Caso penoso del Guayana Country Club
No hay peor abuso con desarrollos habitacionales en toda Venezuela que el que ha hecho éste gobierno con “Guayana Country Club” que desde hace cinco años se llama “Campaña de Guayana”. Y la responsabilidad entera es de este gobierno, propietaria de todo a través de CVG Ferrocasa. Van siete años de promesas y engaños. Los compradores, casi todos profesionales asalariados, trabajadores de CVG y sus empresas, maestras y profesores, hicieron enormes sacrificios para pagar en un año las cuotas iniciales del 50% que les exigieron los promotores. Pidieron sus prestaciones, vaciaron sus cajas de ahorro, se saltaron sus vacaciones. Se privaron de todo. Hicieron “vacas” familiares. Pero pagaron y cumplieron. Las casas y apartamentos debían estar hechas en dos años. Nunca les respondieron. Con su dinero se trabajó pero no se cumplió.
A partir de 2005 el gobierno asumió el 100% de ese proyecto que dirigía con 50%. Van cuatro presidentes de CVG-ministros del Mibam desde entonces: Álvarez, Khan, Sanz y de nuevo Khan. Y un mismo presidente de Ferrocasa. Todos prometieron. Ninguno resolvió y peor aún: en esos 5 años ocurrieron algunos de los peores atropellos, como el de imputar judicialmente como delincuentes a 40 familias propietarias, que habiendo pagado, desesperados y por resistirse a pagar los “ajustes” exagerados que el gobierno quería obligarlos, ocuparon sus propias casas. Esta vez tampoco sirve la falsa excusa complaciente de que “es un burócrata… es un ministro malo”. ¡Es el gobierno!.
¿Escucharon a Chávez el domingo acusar de todo y con los mas duros calificativos a los constructores privados que no han cumplido con los plazos, no terminan las construcciones y exigen aumentos desmedidos?. ¡Justo, exacto y multiplicado lo que su gobierno ha hecho en “Campaña de Guayana”!. Igualíto. Una copia al carbón pero mas dura. Era para dos años, van siete años y nada. La gente pagó y no tiene casa. No les entregan sus viviendas, presionándolos a que paguen mas. Mas de la mitad de las casas no han sido hechas. Las “obras comunes” no existen. Les exigen “ajustes” que aumentan el precio de sus viviendas en hasta 200%.
Los relatos de los afectados son espeluznantes. Por ejemplo, cada vez que viajaban a Caracas, al Mopvi, a la vicepresidencia, al Indepabis y otros organismos, los recibían con los brazos abiertos…. ¡hasta que ellos decían: “somos de Guayana Country Club”!. En ese momento, las sonrisas se transformaban en muecas. Los brazos abiertos en lamentos: “Bueeeenooo, es que ustedes saben… ese es un caso diferente… no podemos hacer nada….”.
O sea que era una “política de estado”. Todos en el gobierno sabían que era el propio gobierno el que quería imponer sus “IPC”, sus “ajustes” y el que no tenía como concluir las obras. Pero a “la revolución-intergaláctica-histórica” no se la puede tocar ni con el pétalo de una rosa. El doble rasero. El doble discurso. La doble moral.
Ayer pegaron carreras en CVG
Esta denuncia ha sido hecha en muchos medios muchas veces a partir del esfuerzo de lucha de los afectados, quienes han sido presionados y amenazados con despidos y con peores cosas. Los periodistas de Correo del Caroní han escrito docenas de veces. En varios espacios de radio o TV regional también. Nosotros mismos hemos escrito de este caso en esta columna en el pasado. Esta vez, sin embargo, la denuncia desnudaba lo falaz del discurso del caudillo en el domingo. La maniobra para hacerse “el justiciero vengador” quedaba en entredicho. El truco demagógico y populista quedó desnudo. Ayer se publicó un amplio reportaje en Tal Cual y en Código Venezuela, además de ésta columna. El caso saltó a Caracas justo cuando atrae el interés noticioso por las expropiaciones. Los afectados hablaron en “Público & Confidencial en la radio”.
Ayer en la tarde, el directorio de CVG citó “de urgencia” a la directiva de Ferrocasa para tratar el punto. ¿Qué decidieron?. ¿Tapar la cosa abriéndose a las soluciones que nunca le quisieron dar a la gente?. ¿Insistir en los atropellos tratando de justificarlos?. No lo se. Veremos. Al parecer Khan los urgió desde China. Porque, por cierto, el ministro se fue a China junto a dos altos gerentes de CVG. En medio de la huelga en VenIrán y de las protestas de los cevegistas porque les violan sus contratos colectivos y los dejan indefensos sin seguros. En medio del escandaloso desastre de Ferrominera. Que sabrosa es esta “revolución”.