Economía

Apuntando a otro lado con el mismo Telescopio al revés

Eminentes amigos me cuentan que el microscopio y el telescopio son instrumentos parecidos, porque ambos sirven para aumentar y aclarar detalles de lo que se mira cuando se usan correctamente, pero producen el efecto contrario si se usan por el lado inverso y no son intercambiables. Según ellos, si bien estudiamos los astros con telescopio porque, a pesar de ser grandes, estamos tan lejos de ellos que nos parecen chiquiticos, y estudiamos los átomos con microscopio porque realmente son chiquitos, a pesar de que estamos cerca ellos; desde el punto de vista de los astros, nosotros somos los chiquitos y quizás se necesitaría un microscopio para estudiarnos, mientras que para los átomos somos grandotes, aunque podríamos parecerles muy lejos y usarían un telescopio para comprendernos. Todo depende del punto de vista o de lo que se quiera ver y demostrar. O como diría un malintencionado, todo depende de los prejuicios que se tengan, porque el ser humano no es neutral por estar intrínsecamente permeado de valores.

Me dijeron que no altera el resultado cambiar la dirección en que se apunta un telescopio al revés, o cambiándolo por un microscopio también al revés, porque el estudio de la macroeconomía y microeconomía no dependen del instrumento empleado sino de la manera como se le utiliza.

Estas enseñanzas doctorales de mis eminentes amigos me han ayudado a comprender mejor la naturaleza de los asistentes al foro de (%=Link(«http://analitica.com»,»Venezuela Analítica»)%) y a profundizar mi «completa ignorancia» sobre la economía y los fenómenos que les encanta comentar y teorizar a los cuasi eminentes, para generalizar y convertir en verdades únicas, o en reglas de comportamiento absolutistas.

También han servido para abstenerme de relacionar a (%=Link(«http://www.cpm.ll.ehime-u.ac.jp/AkamacHomePage/Akamac_E-text_Links/Keynes.html»,»Keynes»)%) con (%=Link(«http://www.activemind.com/Mysterious/Topics/Nostradamus/»,»Nostradamus»)%), (%=Link(«http://www.paralibros.com/passim/p20-spc/pg2069ap.htm»,»Apollo 11″)%), o (%=Link(«http://www.elvis-presley.com/»,»Elivs Presley»)%), y no insistir en negar que la tierra realmente sea plana, a menos que me lo diga alguien que me asegure su completa eminencia. Veamos entonces a donde nos lleva todo esto.

Respecto a Keynes, es razonable que un «cuasi ignorante» se limite a recomendar la lectura de un librito publicado en 1960 (colección de artículos críticos compilados por un «uff!, neo-liberal»), aunque mi «completa ignorancia» me hace pensar que más apropiado (por equilibrados y relevantes) seria apuntar el telescopio hacia libritos como los de R. Lekachman [la colección de artículos que publico en 1964, algunos atreviéndose apoyar a Keynes, (Keynes’ General Theory, Reports of Three Decades), D. Patinkin (Anticipations of the General Theory. (1982)), A. Coddington (Keynesian Economics: The Search for First Principles (1983)), Joseph Schumpeter (History of Economic Analysis (1964), Parte I, Capitulo 4 (Sociología de la Economía) y Parte V, Capitulo 5 (Keynes y Macroeconomía Moderna)), Mark Blaug (Economic Theory in Retrospect (1988), especialmente su capitulo 17 (Methodological Postscript)), y el articulo de H. G. Johnson (The General Theory after Twenty-five Years en American Economic Review (1961)).

La misma razón anterior me llevan a recomendar más libritos para una percepción atrevidamente equilibrada sobre los temas que se discuten (incluyendo la problemática teórica y practica de la economía), pero como soy un «completo ignorante» me limitare a recomendar únicamente a Martin Bronfenbrenner (Income Distribution Theory (1969)), Piero Sraffa (Production of Commodities by Means of Commodities (1960)), Robert Heilbroner (especialmente Human Prospect (1975), Economic Problem (1979) y Nature and Logic of Capitalism (1985)), Joan Robinson (especialmente Economics:An Awkward Corner (1966, conocido en español como «El Fracaso de la Economía Liberal») y Economic Philosophy (1962)), y, por supuesto, al mismísimo Michael Kalecki, quien para algunos anticipo a Keynes y fue mejor Keynesiano que el propio Keynes (ver el librito de George Feiwel, The Intellectual Capital of Michael Kalecki, 1978)).

Amerita comentario las referencias al Presidente (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/hchavez/default.asp»,»Chávez»)%) «utilizando los bienes de los DEMAS» y al amigo (%=Link(«http://www.marxists.org/reference/subject/philosophy/works/it/pareto.htm»,»Pareto»)%). Chávez, que recibió el voto de la gran mayoría de los venezolanos (lo que no puede proclamar el recién elegido G.W. Bush) y gobierna en beneficio de todos los ciudadanos (tal y como acaba de anunciar Bush que hará el), tiene una (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/anc/constitucion1999.asp»,»Constitución Bolivariana»)%) que establece las condiciones y los mecanismos para removerlo si la viola o cuando cese el apoyo que aun mantiene.

No debería extrañar que el vencedor de una elección democrática, por más cerrada que sea su victoria, se considere con potestad para disponer de los bienes pertenecientes a la ciudadanía (aunque no se este de acuerdo con su decisión ni las condiciones, para lo cual existen mecanismos de solución). Tampoco debería extrañar que Chávez y (%=Link(«http://www.microsoft.com/billgates/»,»Gates»)%), por vivir en mercados dinámicos y un mundo convulsionado, consideren estar cumpliendo la condición optima de Pareto en sus respectivas situaciones, siendo indiferentes respecto lo que pueda pensar un ignorante, completo o cuasi, y respecto la tranquilidad que pueda ofrecer una irrealidad estática.

En mi «completa ignorancia», no entiendo como se puede decir que «la condición óptima de Pareto implica un ‘todos ganan, nadie pierde’» para luego decir que solo el «planificador central» es quien define «las condiciones en la cuales todo el mundo esta satisfecho», porque estas «implican conocer las necesidades, deseos y aspiraciones de cada persona». Pensaba que las eminencias en economía establecen esas definiciones en condiciones de competencia perfecta y que Pareto había logrado hacerlo sin necesidad de medir las utilidades individuales ni hacer comparaciones interpersonales (bastándole con preferencias y poder adquisitivo). Su condición de optimización no requiere que «todos ganan y nadie pierde», por cuanto una situación (o evento) puede considerarse «socialmente beneficiosa», cuando los que se consideran heridos o con perdidas son indemnificados por los ganadores al punto que ya no prefieren la situación anterior sobre la nueva y los ganadores continúan ganando y también prefieren la situación nueva.

Maximización de la eficiencia (utilidad) no significa que «nadie pierde» sino que nadie prefiere la situación anterior porque se sienten mejor en la actual y aplica a quienes participan en el mercado porque tienen voz y voto , pueden expresar sus preferencias e integran las curvas de opinión como ciudadanos (quienes todavía pudieran considerarse «perdedores» porque continúan prefiriendo la situación anterior simplemente son ignorados y quedan excluidos de los beneficios). Las simplificaciones que se leen en los libros sirven para facilitar las explicaciones analíticas de la teoría de la utilidad marginal (¿o será la utilidad de la teoría marginal?), pero no permiten su aplicación automática al mundo real ni la extracción de conclusiones como las que resultan de apuntar el telescopio «a otro lado».

Hasta la fecha, no he leído sobre consumidores que prefieran la situación pre-Microsoft y Gates, como tampoco sobre venezolanos «víctimas del populismo de Chavez» que prefieran el país que prometía el gobierno calderista frente al reto que significa el populismo chavista.

En cuanto a los acuerdos de cooperación petrolera, no me sorprende que «el asunto de las divisas definitivamente no se ha entendido», porque lo ha impedido la «cuasi ignorancia». Son los estudiantes de primer ano de economía quienes están en condiciones de entender términos como capacidad de absorción y capacidad de crecimiento (y por tanto entender la dificultad para utilizar cuantiosas divisas eficientemente y de gastar un bolívar adicional que excede la capacidad de crecimiento de la economía en el corto plazo), porque son los que están en condiciones de aprender sobre funciones de producción, inversión, y consumo, factores de producción y su productividad, maximización y los limites del crecimiento, la matriz insumo-producto, multiplicadores de inversión y consumo, liquidez e inflación, coeficientes capital/producto, capital/trabajo y capital/empleo, la escasez en problemas relacionados con recursos humanos, tecnología, gerencia y organización, y la importancia del ambiente institucional y político para las decisiones de los actores económicos. Podrán reconocer cuando hay exceso de divisas y porque esto puede dificultar el desarrollo del país, o cuando y porque se utilizan ineficientemente y como hacer para cambiar esa situación.

Termino con una invitación al (%=Link(«http://analitica.com/va/economia/opinion/1666660.asp»,»Dr. Sotillo Hermoso»)%) para que descubra (o al menos intente descubrir) si la condición optima de Pareto puede lograrse comprobando si es o no acertado que no le extrañe la similitud (¿simulada?) que le atribuye a las ideas del Dr. FPM en 2000 y del CENDES de 1970, en vez de «dejarlo hasta ahí» para que «todos pierdan y nadie gane».

e mail:(%=Link(«mailto:[email protected]»,»[email protected]»)%)

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