Captahuellas instaladas en mayoría de supermercados privados
Abastos Bicentenario fue el primer supermercado en instalar los dispositivos de control biométrico, desde septiembre del año pasado, para las compras de alimentos y productos de higiene personal con precios regulados. Los supermercados privados, en cambio, incorporaron estos equipos por fases y en la última semana se sumaron casi todas las cadenas.
En los Excelsior Gama instalaron sus equipos en las cajas desde finales de agosto para completar la lista de supermercados privados. Igual sucedió en los Automercados Plaza’s y los Luvebras, que fueron de los últimos en sumarse. En los Unicasa su llegada se produjo a finales de julio, mientras que Makro fue el pionero entre los supermercados privados al instalar las captahuellas desde enero.
Las cadenas de farmacias también completaron el círculo de las captahuellas, dado que Farmatodo las incorporó desde finales de mayo y Locatel se sumó a su uso desde el pasado 1° de septiembre en todas sus sucursales en el país.
En teoría las captahuellas deben utilizarse a la hora de pagar un conjunto de 23 productos que incluyen la harina de maíz precocida, el azúcar, el arroz, la pasta y los desodorantes y pañales entre otros artículos. Sin embargo, los establecimientos implementaron su uso en forma rutinaria para cualquier consumidor y para la compra de cualquier producto sin importar si se trata de uno de la lista de la cesta básica o no.
En el estado Zulia, de hecho, el registro de las captahuellas se utilizó para un armar un seguimiento de los compradores calificados por la Gobernación del estado como “recurrentes” y montar un listado de usuarios bloqueados. Los diarios Panorama y La Verdad publicaron el pasado jueves que más de 10.000 personas ya forman parte de ese listado que todavía no se hace público.
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