De Venezuela a Noruega
Si el título de estas líneas le ha sugerido un viaje de placer, está absolutamente equivocado. Intentaremos describir las similitudes y las diferencias que existen entre dos países que fundamentan sus economías en la explotación petrolera.
Desde el punto de vista físico, Noruega es un país con apenas trescientos ochenta y cinco mil kilómetros cuadrados, la tercera parte que Venezuela. Está habitada por cuatro millones seiscientos mil habitantes de los cuales solo el doce por ciento, quinientos veinte mil, viven en la capital. Sus raíces étnicas se remontan a más de doce mil años. La calidad de vida de sus ciudadanos es una de las mejores del mundo.
Desde el punto de vista político es una monarquía constitucional donde la corona tiene funciones institucionales y el parlamento, unicameral, tiene las funciones legislativas que son de primordial importancia. Las labores ejecutivas son llevadas a cabo por el Consejo de Gobierno a través de un Primer Ministro y su Gabinete. Disfruta de la misma Constitución desde 1814 cuando adquirió su independencia.
Es el país petrolero que ha manejado sus recursos de manera más eficiente. En 1990 el gobierno noruego estableció el Fondo Gubernamental Noruego del Petróleo. Allí tiene alojados unos trescientos mil millones de dólares que están invertidos en acciones de unas siete mil empresas de primera línea distribuidas en todo el mundo y bonos que tienen calificaciones de respeto. Sus inversiones representan el tres por mil del mercado bursátil mundial.
El Fondo es administrado por un compacto personal especializado e independiente, dirigido por el Doctor Henrik Syse, de algo más de cuarenta años de edad, que pertenece al Banco Central de la nación y tiene un control primordial sobre la calidad y la ética de las empresas donde invierte. En años recientes, el Fondo retiró sus inversiones en una veintena de empresas que producían materiales destinados a la guerra. Su transparencia es absoluta. La información, de manera exhaustiva, está a disposición de todos los ciudadanos noruegos, a través de Internet.
De acuerdo con las prescripciones legales, solo puede invertir en empresas noruegas el cuarenta por ciento de sus activos y el gobierno central solo puede acceder al cuatro por ciento de su rendimiento para alimentar las pensiones de los retirados.
El producto interno bruto de los habitantes de Noruega asciende a US$ 74.848 mientras el nuestro apenas llega a algo así como US$ 5.000.
Noruega produce tres millones doscientos veinte mil barriles diarios de petróleo y consume doscientos cuarenta y cuatro mil. Un litro de gasolina cuesta unas diez coronas equivalentes a casi dos dólares americanos.
Es el segundo exportador de petróleo del mundo y suministra el quince por ciento del gas natural que consume Europa.
Noruega es miembro asociado a la Comunidad Europea pero sus ciudadanos se han negado a incorporarse totalmente al mercado común pues, como son el país con mayor ingreso per cápita, estarían obligados a subsidiar a los países de menores recursos y las restricciones dispuestas por Estrasburgo a la explotación de las ballenas, atentaría de manera importante a un sector de su economía que es fundamental para muchos de sus habitantes.
Las comparaciones con Venezuela, que son muy fáciles, las dejaremos al criterio de nuestros apreciados lectores.