2017 inicia con más incertidumbres que certezas en lo económico y la crisis avanza
La economía venezolana transitó un camino que la llevó de la depresión económica al colapso macroeconómico, según las perspectivas de diversos especialistas que a finales del año que recién terminó coincidieron en una sentencia: el deterioro de la economía nacional en los últimos cinco años es inocultable.
Las proyecciones de crecimiento de América Latina y el Caribe basadas en el Producto Interno Bruto (PIB) y en las tasas de variación, divulgadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), estiman un decrecimiento del PIB en el caso de Venezuela que pasaría de -9.7 a -4.7 puntos.
Según el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, el año inicia sin medidas claras que permitan encarar la crisis económica.
«Empieza el 2017 sin una propuesta seria para enfrentar la crisis. Todo lo contrario, se refuerzan las estrategias que la originaron», escribió León en su cuenta de Twitter.
Política cambiaria inexistente
2016 culminó sin atisbo alguno por parte del Ejecutivo para establecer un mecanismo nuevo que permita desarrollar la unificación cambiaraia.
«No hay otra forma de rescatar los equilibrios cambiarios que no sea unificando, abriendo e inyectando divisas, que por cierto hay que pedir», precisó León en la red social.
No hay otra forma de rescatar los equilibrios cambiarios que no sea unificando, abriendo e inyectando divisas, que por cierto hay que pedir.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) January 2, 2017
Niveles de producción comprometidos
En diciembre, la Confederación Nacional de Industriales (Conindustria) representada por su presidente Juan Pablo Olalquiaga, difundió los resultados de la encuesta de coyuntura correspondiente al tercer trimestre de 2016. La situación de la industria nacional, según el sondeo, reflejó que 69% de los consultados aseguró que es mala o muy mala; 30% la consideró regular y sólo 1% muy buena.
La desfavorable situación de la moneda venezolana, debido al desacertado manejo de la política cambiaria por parte del actual gobierno, según destacó Olalquiaga, propiciará como consecuencia que muchas de las industrias establecidas en el país no puedan reiniciar sus operaciones a comienzos de este año, debido a la reducción de hasta dos terceras partes del capital de trabajo.
Al respecto, León reiteró que sin participación del sector privado, claramente mermado, es difícil pensar en un repunte en los niveles de producción.
«No se pueden rescatar los niveles de producción sin re estimular la inversión privada y garantizar una estructura racional de precios».
No se pueden rescatar los niveles de producción sin re estimular la inversión privada y garantizar una estructura racional de precios.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) January 2, 2017
Control de precios y distorsión
La actividad comercial en el país cerró 2016, según El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), entre un panorama con tres elementos de grave impacto: hiperinflación, ilegalidad e informalidad.
La presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, señaló que la crisis económica ha generado que el sector comercio se concentre en ventas informales debido al cierre paulatino de establecimientos y controles de precios que distorsionan aún más la realidad económica propietarios y consumidores. «Obligan a vender por debajo de los costos presupuestados», se refirió Ramos respecto a las medidas que llevó a cabo el Ejecutivo mediante la Superintendencia de Precios Justos (Sundde).
La firma Ecoanalítica señaló en su informe semanal de noviembre pasado que la escasez y la inflación condujeron al venezolano a un cambio en sus patrones de consumo, lo que impactó en gran medida al sector empresarial.
«El tipo de cambio ponderado de los rubros que históricamente han estado subsidiados muestra las mayores variaciones anuales, lo cual ha afectado también a estos consumidores: educación presentó un aumento de 328,9% interanual, salud 317,0%, transporte 241,4% y servicio de la vivienda 236,5%».
Según Ecoanalítica, el tipo de cambio no oficial es el mecanismo que cada vez más utiliza la empresa privada para importar.
«Las liquidaciones de divisas a través de mecanismos oficiales se han contraído. En los primeros diez meses del año las liquidaciones diarias al sector privado han promediado USD 19,2 millones, lo que representa una caída de 65,4% respecto al mismo período del año pasado».
El panorama nacional se complica sin participación de la inversión privada en las importaciones, según prevé León. «En definitiva, no puede haber un resultado económico distinto este año haciendo lo mismo que ha generado la crisis en el pasado».
No puede aumentar la producción e importación privada en el medio de un entorno hostil a la inversión y la propiedad.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) January 2, 2017