Banco del Tesoro
El Banco del Tesoro (BT) no sólo concentrará los depósitos oficiales, sino que actuará como agente financiero del Estado, atenderá la deuda pública, realizará operaciones de comercio exterior, recaudará tributos, efectuará pagos por encargo de la Oficina Nacional del Tesoro, intervendrá en proyectos estratégicos, nacionales e internacionales, promoverá actividades de intermediación financiera, administrará subcuentas del tesoro público, proporcionará servicios bancarios para la administración de fondos públicos y prestará servicios de corresponsalía. No conforme con el amplio espectro de funciones del BT, el Ministro de Finanzas, Nelson Merentes, no descarta que también se convierta en el ente ejecutor y administrador de los recursos depositados en el Fondo Nacional de Desarrollo (que recibirá las reservas internacionales en 2005 y los petrodólares en 2006) y el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM); es decir, el BT pasará a manejar los dólares excedentes que ingresen al país. En 2001, la Asamblea Nacional (AN) aprobó la primera reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela (BCV), buscando una autonomía plena que garantizará la presencia de un BCV moderno, capaz de participar activamente en el desarrollo económico y social del país. Desde entonces, el BCV ha sufrido dos reformas adicionales, las cuales han reducido la autonomía del mismo en lugar de incrementarla – p.ej. el BCV es obligado a declarar utilidades cambiarias semestralmente y a traspasar reservas internacionales- como lo habrían prometido aquellos impulsores de las reformas. Según Merentes, la creación del BT no reducirá el papel del BCV, ya que este “tiene que dedicarse a manejar la política monetaria y macroeconómica y podrá entrar en el juego cuando crea que algo perturba las variables que controla” . Desafortunadamente con la nueva directiva del BCV, son pocas las intervenciones que harán si de alguna manera pueden afectar las políticas revolucionarias del régimen. El Banco del Tesoro le restará funciones al BCV, al encargarse de atender la deuda pública interna y externa del país. El BT surge de la transformación del Banco Hipotecario Latinoamericana, el cual se estaba utilizando para financiar la adquisición de vivienda. La Comisión de Finanzas autorizó un crédito adicional por Bs 30.600 MM para la capitalización de BT, lo que sumado a los Bs 9.390 MM que ya poseía le da el capital inicial de Bs 40.000 MM necesario para cumplir con los requisitos de la Ley General de Bancos sobre bancos universales. El BT arranca con Bs 17,65 BB en captaciones totales de entidades oficiales depositadas en la banca privada, sin contar con los fideicomisos que mantiene el Gobierno en el sistema financiero; es decir, 33% del dinero depositado en la banca privada corresponde al Gobierno, y este será traspasado al BT, lo que afectará al sistema financiero, a pesar que el Gobierno insiste en que los traspasos de los recursos no tendrá un gran impacto en la banca, porque será muy progresivo. El BT será objeto de capitalizaciones progresivas que respaldaran los recursos, los cuales el Min. Finanzas calcula en aproximadamente Bs 15 BB; el primer traspaso de depósitos oficiales ascenderá a Bs 3 BB, o sea, 17% de los fondos que el Gobierno mantiene en la banca privada. La Tesorería Nacional asumirá la responsabilidad de coordinar la migración de los depósitos oficiales al BT. Más del 50% de los depósitos oficiales (Bs 9,9 BB) se encuentran en cuatro de los seis principales bancos del país, por lo que el traspaso de los fondos al BT podría resultar en la desaparición de algunos bancos pequeños y nuevas fusiones bancarias, pero también en riesgos de inestabilidad financiera. Para asegurar el éxito del BT, el gobierno tendría que garantizar eficacia en la ejecución de obras y licitaciones transparentes, e incentivar el crecimiento de la inversión privada garantizando a su vez el diálogo continuo y el respeto a las garantías políticas y económicas de los venezolanos de acuerdo a la Constitución Nacional; todas estas condiciones que al parecer escapan del sentimiento revolucionario y opresor del régimen bolivariano. Según Merentes, “El Banco del Tesoro será similar al Banco del Tesoro de Estados Unidos o el Banco Central de China”, pero la realidad es que para que el BT pueda manejar eficientemente el amplio espectro de funciones para el cual fue creado se necesitaría de una estructura y un conocimiento financiero muy completo. Pero si la administración del Banco del Pueblo y del Banco de la Mujer, los cuales terminaron por invertir la mayoría de sus fondos en bonos del Estado, son muestras fehacientes de la sapiencia con la que cuenta el régimen para asegurar el éxito de la gestión, el BT probablemente no llegará a cumplir ninguna de las funciones que le fueron asignadas.
(*): Editorial del 17/8/2005 de la prestigiosa (%=Link(«http://rev.com.ve/default.asp»,»Revista Económica Venezolana»)%) On Line. (%=Link(«http://www.rev.com.ve»,»http://www.rev.com.ve»)%)
(**): Versión en inglés, (%=Link(7144032,»Treasury Bank»)%)