Economía

¿Cuánto gasta el imperialismo petrolero?

Para indagar sobre el gasto que ejecuta el Gobierno de Venezuela hay que realizar la faena de un detective. El Ministerio de Finanzas mantiene una opacidad total en sus estadísticas, las cuales no publica con toda la información pertinente ni con oportunidad requerida. Esta labor de indagación sobre el gasto del Estado en Venezuela se ha dificultado todavía más en virtud de la ampliación de las erogaciones extra presupuestarias que realiza el Ejecutivo internamente y los cuantiosos montos sufragados en el exterior.

Con relación a las transacciones externas del Gobierno, es evidente que ellas tienen como objetivo el financiamiento del expansionismo que adelanta la revolución bolivariana en América Latina. El ocultamiento de las cifras ha sido una práctica recurrente del Gobierno, con la intensión de que no se devele la cuantía de su intromisión. No obstante, de la presentación de los datos de la balanza de pagos por parte del BCV, correspondiente al primer trimestre de 2006 se puede evidenciar parcialmente la magnitud del gasto de la política imperial que adelanta el Gobierno por sus predios americanos. Parcialmente, debido a la existencia de cuentas que mantienen el Gobierno y PDVSA en el exterior, que no son objeto de registro contable por el BCV, porque no se computan como reservas internacionales. Como se ha argumentado, son varias las modalidades que utiliza el régimen de Venezuela para someter la voluntad política de Gobiernos regionales, entre otras la inversión directa, el financiamiento de la factura petrolera, la compra de bonos, el financiamiento y ayuda en efectivo, entre otros. Aquí no debe haber espacio para la duda: no se trata de ayuda, sino la colocación de fondos públicos con un rédito político esperado: el apoyo al Gobierno de Venezuela y la eventual conversión de esos Gobierno es adeptos del Presidente Chávez.

El monto gastado

La balanza de pagos de un país recoge las transacciones entre los residentes de Venezuela y los del exterior, denominado, resto del mundo. Estas transacciones pueden ser en bienes y servicios con lo cual se estima entonces la cuenta corriente de la balanza de pagos. Cuando se establece el movimiento de activos financieros, el banco central calcula la llamada cuenta de capital y financiera. Debido a la influencia del petróleo, tradicionalmente la cuenta corriente tiene saldo positivo, es decir, Venezuela exporta más de lo que importa. Contrariamente, la cuenta de capital y financiera, es deficitaria lo que refleja las salidas de capital en Venezuela, usualmente realizadas por el sector privado, ante la incertidumbre que caracteriza a Venezuela. Sin embargo, los resultados de la balanza de pagos durante los primeros tres meses de 2006 evidencian un cambio radical en los registros exteriores de Venezuela: los capitales los está sacando en sector público, no el sector privado. Ha sido tal la magnitud de las salidas de capital que realizó el sector público de Venezuela que el superávit de la cuenta corriente de US$ 7.470 millones, prácticamente fue consumido por el déficit de la cuenta capital y financiera, al acusar ésta un déficit de US$ 6.208 millones. Es decir, el 84% del saldo superavitario de las exportaciones petroleras los gastó, principalmente, el Gobierno en el exterior. Ese gasto no es otra cosa que la expresión del financiamiento del plan político que está ejecutando el Gobierno de Venezuela en su patio trasero.

Una desagregación entre transacciones públicas y privadas evidencia los montos que el Gobierno ha estado ocultando durante largo tiempo. El valor de lo gastado es todavía incompleto pero reflejan en buena parte la magnitud del esfuerzo político externo de Venezuela, tal como se expone en el cuadro.

Las cifras no admiten discusión: el Gobierno de Venezuela, con su política de expansión internacional, fundamentalmente en América Latina, gastó durante el primer trimestre de 2006, aproximadamente, la cantidad de US$ 2.906 millones, en la inversión directa, tales como la compra de bancos y otras inversiones, realizada por Bandes, Banco Industrial de Venezuela, la adquisición de deuda emitida por gobiernos, el financiamiento de la factura petrolera, sin incluir tanto las transferencias unilaterales como los recursos que no pasan por la contabilidad del BCV. Es tan evidente la magnitud del gasto que en la nota de prensa del BCV, se lee lo siguiente: “Con relación a la inversión directa, destaca el incremento del financiamiento comercial otorgado por el sector público a sus relacionados en el exterior”.

Asistimos a una cruzada internacional del Presidente Chávez para incidir en el curso de la política de América Latina, valiéndose para ello de los inmensos recursos que ahora aporta el petróleo, la cual se disfraza de ayuda. Afortunadamente las estadísticas del BCV permiten visualizar en parte lo que parecía escondido.

Mercados turbulentos

La caída que experimentaron las bolsas de valores en el mundo la semana pasada ha creado incertidumbre sobre la rentabilidad de las inversiones en título de deuda y en las acciones de las empresas. Las pérdidas han sido cuantiosas, como reflejo de la caída de los precios de los bonos y de las acciones. Por ejemplo, en la bolsa de Madrid los inversionistas perdieron más de US$ 40 millones en las últimas dos semanas. Esta situación refleja la volatilidad del mercado internacional, la cual tiende a golpear a las economías de América Latina endeudadas en dólares, toda vez que las tasas de interés experimentan una tendencia alcista como resultado de la política monetaria restrictiva que adelanta la Reserva Federal. Pese a la política macroeconómica sensata que la mayoría de los países de América Latina instrumenta, estas perturbaciones inciden sobre el crecimiento al tiempo que afectan la estabilidad monetaria. Ya se había anunciado que el sostenido aumento de los precios del petróleo más temprano que tarde causaría un estremezón en los mercados mundiales.

Crece la economía de los Estados Unidos

La economía de los Estados Unidos acusó un aumento anual de 5,3% durante el primer trimestre de 2006, superior al estimado originalmente. Este crecimiento del PIB es el mayor desde el tercer trimestre de 2003. La capacidad de la economía estadounidense ha demostrado una fortaleza que no su tiene la de su par europea, donde las tasas se crecimiento no pasan de 2,0%. Parte importante del crecimiento sostenido de los Estados Unidos guarda relación con la innovación tecnológica, el verdadero motor del crecimiento. Esta expansión es una buena noticia para los países que exportan bienes hacia los Estados Unidos, pero también puede provocar un alza todavía mayor de las tasas de interés con el objeto de prevenir el resurgimiento de la inflación. Las ganancias de productividad son la base de ese crecimiento el cual va a seguir a pesar de los altos precios del petróleo. Así, se sigue ampliando la brecha entre la economía estadounidense y la del resto de los países desarrollados.

El rollo del BCV
Ya se había advertido: el BCV arrojaría cifras rojas. Hay que distinguir entre la pérdida en operaciones derivada del hecho de que los gastos superan a los ingresos de la pérdida patrimonial. La primera se produce debido a la combinación de menores ingresos financieros que ocasiona la transferencia de parte de las reservas internacionales a Fonden y el aumento de los gastos ocasionados por la deuda del ente emisor con la banca. Pero más importante es la pérdida del patrimonio, la cual guarda relación con el hecho de que el BCV cedió US$ 6.000 millones de sus activos a Fonden que al no compensarse con una disminución del pasivo genera la citada pérdida patrimonial, no obstante los artilugios contables. El Directorio del BCV aplica una contabilidad por partida doble: por un lado, en 2005 hizo un asiento por el traspaso de US$ 6.000 millones en el activo y cuando en 2006 traspasa US$ 4.000 millones, lo carga contra el capital. Esto no lo entiende nadie: la misma transacción es registrada de dos modos distintos.

Algo exótico
Cuando algunos europeos vienen a América Latina, les causa curiosidad la vestimenta de nuestros indígenas. Siente una especie de remordimiento histórico por los años de colonialismo en esta tierra. A otros les atrae los experimentos políticos que observan con beneplácito pero que no desean en sus países. Esta conducta de tratarnos como algo simpático aumenta cuando ven poses de líderes latinos como a Hugo Chávez disfrazado de jefe indígena en Bolivia. A los europeos ello le provoca risas y a nosotros indignación porque lucimos como unos parias intentando revivir lo que la historia dejó atrás. Resulta imposible pensar que estadistas como Ricardo Lagos o el Presidente Lula Da Silva, se rebajen y con ello a sus pueblos con atuendos y conductas que desdicen de su condición de dirigentes políticos.

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