Defender lo individual por encima de las impertinencias del estado
En Venezuela y en todo el planeta existen personas, que sin tenerlo consiente, tienen una concepción del mundo, de la vida y del ser humanos dentro de lo que se ha denominado el pensamiento liberal. También los hay que se confiesan liberales pero carecen de la importante disposición de agruparse con quienes están en la misma línea de pensamiento para emprender, desde las ideas, la acción de conseguir una sociedad mas equilibrada para todos.
Hay igualmente quienes pensando como liberales se afilian a grupos en los que se practican esquemas de doctrinas totalitarias o que pretenden imponer desde su ideología un modelo preestablecido para el mundo.
El liberal es un ente práctico y se limita a extraer consecuencias de las variables que observa en la sociedad, y luego propone objetivos que con alta probabilidad de cumplimiento tendiendo a que estos contribuyan a alentar la ocurrencia de ciertos resultados beneficiosos para la mayoría. Ello siendo tolerante de otros criterios y dispuesto a convivir con lo que le disgusta para preservar la convivencia pacífica. Sabe que el destino obedecerá a su propia iniciativa emprendedora y que el éxito individual de cada quien dependerá la superación de la sociedad.
Un liberal tiene que someter su conducta a la tolerancia de los demás criterios y debe estar siempre dispuesto a convivir con lo que le disgusta. Defiende la libertad y la responsabilidad individuales como valores supremos y a una legislación que garantice la existencia de la propiedad privada para que la libertad y la responsabilidad puedan ser realidad.
Un liberal propugna la existencia de un estado de derecho conformado por leyes universales enmarcado en una constitución que salvaguarde los derechos inalienables de cada individuo fomentado la meritocracia sin que nadie tenga privilegios.
Un liberal cree en un mercado abierto a la competencia y sin controles de precios como la forma más eficaz de realizar las transacciones económicas y de asignar recursos. Sin el diseño arbitrario que se da en las sociedades colectivistas diseñadas por “ingenieros sociales” y dirigidas por comisarios.
Un liberal cree en la democracia representativa como método para la toma de decisiones colectivas, con garantías de que los derechos de las minorías no puedan ser atropellados ante la supremacía de una sociedad civil formada por ciudadanos.
Un liberal busca un estado limitado con un gobierno que se ocupe de funciones básicas y compuesto por servidores públicos obedientes a las leyes con el compromiso de rendir cuentas con arreglo a la ley y estar sujetos a la inspección constante de los ciudadanos.
Estamos seguros, como lo expresamos en el primer párrafo, que muchos pensamos así. Nos quedan los caminos de la búsqueda de una participación conjunta, de un soliloquio individualista o de la entrega en las garras del totalitarismo. Somos libres para escoger; pero debemos escoger el camino de la necesaria convergencia para alcanzar para Venezuela una Democracia Liberal que consagre el principio de vivir con bienestar y libertad.