Comunidad Andina: entre la desesperanza y el realismo
Contrario a lo que ha expresado el Presidente Chávez sobre que la Comunidad Andina (CA) ha muerto -impulsado él a decir esto entre otras razones por la firma de acuerdos entre Perú y Colombia por una parte y EE.UU. por la otra-, lo que puede afirmarse es que ha terminado en resultados como ya se había previsto, por razones relativamente independientes de los desafueros de la actual administración en materia de integración. El propio Presidente Chávez en momentos en que ha tenido mayores simpatías que las actuales con la CA expresó en años relativamente recientes elementos de optimismo sobre su futuro. No en balde ella es la más coincidente con su entusiasmo bolivariano en materia de integración pues abarca a países cuya dinámica histórica y cercanía es harto conocida.
¿Donde quedan ahora los efluvios integracionistas bolivarianos cuando con la misma ilusión que ha habido en varias experiencias latinoamericanas, la propia administración actual del país se propone la menuda tarea de reestructurar MERCOSUR? ¿No habrá en esta administración alguien suficientemente conocedor de la dinámica negociadora y política de brasileños y argentinos como para advertir las dificultades y problemas que una expectativa de tal tipo pueda implicar? Sabemos que si hay personas con ese conocimiento.
De cualquier manera, ese es otro problema que en adelante se desarrollará. La CA por su parte ha estado siempre marcada por varios elementos. Entre ellos:
-La tendencia necia de administradores que creen que los mercados son la simple suma de habitantes aunque de gente muy pobre se trate. Ninguno de los países de la CA, digan lo que digan los neoliberales populistas o populistas neoliberales que las han administrado recientemente según sean los casos -o también lo que registren algunos organismos internacionales que en casos le hacen el juegos a los gobiernos-, ha mejorado significativamente las condiciones sociales y de distribución del ingreso de sus poblaciones. El Presidente Toledo, ya próximo a salir y después de haber prometido tanto, solo ha alcanzado a afirmar que “la casa esta lista para la cosecha”. Esto es: que hagan los que vienen.
-La idea de que porque tuvimos vínculos en el pasado, las administraciones y poblaciones actuales igual deben tenerlos aunque se observen tendencias disímiles. En sentido contrario puede resaltarse como poblaciones como la de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia (nada más y nada menos que la capital económica de Bolivia) tienen de tiempo atrás relaciones mucho más intensas con Brasil que con cualquier nación de la CA. Igual sucede en otros ámbitos cuando consideramos el binomio Argentina-Perú. Estas cosas las han ignorado -y no por desconocimiento- varios administradores de las naciones andinas.
-La tendencia de parte de los administradores a permanentemente reestructurar el proyecto y dinámica de lo que hoy se conoce como CA, sin reconocer los fracasos e incumplimientos notorios que en varios ordenes se han presentado en numerosas experiencias de la dinámica de la misma. La CA, así, como buena parte de las propuestas de integración en la región, han sido enfocadas con aquellas ideas de “ahora o nunca” o “ahora si es el momento” (en tal sentido la invitación del Presidente Uribe el 18 de los corrientes a reestructurar la CA no pasa de ser más que una tremendura de buena intención). Esa es la posición que el Presidente Chávez hereda de su transito por la CA y que ahora quiere trasladar a MERCOSUR. Más aun, su idea de retirar a la nación de la CA no es que liquida a la CA, sino que se monta sobre su propio conjunto de errores acumulados desde mucho tiempo atrás a las gestiones administrativas del Presidente referido. Es curioso además, como la administración actual habla de referéndum para participar o no en otras experiencias y en días recientes la nación y los opinadotes de oportunidad se levantan viéndose sin ser miembros de la CA porque la actual administración así lo decidió.
-La influencia permanente que ha tenido en su marcha la llamada desde hace tiempo integración entre socios desiguales. Este tipo de integración entre naciones puede concebirse teóricamente y en la práctica ejecutarse, lo que es de destacar es que en el caso la CA ello ha implicado la permanente solicitud de Bolivia y Ecuador a que se les otorgue un trato preferencial, el cual entre otros factores afectó la posibilidad de ejecutar el arancel externo común y la propia materialización de la Unión Aduanera así como la ejecución de empresas andinas y programas sectoriales de desarrollo industrial.
-La CA como otras experiencias de integración en América Latina ha sido omniabarcante desde los deseos de los administradores. Se quiere resaltar que la posición de estos últimos ha sido siempre la de querer una integración no por fases o etapas sino una tal que resuelve todo sin resolver nada. Se ha tratado de la típica desviación latinoamericana donde se plantean metas muy grandes y se logran muy pequeñas. Más aun, permanentemente se ha tenido de referencia la Unión Europea en discursos, discusiones y otras experiencias aunque nuestra propia experiencia a lo interno haya tenido más divergencias que convergencias, ya se trate de lo interno de cada experiencia de integración o la que pudiese darse entre las variadas experiencias en cursos. Varios organismos internacionales han sido particularmente suaves a la hora de interpretar y evaluar los fracasos que en metas diversas hayan tenido los procesos de integración en curso en la región. Incluso, el propio Presidente Chávez ha colaborado en esta desviación pues –sin desconocer cualquier buena intención- es él uno de los que permanentemente en la región ha hablado de buscar una integración mas completa y no solo en el plano comercial.
-Colombia y Venezuela han sido siempre los socios fundamentales de la CA y puede decirse que tuvieron períodos muy notorios de desarrollo comercial en tiempo reciente. Sucede sin embargo que puede afirmarse que Venezuela en las gestiones del Presidente Chávez ha venido desarrollando otros intereses geográficos y políticos y Colombia -con buen interés- ha venido apuntalándose mejor a lo interno de la Comunidad. En sentido general puede afirmarse que Colombia casi ha duplicado a Venezuela en los años 2004 y 2005 en exportaciones intracomunitarias.
En fin, son varios los problemas estrictamente de comercio y desarrollo que han afectado los desempeños de la CA. No atañe esto solamente a una gestión descubridora por parte del Presidente Chávez. En su caso hay elementos políticos y por qué no decirlo de preocupación bienintencionada desde su perspectiva sobre los modelos de desarrollo. Su administración ha tenido altibajos a la hora de interpretar los procesos de integración. Pero equivocados o no tienen un sentido de lo que quieren hacer. Lamentablemente no se pueden vislumbrar muy buenos resultados.
A inicios año 2002 en reunión de los países andinos celebrada en Santa Cruz de la Sierra Bolivia el Presidente Chávez no dijo absolutamente nada nuevo a lo que ya había venido afirmando, pero dijo nada mas y nada menos esto: “estos mecanismos de integración, como el nuestro, fueron elaborados (…) con patrones o con ideas enmarcadas en el concepto del capitalismo neoliberal que tanto daño le ha hecho a este continente. Preguntamos desde Venezuela: ¿Es con ese modelo económico que nosotros vamos a lograr una integración plena de nuestra región, es con ese modelo económico excluyente de las mayorías, excluyente de los campesinos, excluyente de los indígenas, excluyente de las juventudes que le niega los derechos humanos fundamentales a las mayorías, la educación, la salud, la tierra, la vida misma, es con ese modelo salvaje que nosotros vamos a integrar nuestro continente como lo necesitamos? No, desde Venezuela decimos no, creemos que no es por ahí el camino.” El mismo Presidente Chávez y su gobierno que han planteado hoy día transformar el MERCOSUR.
Mientras, en tiempo reciente, pudimos leerle unas declaraciones al secretario general de la CA sobre las ideas del Presidente Chávez y sus frustraciones que -a nuestro parecer- expresaban poco cuidado diplomático o avizoraban un conflicto y han debido merecer de parte de la cancillería Venezolana una respuesta bien seria.
En cualquier caso, mientras El Presidente Toledo con entusiasmo firmaba el acuerdo gestionado por él con EE.UU. y mientras el presidente Chávez procesaba su definición de retiro de la CA, el mismo secretario actual de la CA –aun reconociendo dificultades- escribía en diarios de la región haciendo un balance típico de los que siempre se han hecho a lo interno de los países andinos: “La fuerte institucionalidad de la cual se ha dotado el proceso, que sobresale frente a otros procesos de integración regional, ha posibilitado que la normativa comunitaria mantenga su vigencia y preeminencia sobre los acuerdos con terceros. Así, la integración andina se consolida como un escenario que favorece la inserción internacional de los países miembros, y simultáneamente se fortalece como espacio para la profundización de los lazos económicos, políticos y sociales entre ellos.” “Además, gracias a las decisiones de los presidentes en las cumbres de Quirama, Quito y Lima, la integración andina tiene hoy una agenda multidimensional que ha rescatado la perspectiva del desarrollo para el proyecto comunitario y que avanza en estrategias de cooperación alrededor de áreas clave como la energía, el medio ambiente y la cohesión social, con la activa participación de actores centrales, entre los cuales se destacan las Pymes, gobiernos locales, empresarios nacionales, sindicatos y redes sociales de las más diversas expresiones de la subregión.” -Allan Wagner Tizón, Secretario General de la Comunidad Andina Artículo publicado en los diarios Portafolio de Colombia (17.04.2006), La Razón de Bolivia (18.04.2006) y El Comercio de Lima (18.04.2006)-.
Cualquiera que leyese esto podía afirmar: ¡aqui todo está muy bien!