña con facilidades fiscales y tributarias y otros incentivos dirigidos a incrementar la producción de petróleo y derivados por ejemplo, además de la creación de aquellas microestructuras de mercado que promuevan eficiencia y competitividad.
Asi mismo, las politicas de desregulación se aplicaran ahora al mercado de producción de energía de hidrocarburos aliviando las barreras politicas y ambientales que impiden la explotación en Alaska, y muchas otras cuyo landmark parece haber sido la denuncia al Protocolo de Kioto y la reserva expresada por el gobierno USA en cuanto a la aplicación de las politicas acordadas por los ambientalistas de (%=Link(«http://www.whitehouse.gov/history/presidents/bc42.html»,»Clinton»)%).
El objetivo de mediano plazo de estas politicas del lado de la oferta es incrementar la producción de energía, sumando la nuclear, carbón y gas –todos sustitutos de petróleo, todo lo cual incrementara la producción de petróleo en USA lo que a todo evento afectara el desarrollo de las economias petroleras mas allá del NAFTA.
Los efectos en las economias petrolera
De esta manera el mercado americano se aprestaría a importar menos, y allí esta, precisamente el impacto que ello puede tener en nuestra economia petrolera, en virtud de que la estrategia petrolera actual no solo no da espacio, sino que no ofrece campo de juego en cuanto a aceptar el reto del mercado internacional de mas petróleo a menores precios. El peligro allí estaría, en que la actual estrategia petrolera venezolana de restricción de la producción, renunciaría a las ventajas comparativas y competitivas natas que posee, para dar paso a mayor producción en el mismo suelo de los USA o de socios comerciales mas predecibles y estables, donde la estrategia petrolera no coincida con la subordinación del mercado petrolero a las deformaciones que impone la oligopolización de una parte sustancial de la producción mundial de petróleo.
Aunque el lenguaje es técnico, el mensaje es diáfano y claro los productores de petróleo del área, México, Canadá y Venezuela tiene la oportunidad de asistir con mas petróleo a la demanda americana. Se conoce que los dos primeros, cuyos gobiernos al mantenerlos fuera de la OPEP, se benefician cuando las politicas (%=Link(«http://www.opec.org/»,»OPEP»)%) producen efectos positivos, sin que ello implique (como los países del cartel) asumir los cosos cuando la OPEP por razones de precios decide restringir su producción y cuotas – free riders. En ese mediano plazo, el Plan Energético hará sentir su efecto, en virtud de la presión que sobre los mercados, mas allá del americano, impondrá el esquema desregulatorio contenido en el Plan Bush, y que en perspectiva se inducirán procesos similares de desregulación, con base a estímulos fiscales y tributarios a la producción de energía, derrumbe de barreras ambientales y otros mecanismos administrativos y ambientalistas.
La inversión en la explotación y en procesos tecnológicos crecerá en consecuencia, incorporando mas petróleo al inventario de reservas y más producción y con ello es inevitable una presión a la baja en los precios de los crudos y productos. El hallazgo fundamental en el mercado petrolero contenido en el Plan Bush es el espacio tecnologico y económico que existe para inducir un rápido proceso de desregulación en USA, y más allá de las fronteras de ese primer consumidor de energía del petróleo. De esta manera y por primera vez se incorporan al mercado petrolero mecanismos de mercado dirigido a incrementar la competencia y la producción.
Los otros players: las empresas petroleras
Las grandes empresas petroleras internacionales ya dieron el primer paso en ese sentido cuando como consecuencia de la caída de precios de 1998 abrió curso a las megafusiones y asociaciones estratégicas para prepararse para un mercado de la energía más competitivo en lo horizontal por nuevos jugadores que se incorporan a la producción de energía petrolera asi como la producción de otras fuentes de energía; a saber, gas, carbón, y energía nuclear, sin desmedro de otro tipo de energía en camino de lograr su vigencia económica.
Por su parte, en un entorno más competitivo el futuro de las empresas estatales, la mayoría perteneciente a los países de la OPEP; es decir, de la misma OPEP no es muy claro. La desregulación alcanzara a los países de la OPEP, muchos de los ya embarcados en programas de apertura, independiente del ruido revolucionario islámico que se puede oir. En ese orden, las estrechas regulaciones ecológicas de los noventa se descongelarían para crear mercados competitivos y por supuesto menores precios de combustibles y otros productos al nivel del consumidor.
El mercado y la defensa del ambiente
Queda claro del informe Bush que detrás de los elevados precios, se encuentran –también- las regulaciones ambientales; allí los ejemplos de los apagones en California y de los altos precios de combustibles para vehículos en USA. En el primer caso el exceso de regulaciones politicas y ambientales crearon cuellos de botella en la generación de California. Esto no debe extrañar a nadie, porque la escasez de energía eléctrica en nuestros países (Brasil, Colombia y Venezuela) es producida por restricciones politicas e institucionales, como carencia de voluntad para privatizar y desregular el mercado eléctrico. En el segundo caso, el de combustibles de hidrocarburos, gasolina y otros, los elevados precios que estos combustibles han alcanzado en USA obedecen al exceso de regulaciones ambientales y barreras administrativas que han inducido, entre otros cierre de refinerías.
De allí que una de las externalidades del Plan Energético busca eliminar el falso dilema entre protección ambiental y producción de energía, que en el terreno político se expresa en una lucha de calle entre ecologistas, ambientalistas y quienes prefieren que el mercado y el mecanismo de precios decidan en torno a la defensa del ambiente.
Es este el sentido, cualquier evaluación de los efectos potenciales del Plan Bush tendrá que limpiar las acostumbradas asperezas ideológicas que en este medio hemos tenido respecto de un mercado como el energético esencialmente de propiedad estatal y prepararse para el reto de estructuras más competitivas. reducción de impuestos y otros estímulos dirigidos no solo a satisfacer una estrategia energética americana, sino que por allí se tejerá el futuro de los países petroleros, particularmente los de la OPEP, donde las compañías petroleras estatales están constituidas formalmente como apéndices fiscales y tributarios de sus respectivos gobiernos.
¿En el corto plazo qué?
Mas allá, sin embargo, de los efectos en el mediano y largo plazo, el Plan Busch tendrá un impacto en el corto plazo conformado en las expectativas sobre precios y, particularmente, en razón del impacto positivo en la producción y refinación que pueda direccionar ese programa energético. Asi, el mercado, en la coyuntura actual, incorpora estos nuevos elementos que sin duda se sumaran a las condiciones fundamentales económicas que hoy inducen a una baja en los precios del petróleo. Asi tendremos un efecto continuo del impacto de esa propuesta desde el corto plazo hasta el largo plazo.
Resta por acotar que globalmente es el mercado y sus fundamentales, precios y reservas quienes en ultima instancia definirá el rumbo del plan energético. Si los precios caen a niveles de precios aceptables en razón de economia del consumidor, algunos programas del Plan bien no podrían concretarse porque los precios bajos desalentarían y desestimularian las inversiones.
¿Tendrá Venezuela que cambiar su estrategia petrolera?
Pero si el precio de mantiene alto como en los actuales momentos, la reducción del precio en el futuro cercano será arrastrada por impacto que podría sostenerse en el tiempo; pero, nada podrá evitar el impacto positivo en la producción de petróleo que produciría la liquidación de las medidas proteccionistas, ambientalistas y otras que impiden eficiencia en el mercado petrolero. De allí que el impacto en el mediano en esta Venezuela petrolera es evidente, lo cual podría con alguna fortuna inducir profundos cambios en la estrategia petrolera actual…. ¿wishful thinking?.