El tipo de cambio repunta a un ritmo imparable. Este martes, la tasa del dólar paralelo superó los 20.000 bolívares, en medio de una economía en extremo contraída como consecuencia de la extinción del crédito bancario a través del encaje legal.
En concreto, la tasa no oficial se ubica en 20.401,65 bolívares por dólar de acuerdo con el portal de referencia Promedio Dolar VE, no muy lejos de la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), que al cierre de este lunes resultó en Bs. 16.516,01.
Es preciso recordar que, a principios de año, el BCV elevó al 100% el porcentaje de los depósitos que las instituciones bancarias deben congelar, por lo que no se pueden usar para inversiones ni préstamos.
La medida fue tomada como parte de una estrategia para frenar la hiperinflación y contener el tipo de cambio, bajo la premisa de que son los bancos, a través del otorgamiento de créditos, los que presionan el mercado cambiario, pues los ciudadanos buscan dólares para protegerse ante la devaluación de la moneda local.
Pero si bien la política de encaje logró desacelerar momentáneamente el proceso inflacionario, lo hizo a expensas de una caída brutal de la actividad económica y del poder adquisitivo de los venezolanos. Según cifras de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), el consumo se ha reducido en 35% en lo que va de año
El proceso desinflacionario está sucediendo bajo un contexto de restricción crediticia producto del encaje legal, una medida con la cual el gobierno nacional ha tratado de abatir la hiperinflación generando una restricción monetaria que hace más cara la vida en dólares y contrae cada vez más el consumo nacional.
Jesús Casique, economista.
Sin embargo, las presiones cambiarias igualmente se han exacerbado. Especialistas en materia económica afirman que la volatilidad del mercado cambiario responde a factores como:
- Aumento en la ejecución del gasto público.
- Incremento de la demanda por pagos a proveedores que ha hecho el Gobierno central.
- Los agentes económicos buscan moneda de cobertura o activos para cubrirse frente a la hiperinflación que está atravesando el país desde hace 20 meses.
- La expectativa e incertidumbre de los consumidores y agentes económicos que no tienen confianza con el bolívar.
Estos factores se han conjugado para terminar de pulverizar un salario mínimo de 40.000 bolívares que ya era insignificante ante la hiperinflación que tras haber tomado un ritmo ascendente, se ubica en 1.579,9% en lo que ha transcurrido del 2019.
El Banco Mundial estipula que una persona es pobre cuando recibe un salario inferior a 1,9 dólares diarios.
Con la subida del tipo de cambio, el ingreso mínimo de un trabajador venezolano equivale a menos de 2 dólares mensuales, monto que no es suficiente para cubrir ni el 2% de la canasta básica.
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Llegado el tercer trimestre del año, hay una mayor ejecución del gasto público y esto, posiblemente sumado a los créditos otorgados por la banca pública y privada a la empresa estatal Agrosur y a otros productores, esté llevando a que esté circulando más dinero en la economía nacional y, en consecuencia, el aumento de liquidez presione los precios y el mercado cambiario.
Leonardo Buniak, economista y calificador de riesgo bancario.
El especialista en materia económica, Leonardo Buniak destaca que el problema de confianza y credibilidad en el bolívar es tan alto que una medida tan importante como la liberación del encaje legal, si se llevara a cabo en este momento, representaría un impulso tal que «veríamos subir el mercado cambiario por las nubes».
A juicio del economista, esto mantiene al Gobierno nacional en una gran encrucijada estratégica, pues aunque la liberación del encaje legal es fundamental para aumentar los niveles de intermediación en crédito y, en efecto, reactivar la economía, la medida debe ir acompañada de otro conjunto de políticas que generen confianza, para evitar que los bolívares liberados vayan hacia el mercado cambiario y lo presionen al alza.
