Economistas esperan inflación de tres dígitos para 2016
El economista César Aristimuño aseguró este jueves que el Gobierno nacional “lamentablemente armó su propia trampa” en el plano económico debido a la enorme carga social que enfrenta en medio de una caída de los ingresos.
Aristimuño considera que si el Gobierno insiste en disminuir alguna de estas cargas sociales, el dinero para honrar compromisos no podrá ser logrado sino a través de una devaluación o una reforma tributaria.
El especialista señaló que ante la negativa de proponer una devaluación (el Presupuesto 2016 fue hecho sobre la base de un dólar a 6,30 bolívares), “es de esperar que la salida sea la de mayores impuestos”.
Los cambios, agrega, pueden venir por las formas de calcular el Impuesto sobre la Renta. “Es posible que intenten aplicar un cambio de la tasa por sectores”.
Desde el Gobierno se dijo que una posible reforma tributaria no impactará a los ciudadanos de a pie pero Aristimuño tiene una expectativa diferente: “el Impuesto al Valor Agregado (IVA) puede subir de 12 a 15%, que son medidas que impactan independientemente que se diga lo contrario”.
A su juicio, el gobierno “está metido en un serio problema”, toda vez que estima un gasto para 2016 de 1,5 millones de bolívares, cuando en 2015 ya se consumieron Bs 1,5 millones con los créditos adicionales incluidos y la inflación continúa.
“La pregunta es cómo con una expectativa de mayor inflación (200% para el 2016, según cálculos de la firma Aristimuño, Herrera y Asociados) el Gobierno va a poder enfrentar el gasto público. Es imposible, la única manera de hacerlo es quitarse una serie de gastos de encima, y políticamente no puede quitarse ninguno porque el sustento de este Gobierno es alimentar la parte social, que alimenta de distintas maneras”.
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Desinformación BCV
Por su parte, el economista Luis Brusco, señala que parte de la preocupación que atraviesan los ciudadanos y los sectores productivos en general es que se se vive en el país, por primera vez en la historia, una desinformación, por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), de las cifras macroeconómicas oficiales.
“Estamos cerrando el año sin saber el real nivel de inflación. No hay expectativas para el año que viene y la realidad es que la gente, productores, empresarios, consumidores, familias, asumen conductas ante las expectativas y eso no puede evitarse, aún y cuando no se manejen las cifras. Habrá que observar esas conductas, hasta ahora se ve por ejemplo que la gente piensa en resguardar el dinero en moneda dura, comprar bienes de consumo en lugar de ahorrar”, apuntó Brusco.
Recordó Brusco que la inflación “no se combate denunciando una guerra económica” porque se está ignorando la ciencia económica y eso es casi imposible porque ésta suele ser implacable, hay siempre una acción y una reacción en la lógica económica”.
Para Brusco no puede haber una expectativa económica optimista mientras no se tomen las medidas adecuadas y mientras está sobre la mesa la baja de los precios del crudo, altas cifras de inflación. “Así no avanza una economía, sin embargo, hay que decir que si se toman las medidas adecuadas, el país responde. Venezuela no es otro país de América Latina, es obvio que lo que hay es un problema de gerencia”.
Banca preparada
El sector bancario ha sido uno de los pocos que muestra crecimiento en el PIB, pese a la crisis económica del país. Sin embargo, no se descarta que el próximo año comience a reflejar un panorama distinto. Aristimuño y Brusco coinciden que la banca no es ajena a los hechos económicos y puede reflejar alguna afectación, aunque –acotan- la gerencia de la banca pública y privada actual “se han sabido manejar porque ha tenido materia prima (dinero) para operar”.
“La crisis afecta todo el sistema, pero no con la misma intensidad, porque la gerencia de la banca tiene el pulso de la economía como nadie, están recibiendo dinero, dando créditos, conocen la situación”, apunta Brusco.
«La banca se ha preparado para un año mucho más complicado con el aprovisionamiento, fortalecimiento de su patrimonio y manteniendo la morosidad a niveles de 0,30%, una de las más bajas del mundo”, señala Aristimuño.
Las declaraciones fueron ofrecidas por los economistas durante la clausura del Taller el ABC de la Banca, auspiciado por el B.O.D. y dirigido a periodistas, durante este 17 y 18 de noviembre.