El costo de la ropa en Venezuela
Comprar ropa en Venezuela se ha vuelto un lujo, pero como dicen por ahí: usted puede salir de su casa sin bañarse y hasta sin comer, pero no desnudo. Por eso en Analítica.com quisimos averiguar cuánto cuesta vestirse para ir al trabajo o, en su defecto, saber el premio de remendar y arreglar la ropa vieja.
Adquirir la lencería, la ropa y el calzado en los últimos tiempos se ha vuelto más cuesta arriba, debido a que los precios de estos productos aumentan cada semana, pero además porque tenemos que ocuparnos de llenar las alacenas de nuestras casas con alimentos cada día más costosos.
Al momento de asistir a una entrevista de trabajo, un individuo debe cumplir con el requisito principal que exigen las empresas, en su mayoría, de “buena presencia”, que implica, cuando menos, la mejor percha escondida en lo profundo del escaparate.
Actualmente, una camisa de vestir de caballero se encuentra entre los 18.000 y 20.000 bolívares; un pantalón blue jean –dependiendo de su marca- está alrededor de 43.000 y 55.000, mientras que en materia de calzado, los precios varían por su marca comercial, pero se estipulan entre los 20.000 y 50.000.
En el caso de las damas, aunque resulte un poco más económico, sigue siendo alto el precio. Una blusa ronda entre los 10.000 y 20.000 bolívares; un jean está entre 16.000 y 23.000; un vestido casual se encuentra en los 13.000 y 18.000, mientras que el calzado (tacones) sí puede variar por su estilo y marca: estos pueden oscilar entre los 15.000 y los 45.000, lo que nos deja con un total mínimo de 70.000 para la vestimenta de una fémina.
Pero si nos ponemos del lado del comerciante descubriremos que por la situación actual se han visto obligados a establecer ofertas –no programadas- , ya que la clientela que se acostumbraba a ver en meses picos, como agosto y diciembre, se ha reducido de manera abrumadora, al punto de no requerir personal por no tener el suficiente ingreso para su contratación.
El remiendo es una opción
Ante el costo elevado de la ropa, muchos, sobre todo mujeres, se han decidido por sacar del fondo del closet aquellas prendas viejas que no usan porque no les quedan, porque pasaron de moda o porque estaban desteñidas. María Gabriela González relata que entre lo que recuperó de su vieja vestimenta estaban dos faldas, una blusa, un suéter y dos pantalones.
«Todos remiendos o acomodos sencillos», cuenta que le dijo la costurera. Las faldas necesitaban puntadas en la cintura y los pantalones elásticas nuevas, la blusa y el suéter repaso de las costuras. «El total fue de más de 25.000 bolívares», una cifra que está bastante por debajo del de la ropa nueva, pero por encima de los 22.000 (sueldo mínimo mensual).
«Una elástica está costando entre 2.000 y 3.000 bolívares’, me dijo la costurera y por eso el costo. La materia prima, es decir, hilos, agujas, elásticas y botones, también escasean y son costosos», explicó González de su conversación con la profesional de la costura.
En el caso de los zapatos, la realidad es distinta: cambiar las suelas o tapitas, coser y pegar un par de tacones es casi tan difícil como conseguir harina de maíz precocida o aceite. Los zapateros tienen por respuesta frecuente un «no hay».