Edelca: Entre revolucionarios te veas
Hay una maldición gitana que dice “Entre abogados te veas”, haciendo honor a la mala fama que goza el vilipendiado gremio de juristas. En estos tiempos de patria, socialismo o muerte, en los que nuestras empresas productivas están a merced de tantos patriotas iluminados, se podría parafrasear la maldición por la que da título a este artículo. En tal sentido, Edelca constituye un excelente ejemplo de una empresa zarandeada por nuestros revolucionarios, tanto en los niveles directivos como en la clase obrera. Pues resulta que todos proclaman su compromiso con la revolución, mientras en el medio esta la empresa cada vez más golpeada y transitando un camino incierto.
En estos días el presidente anunció a los trabajadores que la empresa no está en condiciones de pagar las llamadas utilidades líquidas, las cuales se cancelan a mitad de año y complementan los 4 meses de utilidades que se pagan en noviembre hasta llegar al 15% de la utilidad fiscal. Un lujo del que gozan muy pocos empleados en el país y que se ha pagado religiosamente todos los años desde que se estipuló a fines de los 90. Pero en vez de explicar los aspectos financieros y jurídicos que justifican la decisión, ha enviado un comunicado a todos los empleados que dice entre otras cosas: “…..somos una empresa del Estado, y como tal, comprometida con los lineamientos de nuestro gobierno bolivariano y revolucionario, en plena transformación de una empresa capitalista a un modelo de empresa socialista, identificada con nuevos valores y principios y cuyo fin último, es satisfacer las necesidades de nuestro pueblo y esto debe estar muy por encima de nuestros intereses particulares”. Un saludo a la bandera con amplio derroche de patriotismo. Más adelante insiste: “debemos trabajar en revertir la apetecible y vieja tendencia mercantilista de ir año tras año exigiendo en forma desmedida reivindicaciones puramente monetarias….”
Ante esta noble petición de sacrificio el sindicato revolucionario no se queda atrás y responde: “El socialismo, no implica el desmejoramiento de los beneficios de los trabajadores, la precarización de las condiciones laborales y mucho menos la generación de plusvalía de estado, a través de la explotación de la clase trabajadora, ya que los principios de la Revolución Bolivariana están dados a saldar la deuda social, ya que éste es un gobierno netamente obrerista”. En pocas palabras «toma tu tomate», y continúa más adelante “Le preguntamos al presidente, ¿a qué se refiere, de que debemos revertir la vieja tendencia mercantilista?; ya que en Edelca, no se ha iniciado un proceso socialista verdadero, Ustedes tienen los mayores beneficios, a través de la enajenación y explotación de los trabajadores” ¿Qué les parece? Hasta la palabra enajenación ha resucitado en el socialismo del siglo XXI.
Los mismos directores que piden sacrificios son los responsables de que la empresa haya llegado a 5.500 trabajadores, cuando en 1999 apenas superaba los 3.000 y existía un plan para mejorar los índices de productividad laboral (Ingresos, Kwh. y activos fijos por trabajador) reasignando trabajadores con la entrada de Caruachi. Al mismo tiempo las cuentas por cobrar, que siempre fueron altas, se han disparado. Al cierre de 2007 superaban las ventas de energía de 2 años ¿Qué perspectivas puede tener cualquier actividad económica que trabaja dos años sin cobrar?
Pero esto no es problema para nuestros revolucionarios rentistas. Madre petróleo proveerá. El lunes el sindicato introdujo ante el Ministerio del trabajo un Pliego Conciliatorio, “que no dudaremos en convertir en conflictivo”, amenazaron. Dicen que quieren extender los beneficios a 7.000 trabajadores tercerizados y también pretenden, ahora con la Corporación Eléctrica Nacional, lograr un contrato único para los 33 mil trabajadores del sector “tomando en consideración las mejores condiciones existentes en algunas empresas” ¡Que golilla!
Con estos revolucionarios arriba y abajo no cabe duda de que a Edelca y al sector eléctrico le cayó la maldición gitana “Entre revolucionarios te veas”.