Carabobeños condenan aumento arbitrario de Bs 300 de pasaje
Cristhopher Borrero /Carabobo
@CristhopherB
Se puede tomarle el pulso a Carabobo en una camionetica. La tensión está en el aire. El repiqueteo de timbales advertían que al conductor le gusta la salsa, muchos ignoran los altos decibeles, otros apartan los vapores del cuerpo con un agite incesante de palmas y trozos de papel. Eran las 9:30 am del pasado domingo 4 de junio y el sol carabobeño ya asaba a los pasajeros.
El bus cargó pasajeros en Puente de Bárbula, municipio Naguanagua. Al abordar la unidad un papel improvisado indica que el costo del pasaje es de 300 bolívares. Nadie comenta nada, pero todos rebuscan en sus carteras y sacan cuentas.
Al cabo de 20 minutos estalló el altercado. “Ese papel es no es oficial. No tiene firma, sello ni ha sido respaldo por ningún vocero pana. Agarra los 50 bolos del pasaje estudiantil o no te pago nada”, reclamó un joven universitario al colector, que pretendía cobrarle los 300 bolívares bajo un presunto aumento sobrevenido.
Al estudiante de la Universidad de Carabobo (UC) lo respaldaron seis compañeros y un puñado de ciudadanos que viajaban en la misma unidad. Con caras agrias pero superados en números, tanto el cobrador como el chofer optaron por bajar la guardia y aceptar el pago. La mayoría de los presentes aprovecharon la situación para desembarcarse en la parada del C.C. Camoruco, situado en la avenida Bolívar de Valencia. A lo largo del día otros hechos similares fueron registrados.
La otra cara de la moneda
Esa misma tarde un conglomerado de ciudadano permanecía expectante al arribo de transporte, eran las 5:45 pm y todavía ningún autobús con dirección a Puente de Bárbula, pasaba por la pasarela del Big Low Center, Municipio San Diego. Los usuarios acumulaban más de hora y media en espera.
Cuando el reloj marcó las 6:00 pm, tres unidades aparecieron recordó Javier Cepeda. Entre empujones, templones y correderas los desesperados ciudadanos abordaron los vehículos hasta resbosar su capacidad. La maltrecha unida inició su marcha entre tumbos y vaivenes. No habrían pasado ni tres minutos cuando el colector giró instrucciones. “Son 400 por cabeza, no acepto pago en tickets, pasaje estudiantil, discapacitados, tercera edad ni embarazadas. Si no les gusta los bajamos en el semáforo”, vociferó.
Indignado Cepeda reclamó el abuso, pero nadie lo secundó. Tras un acalorado cruce de palabras el indignado hombre desembolsó el pago. Ante el silencio cómplice de los demás pasajeros. “Los camioneteros hacen lo que le da la gana porque la gente se los permite. Se aprovechan de que es tarde y que las personas están cansadas para sacar ventaja”, consideró el declarante.
El aumento espontáneo tiene cerca unas dos semanas, pese a lo estipulado en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.297 de fecha 8 de mayo de 2017. En dicho documento se expone claramente que las rutas urbanas mantendrían el pasaje a 150 bolívares, mientras que las rutas suburbanas podrían cobrar 180 bolívares, luego desde el 1º de agosto 200 bolívares, y desde el 1º de diciembre, 250 bolívares. A la fecha no existe ninguna referencia que indique lo contrario.
Aumento en cifras
El bolsillo del ciudadano reciente el incremento. El costo del pasaje urbano se duplicó, lo que significa que una persona que tome cuatro autobuses al día dejará de gastar 600 bolívares para pagar 1.200 bolívares diarios. Al cabo de seis días habrán invertido 7 mil 300 bolívares y en un mes unos 28 mil 800 bolívares, es decir 44.2% del sueldo mínimo -fijado a 65 mil con 21 bolívares tras el aumento salarial de mayo-.
La situación es peor para quienes toman seis autobuses al día. Clara Rivera, estudiante y cajera de un restaurante de comida rápida, teme que el grueso de su sueldo sea devorado por el aumento. De seguir la situación deberá usar un estimado de 43 mil 200 bolívares mensuales, lo que supone la desaparición del 66.4% de sus ingresos.
“Tengo que ir de mi casa, en San Diego, a la universidad por las mañanas. Solo en eso tomo dos buses. Al salir voy al trabajo en otra camioneta y de regreso debo tomas dos buses para llegar a Bárbula porque en las noches no están cumpliéndolas rutas. A veces gasto más porque cobras hasta 600 bolívares para traerme a casa”, detalló.
El incumplimiento de las rutas y la disminución de unidades por averías se suman al complicado escenario. Hasta el momento se ha constatado que los municipios San Diego, Naguanagua y Valencia fueron los únicos en asumir el incremento. Mientras que en las municipalidades de Guacara, Los Guayos y Libertador la tasación se mantiene sin alteraciones.