Dos lados del mundo comprimen la economía
La economía mundial está sometida a grandes presiones desde los dos lados del mundo. En el extremo oriente, el estallido de la burbuja bursátil de China, se unió esta semana a la crisis de la deuda de Grecia, en el mero centro histórico de occidente.
Si hasta el domingo pasado, los mercados financieros vivían días de temor, por las consecuencias de un default de Grecia, el derrumbe de la Bolsa de Shanghai ha inyectado el más puro pánico en el torrente sanguíneo de los inversionistas del todo el mundo.
Los problemas de Grecia se magnifican por su pertenencia a la Eurozona. Diecinueve países pertenecientes a la Unión Europea (UE), que tienen una moneda en común: el euro.
Con sobradas razones, los analistas temen negativas consecuencias de esta crisis, porque si bien Grecia tiene solamente 11 millones de habitantes, su elevada deuda es principalmente con los países de la Eurozona (400 mil millones de euros).
Como conjunto de países, la Eurozona (con la cuarta parte de la población de China) produce 29,3% más bienes y servicios (PIB) que China (2014).
Es así que un traspiés económico del euro, causado por pérdidas impulsadas por Grecia, influiría negativamente en la economía de un buen número de países productores de materias primas.
En detalle
En el último mes, el euro perdió terreno frente al dólar. El 9 de junio, un euro equivalía a 1,13 dólares; y para el 9 de julio, la tasa de cambio cerraba 1,10 dólares. Lo que representa una caída del 2,65% en un mes. Siendo la caída en un año del 15,38%. Lo que indica, que si bien puede tener originalmente otras causas, indudablemente ahora la crisis griega la ha acelerado.
China, y ese es el pánico en los mercados financieros, empezó a ser el principal comprador de materias primas.
En los últimos meses, anteriores al colapso bursátil, venía cayendo sus índices de producción de bienes y servicios. Lo que se ha venido traduciendo en menores compras de esas materias primas, las cuales han venido perdiendo su precio de mercado.
Si el gobierno chino no ataja la caída bursátil, pudiera tener inimaginables consecuencias en los mercados, no solo de los países emergentes.
Este jueves, los reguladores bursátiles chinos prohibieron la venta de acciones por los próximos seis meses, de los accionistas que tengan grandes cantidades de acciones (más del 5%) registradas en los libros de las empresas.
Como resultado, el índice de la bolsa de Shanghai tuvo el jueves un rebote del 6,4%. Un porcentaje superior, a las pérdidas del día anterior.
Recordemos que desde junio los principales índices bursátiles han perdido un tercio de su valor, luego de inflarse un 150% en un año.
Mientras esto sucedía en el extremo oriente, en Bruselas se respiraban aires de optimismo con la crisis griega. Una nueva proposición de medidas de austeridad fiscal, recortes presupuestarios, aumentos de impuestos y reforma al sistema de pensiones, suavizó las tensiones en la Eurozona, previo a la cumbre extraordinaria de este domingo 11 de julio, donde el grupo tomará las decisiones frente a Grecia.
A esta reunión, el primer ministro Alexis Tsipras llegará seguramente con mayores concesiones a las divulgadas el día jueves. Para ello, convocó una votación parlamentaria para este viernes, con la idea que se le autoricen los alcances de la propuesta.
En el análisis no se debe dejar por fuera, que van dos semanas en las que los bancos griegos están cerrados. El sistema bancario solamente opera a través de los cajeros automáticos, pudiendo retirar los depositantes hasta 60 euros diarios.
Políticamente, a Tsipras se le acaba el tiempo frente a la población griega. Si el pánico captura el ánimo de los griegos, el 61% obtenido en el referéndum, en horas se puede convertir en cenizas.
Esta situación ha impulsado al gobierno de los EEUU, así como a las instituciones multilaterales (FMI, BM) a presionar a los jefes de Gobierno de la Eurozona, para que se llegue a un acuerdo con Grecia. Nadie quiere ver una desestabilización de este país, en el actual contexto geopolítico de la región.
Grecia está situada frente a Turquía, pero en un estrecho por el cual navegan los barcos de la flota rusa.
La situación estratégica de Grecia, y su crítica situación económica, no pasó desapercibida para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ya ha comenzado los acercamientos con el gobierno socialista griego. Esto en momentos que Rusia enfrenta un asilamiento del resto de países europeos, como consecuencia de la anexión de Crimea y la rebelión pro rusa en provincias del este de Ucrania.
En este contexto, no es de extrañar que hasta la canciller alemana, Ángela Merkel, haya suavizado su posición frente a Grecia en el marco de la Eurozona.
Los mercados
El jueves, los principales mercados financieros comenzaron a reaccionar positivamente. En general las bolsas cerraron con ganancias, recuperando el terreno perdido de la última semana.
Igualmente, se recuperaron el Yen, el dólar de EEUU y el franco suizo; aunque el euro se devaluó 0,45%.
Ante esta crisis, se hace necesario revisar cómo reaccionan los principales actores. Los inversionistas, suelen ser conservadores y temerosos, cuando empiezan a ver las señales rojas en las carteleras bursátiles.
Literalmente, emprenden carreras en retroceso de naturaleza cuasi olímpica.
Los corredores de las bolsas, comienzan a estudiar cómo sacar partido de la negativa situación. Esto con la premisa que cuando alguien pierde, alguien gana.
Y los políticos, más allá de las poses ideológicas, se quitan el disfraz de lobos, mostrando así su ropaje interior más pragmático. Lo que nos lleva a pensar que ha llegado el momento del pragmatismo. Es mucho lo que está en juego.
Fuente: del Financial Times y Reuters