A propósito del “millardito”
Después de algunos días de deliberaciones y reacomodos, finalmente el representante supremo del Banco Central de Venezuela (BCV) Domingo Maza Zavala le salió al paso al Presidente: No se le puede dar curso a la solicitud de traspasar un “millardito” de dólares de las reservas del BCV al gobierno, porque eso colocaría al BCV al margen de la legalidad; pero se podrían buscar otros mecanismos de cooperación para facilitar esta iniciativa.
Es evidente que la solicitud del Presidente no tendría curso. Entre las múltiples razones económicas de las que se podría echar mano, la más obvia es que esos dólares ya el BCV se los compró a PDVSA, pagándole la contrapartida en bolívares (a 1.600 Bs./$), que en su mayoría PDVSA le traspasó al gobierno vía impuestos. Por esta razón, los bolívares correspondientes a estos dólares ya fueron inyectados a la economía. Si ahora el BCV le “presta” al gobierno un “millardito” de dólares de los que ya le compró, el gobierno le va a pedir que se los cambie a bolívares, que serán inyectados nueva e inmediatamente en la economía. En otras palabras, la contrapartida en bolívares de esos mil millones de dólares saldría a la calle dos veces, y la segunda de ellas, no se va a encontrar con una economía que esté produciendo más bienes y servicios, ni tampoco con una que tenga mayor disponibilidad de dólares (el mismo “millardito” de dólares prestado regresa al BCV para ser cambiado por bolívares), con lo que aumentará la presión sobre los precios y la tasa de cambio. Como vivimos en medio de controles, eso no se verá en las cifras oficiales, se empezará a reflejar en los índices de precios al por mayor y en la tasa de cambio del mercado paralelo.
Siendo así, improcedente, quizás lo más importante que vale la pena resaltar en relación con la solicitud es:
a) Las implicaciones comunicacionales: El Presidente está apelando a los niveles más bajos de comprensión de la materia económica para enviar el mensaje de que él está tratando de hacer algo por mejorar la situación de los más pobres, pero que las instituciones no lo dejan, le tienen las manos atadas
b) Dado el mensaje anterior, más lamentablemente aún ha sido la respuesta institucional que se produjo en los días subsiguientes a la solicitud del “millardito”: Maza Zavala: El BCV no puede prestar un “millardito”, pero podemos buscar otra manera; Ministerio de Finanzas: Si no te prestan el “millardito”, tranquilo, emitimos más deuda externa para obtenerlo; BANDES: Nosotros podemos ayudar a conseguir ese “millardito” liquidando parte de nuestro patrimonio
Esta es la respuesta que nuestras instituciones le han dado el Presidente. Por ningún lado aparece una solicitud para levantar el castigo que el Presidente impuso sobre el sector privado implementando controles de precios y de cambio. Por ningún lado el consejo o la sugerencia de que es más sano y sostenible mejorar el nivel de las clases más necesitadas promoviendo una reactivación del sector privado no petrolero a punta de confianza, y no regalándoles migajas de dinero que no bien lo han recibido cuando ya ha perdido parte de su valor. En ningún lado esa voz incómoda pero asertiva diciéndole al Presidente que la economía no se va reactivar a punta de regalar “millarditos”, sino haciendo esfuerzos para promover estabilidad institucional, jurídica, política y económica, que le devuelvan la confianza a venezolanos y extranjeros sobre el rumbo del país y reactiven la inversión.
Siendo así, la solicitud del “millardito” pasará a la historia no tanto por la ignorancia de quien la solicita, que probablemente desconoce la naturaleza del fenómeno económico y sus interrelaciones más básicas, sino por la alcahuetería de quienes están al frente de las instituciones porque, sabiendo, deciden seguir jugando a la ignorancia.
*Economista Jefe VENAMCHAM
Profesor del IESA y UCAB
www.venamcham.org/economia