Dando y quitando
De esta manera se mueven las políticas del gobierno, da cuando le interesa y quita bajo las mismas circunstancias, el problema es que ahora vienen los tiempos de “privaciones y sacrificios” por la Patria.
Si PDVSA termina naufragando habrá perdido Venezuela sin que nadie haya hecho nada para evitarlo, más que hablar tonterías. Cuando salieron de la industria los verdaderos técnicos, tuvieron la precaución de cerrar bien los grifos para que no se produjeran accidentes, pero eso no fue tomado en cuenta, y los actuales inquilinos del “proceso” se encargaron de abrir hasta lo que no se debía abrir, así comenzaron los inconvenientes. Los costos operacionales se abultaron escandalosamente, y la convirtieron en una pulpería, esquilmaron sus pertenencias y se burlaron de pueblo venezolano, acusando cifras de producción inexistente. Hoy la industria está casi trocada en chatarra, hasta el “Good Will” lo perdió. PDVSA habrá que rehacerla palmo a palmo, comenzando con sus “gerentes” y allegados, refundándola con un nuevo nombre, algo como “Petroven”, borrando cualquier rasgo que hayan podido dejar los bellacos. Ciertamente los únicos “ganadores” de este “proceso” serán quienes se cogieron los reales o vendieron los activos de la nación como si fueran suyos, el pueblo perdió, porque tan sólo le quedarán las sobras. Vienen períodos de escasez general, faltará todo cuando no podamos comprarlo en el exterior, cuando no haya dólares, cuando no nos quieran fiar, ni la caridad humana nos alcance. Este país lo acabó su “dueño” el que ambicionaba lo eligieran presidente eternamente, con su método: “dando y quitando”, como no sabe nada de nada, anda para adelante y luego para atrás. Mintiendo a sus seguidores, haciéndoles creer que no le venderá más petróleo a USA, mientras paga sumas millonarias en antesalas de adulancias a los gobiernos extranjeros. Son payasearías que ya conocemos todos y están abatiendo al país, sus cooperativas desaparecen y el agro fue expropiado para inhabilitarlo por mucho tiempo sin posibilidades de cosechar algo. Es ahora cuando Hugo Chávez se da cuenta que no hay leche porque tampoco hay vacas y pretende librarse de toda culpa. Se dio también cuenta que los controles de precio no le sirvieron para nada. Igual se entera que no comemos camionetas 4×4 y que los dólares deben ser redistribuidos para la adquisición de alimentos.
La cuestión es que no estamos comenzando un gobierno, sino concluyéndolo estrepitosamente en una grandilocuente derrota, son diez años perdidos para nosotros, entretanto el oficialismo se llena de oro. Qué pasará cuando falten las divisas para las importaciones imprescindibles, pues cualquier cosa, los bancos estarán expuestos a la quiebra, aumentará su cartera de préstamos en morosidad, y llegaríamos al tan temido corralito.
El embarque fue mayúsculo para quienes se sintieron ricos y revolucionarios acompañando al comandante, tendrán la desdicha de perderlo todo, igual que quienes hemos venido denunciando o pateando las calles de Venezuela, ahítas de protestas contra el latrocinio, escasez e inseguridad. Esto no se callará cerrando periódicos ni televisoras; Venezuela sucumbe y llegó el momento de establecer responsabilidades a esta “administración”, de no hacerlo, lo harán nuestros acreedores y habidas cuentas se llevaran lo poco que quede del remate. Ya la oligarquía oficialista está rica y advertiremos quienes los acogerán en el momento de su partida. Si se impone la justicia divina o la terrenal, porque aquí no se hace nada para evitar la ruina del país.
No nos sorprenderemos cuando veamos a los pomposos nuevos ricos andando en carretillas, y les quiten lo mal habido. Será la parte inversa de la “revolución”, donde los “frutos” se convertirán en deshechos y dejarán una nación en plena aridez para esa pubescencia que tenemos, quienes por cierto no se recordaron de su día memorable. Los viejos al cadalso y los jóvenes descalzos serán las secuelas de este “proceso” próximo a fenecer por combustión espontánea.