El FMI prevé que la inflación en Venezuela llegará a 2.349% en 2018
El recrudecimiento de la crisis política en Venezuela constituye un pesado lastre para la actividad económica en Venezuela, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá -12% en 2017 y caerá otro -6% en 2018, según las más recientes previsiones difundidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) este martes.
El FMI, que proyectó una contracción de la economía venezolana de -16,5% y cuya recesión económica acumula cuatro años consecutivos, prevé que la inflación en 2017 cierre en 254,4% y proyecta que los precios al consumidor se dispararán hasta 2.349,3% en 2018.
La tasa de desempleo en Venezuela, una de las proyecciones incluidas en el informe del FMI, se ubicará al cierre de 2017 en 26,4% y aumentará a 29,8% en 2018.
El saldo en cuenta corriente, de acuerdo con las proyecciones del FMI, tendrá una contracción de -0,4% en 2017 y de -1,3% en 2018.
El FMI elevó en dos décimas sus previsiones de crecimiento para la región en 2017, respecto al 1 % calculado en su informe de perspectivas económicas del pasado julio.
México y Brasil, las dos principales economías de la región, ven mejoradas sus perspectivas de crecimiento respecto a las de hace tres meses.
En México se espera que el crecimiento alcance el 2,1 % este año, calculado por el FMI en julio pasado en 1,9 %, mientras que las previsiones para 2018 se reducen una décima, de 2 % previsto hace tres meses a 1,9 % anunciado hoy.
«A pesar de la incertidumbre relacionada con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y una revisión a la baja de la actividad económica de Estados Unidos, el crecimiento para 2017 ha sido revisado hasta cuatro décimas al alza desde el informe de abril», apunta.
Esto supone un crecimiento superior al esperado en los resultados de los dos primeros trimestres del año y una recuperación de la confianza de los mercados financieros.
El FMI añadió que, a medio plazo, la implementación total de la agenda de reformas estructurales efectuada en México se proyecta que dé como resultado un crecimiento de 2,7 %.
En cuanto a Brasil, después de recuperar la senda del crecimiento en la primera mitad de 2017, se espera que alcance el 0,7 % este año, cuatro décimas más que lo calculado en julio; y 1,5 % en 2018, un aumento considerable después de que el organismo redujera esa cifra a 1,3 % hace tres meses.
El FMI atribuye esta revisión al alza en el país carioca a una «cosecha excelente y a un impulso del consumo».
No obstante, el Fondo advierte que la reducción de las perspectivas de crecimiento para 2018 respecto a lo previsto en abril, de 1,7 % a 1,5 %, responde a la debilidad actual de la inversión y a la inestabilidad política del país.
«Una restauración gradual de la confianza -como reformas clave para asegurar la sostenibilidad implementadas a lo largo del tiempo- se proyectará en un crecimiento al 2 % a medio plazo», añadió el informe.
En Argentina, el FMI prevé un repunte del crecimiento hasta 2,5 % en 2017 frente a la contracción de 2,3 % que experimentó en 2016, y se espera que se mantenga ese 2,5 % también en 2018.
El Fondo arguye que los factores que han incidido en la recuperación argentina son los salarios más altos y, por ende, el aumento del consumo; el incremento de la inversión apoyada por las obras públicas, y el impulso de las exportaciones gracias a una mayor demanda externa.
En Chile, por su parte, se prevé un crecimiento de 1,4 % en 2017 en medio de la debilidad de la inversión fija privada, la producción minera y el consumo público, pero el FMI espera que se recupere a 2,5 % en 2018 gracias a una mayor confianza, precios del cobre más altos y los recortes de las tasas de interés de los últimos meses.
En cuanto a Colombia, el FMI proyecta un crecimiento de 1,7 % en 2017, seis décimas menos que lo calculado en julio, en medio de un continuo ajuste hacia menores ingresos, pero con un mayor gasto en infraestructura, una reforma fiscal favorable a la inversión y el impulso de la confianza tras el acuerdo de paz con las FARC.
Las perspectivas para el país andino son de un crecimiento de 2,8 % para 2018 y, a medio plazo, el Fondo calcula que el país crezca a un ritmo de 3,5 %.