Economía

China: Crecimiento y desigualdad

Desde las reformas que inició Den Xiaoping, China ha tenido un crecimiento impresionante. En un contexto mundial globalizado, un régimen claramente autoritario-el poder político lo ejerce el partido “comunista”- pero con una economía básicamente capitalista y cada vez más apegada a mecanismos de mercado, ha aprovechado su escala y abundancia de oferta laboral “disciplinada” para protagonizar uno de los procesos de de crecimiento mundial más espectaculares. También ha aumentado la desigualdad.

Dos análisis

Un trabajo relativamente reciente de Ravallion y Chen (El progreso (desigual) de China contra la pobreza, Banco Mundial, WP 3408, Septiembre, 2004) confirma las estimaciones realizadas por Sala-i-Martin (La distribución mundial del ingreso, NBER, WP 8933, Mayo 2002): Si bien el elevado crecimiento de China ha logrado reducir la pobreza en forma dramática, también ha estado acompañado de un aumento de la desigualdad. Los períodos considerados son diferentes (1980-2001, Ravallion y Chen; 1970-1998, Sala-i-Martin) y también los métodos, pero los resultados son cualitativamente análogos.

Sala-i-Martin indica,

“Aproximadamente un tercio de la función de distribución se encuentra a la izquierda de la línea de pobreza de 1 dólar por día (lo que implica que un tercio de los ciudadanos chinos en 1970 vivían en la pobreza absoluta) y cerca de tres cuarto de la distribución estaba a la izquierda de la línea de 2 dólares por día.”

“En 1998, la fracción de la distribución por debajo de la línea de un dólar por día es ahora de menos de 3% y la fracción por debajo de la línea de dos dólares por día es menos de un quinto. Una característica interesante a destacar es que la distribución de la función es más ‘dispersa’ en 1998 de lo que fue en 1970 o 1980. Ello refleja el conocido incremento de la desigualdad en China. En síntesis, en los últimos veinte años los ingresos de los chinos han crecido, las tasas de pobreza se han reducido en forma dramática, y las desigualdades dentro de la nación más poblada del mundo se han incrementado.”

Por su parte, Ravallion y Chen,

“China ha hecho un inmenso progreso general contra la pobreza, pero ha sido un progreso desigual. En el período de veinte años después de 1980, la proporción de la población viviendo bajo nuestras nuevas líneas de pobreza, cayeron de 53% a 8%.”

Más adelante agregan,
“La desigualdad absoluta se ha incrementado en forma apreciable a través del tiempo, tanto dentro de las áreas urbanas como las rurales, y la desigualdad dentro de las áreas urbanas es más alta.”

El coeficiente de Gini (medida que toma valor de cero en la extrema equidad y aumenta hasta 1 con la extrema desigualdad) ha pasado de aproximadamente 28 por ciento en 1981 a 45 por ciento en 2001, o a 39 por ciento sí se consideran ajustes en el ingreso de la población rural.

Un interrogante es la asociación entre el alto crecimiento y el aumento de la desigualdad. La llamada curva de Kuznets supone que la desigualdad disminuye en los niveles altos de ingreso, pero a través de una dinámica con un patrón de “U” invertida: el paso de ingresos muy bajos a ingresos altos implicaría una etapa intermedia donde aumenta la desigualdad. En el caso chino parecía claro que la desigualdad aumentaría, dado el paso de una economía dirigida, con un ingreso muy bajo y homogéneo, a una de mercado.

Según Ravallion y Chen el primer gran impulso al crecimiento se dio al “liberar” al sector agrícola, especialmente al deshacer las políticas colectivistas. También jugo un papel relevante la “liberación” de los precios agrícolas y al hecho de que la eliminación del colectivismo tuvo como resultado una distribución relativamente equitativa de la propiedad.

“Así existían ganancias relativamente sencillas que podían obtenerse deshaciendo las políticas fallidas-descolectivizando la agricultura y colocando la responsabilidad de la producción agrícola en las familias. Ello trajo grandes ganancias a los pobres.”

La explicación tradicional que asocia el aumento de la desigualdad y el elevado crecimiento, al menos por un período, tiene que ver la estructura de dotación de factores productivos y su efecto en la distribución funcional del ingreso. Específicamente, con la escasez relativa de capital físico y capital humano calificado, y abundancia de mano de obra no calificada. Dada esta dotación, una fuerte acumulación de capital físico pude reducir la pobreza y tender simultáneamente al aumento de la desigualdad.

La desigualdad como preocupación

Ravallion y Chen consideran que el incremento de la desigualdad en China podría generar dificultades futuras.

“La desigualdad ha emergido como una preocupación tanto para el crecimiento como para la reducción de la pobreza”.

Aun en Asia, en países con poca tradición democrática, el crecimiento y aumento del ingreso han estado asociados (a largo plazo) con la democratización política de la sociedad, la cual puede incidir en mejorar la distribución del ingreso al facilitar las reivindicaciones sociales. A pesar de que China se ha alejado del maoísmo, hasta ahora ha mantenido el autoritarismo. Veremos que pasa en el futuro.

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