Caída del poder adquisitivo impacta niveles de malestar social
El último reporte del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda) correspondiente al mes de mayo ubicó el costo de la canasta alimentaria en 152.255,67, una variación intermensual de 31,6%, equivalente a 36517,63. Las cifras de inflación en alimentos, la más alta registrada por el Cenda, potenciaron el aumento en tres rubros: carnes y sus preparados; cereales y productos derivados y leche, queso y huevos. Estos índices han contribuido, según especialistas, a que el poder adquisitivo se desplome mientras se afianza lo que Oscar Meza, director del Cenda, analiza como un incremento en los niveles de malestar social.
Las imágenes son cada vez más reiterativas, reportes de usuarios en redes sociales, así como testimonios, muestran y narran la situación actual como consecuencia de lo que especialistas denominan como un entorno económico en emergencia. Personas que hurgan en la basura y buscan comida; protestas en diversas localidades del país por la escasez de alimentos y denuncias por mala alimentación.
“El poder adquisitivo sobre el precio de los alimentos −derivado de la canasta alimentaria− actualmente es de menos de 10%, según el ultimo reporte del mes de mayo. Eso es un dato importante y lo que significa es que se pulverizó el poder adquisitivo del salario mínimo”, explica Meza y precisa que su análisis de malestar social no forma parte de las divulgaciones del Cenda, sino que se trata de una investigación cuya motivación es académica, en la que considera dos variables fundamentales de las evaluaciones del Cenda.
En días pasados, durante el congreso de Conindustria, Meza adelantó alguno de los elementos que, según su investigación, conforman un esquema de variables que potencian el incremento del malestar social. La inflación, la escasez, la exclusión laboral y la inseguridad son las variables que propician el desarrollo de niveles de malestar social en una escala determinada.
Pobreza
A pesar de que el Cenda no se encarga de medir niveles de pobreza, Meza precisa que el dato del ingreso es fundamental en ese sentido.
“Los indicadores alternativos, como la canasta básica y la canasta alimentaria permiten medir cuál es la capacidad adquisitiva del salario mínimo, lo que le permite a un hogar satisfacer con un ingreso la compra de alimentos y bienes esenciales. Prácticamente tres cuartas partes del ingreso de una familia se dedica a la compra de alimentos actualmente”.
Luis Pedro España, sociólogo e investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, y quien ha planteado una serie de estudios respecto a las políticas sociales de transición, coincide en que el poder adquisitivo es clave para mejorar los indicadores sociales actuales.
“En el momento en el que salario valga la pena habremos logrado el inicio de una transición necesaria para el país y cada vez mas tenemos que fijarnos en las desigualdades si queremos mejorar en los indicadores”.
A juicio de España, la creciente distorsión de precios que genera una enorme desigualdad en prácticamente dos terceras partes de la población impacta, sobre todo, a los hogares en situación de pobreza.
«Hay un desconocimiento de la situación social, que es como un disfraz con elementos e indicadores muy complejos».
Datos de Julio
A pesar de que el Cenda no ha publicado aún el reporte mensual de la canasta alimentaria correspondiente a junio, Meza adelanta que los indicadores continúan en alza.
“Todo indica, según los números que ya tenemos, que los precios siguen aumentado. El kilo de cambur amaneció en 900 bolívares y, aunque son datos, la situación real es que mucha gente estaba complementando su alimentación con eso. Lo que significa es que tanto en junio como julio el repunte y crecimiento de precios continua de una manera que confirma día a día lo que hemos planteado en cuanto al malestar social”.