Costos generados por el cierre de la Autovía Caracas – La Guaira
El pasado día 5 de Enero, el ministerio venezolano de infraestructura tomó la decisión de cerrar al tráfico rodado la autovía que desde hace muchos años une, como vía principal terrestre, La Guaira y Maiquetía con Caracas.
Se estima que esta decisión obligada por el deplorable estado de la misma, quizás por abandono, quizás por el tiempo transcurrido desde su construcción y la zona geográfica que atraviesa, quizás por el aumento día a día de tránsito rodado de carga pesada, ha hecho disminuir en un 30% la actividad comercial entre La Guaira-Maiquetía y Caracas.
Se ha diversificado este tránsito rodado por carreteras alternativas, desde hace tiempo no usadas, quizás, dada la situación, a corto plazo, no hay otra solución pero esto colapsa aún más este tráfico haciendo interminable el tiempo que debe transcurrir entre Caracas y La Guaira y viceversa.
Así, este tráfico por esta autovía desde las 21,00 horas hasta 5,00 horas de cada día y el peso de carga ha sido reducido a la mitad si supera los 485 Kls.
Esto ha dado lugar a que buques que antes atracaban en La Guaira, ahora, se desvíen a Puerto Cabello, especialmente para aquellos que transportan productos perecederos.
Pero los containers están apilados en los muelles de La Guaira durante un tiempo medio superior a los tres días y ello, sin duda, afecta a los que tienen esos productos perecederos y tiene que ser desplazados hacia el interior del territorio venezolano, dándose el caso de que es el propio gobierno venezolano el que se ve obligado a importarlos porque, como sabemos, Venezuela está dedicada en monocultivo al crudo.
Se espera poder tener en condiciones de tráfico el puente cuya fotografía encabeza este artículo hacia finales del mes de Febrero del año en curso y así poder conseguir restaurar la normalidad del tráfico de esta autovía, vital para Caracas y en definitiva para Venezuela hoy por hoy, vital para Caracas y en definitiva para Venezuela.
Pero si dicho puente no está finalizado para dicha fecha, es entonces, cuando el puerto de La Guaira y Maiquetía sufrirán seriamente las consecuencias de esta situación, incluyendo la posibilidad de tener que desviar todo el tráfico marítimo a Puerto Cabello.
A su vez, esto producirá un embotellamiento o saturación de buques atracados y en espera por falta de muelles de atraques porque es evidente que Puerto Cabello no puede absorber, de repente, simultáneamente, el tráfico marítimo de La Guaira y el suyo propio.
Las demoras por atraques, por desvíos hacia este puerto tendrán que ser repercutidas en los precios de los fletes y en definitiva en el precio final al consumidor de los productos importados.
Mientras, es difícil poder entender como se piensa en hacer grandes oleoductos hasta Argentina, cuando no se ha evitado (porque se veía venir poco a poco) el deterioro de esta autovía, que se llegue a esta situación alarmante y grave.
Recordamos una mancha negra de asfalto que no solidificaba ya casi a la entrada de Caracas y una y otra vez se levantaba y se volvía a asfaltar sin que el problema se solucionara.
Pero así son las cosas. Mientras Venezuela y toda su red de carreteras se deteriora día a día, se piensa en grandes obras tales como ese gran oleoducto a los que ya determinados técnicos han puesto sus reparos dadas las dificultades geográficas y medio ambientales que presenta.
(*)DIPLOMADO EN PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
(UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID)