La clarividencia de Andrés Iniesta y de Sergio Busquets y la letal conexión de Luis Suárez, autor de un gol, y de Neymar Jr., que marcó otros dos, llevó el Barça a la goleada ante el Bate Borisov (3-0) que le deja a las puertas de los octavos de final de la Champions.
Iniesta dirigió y Busquets dio equilibrio. La pareja de delanteros mostró su demoledora racha goleadora. Desde que se lesionó Leo Messi, el 26 septiembre, entre Suárez y Neymar han marcado 17 de los 20 goles anotados por el Barça, nueve del charrúa y ocho del brasileño, en Liga y Champions.
La victoria de los azulgrana les deja a un triunfo de asegurarse no únicamente el pase a octavos, sino también la primera plaza del grupo, algo que se podría producir en el próximo partido ante el Roma.
Todo empezó con un innovador dibujo de Luis Enrique, que cambió el habitual 4-3-3 por un 4-4-2, con Iniesta de mediapunta y Sergi Roberto por la derecha, aunque esta apuesta solo tuvo 20 minutos de recorrido, el tiempo que duró Ivan Rakitic en el campo.
Hasta entonces, la idea funcionó. El Barça tuvo el balón, presionó muy arriba, recuperó el balón cerca del área contraria y tuvo en Andrés Iniesta como maestro de ceremonias y Sergi Busquets equilibrando el equipo.
Adelante Neymar entraba por la derecha y Suárez fijaba a los centrales del Bate Borisov. Dio descanso el técnico azulgrana a Piqué y Alba, sustituidos por Vermaelen y Adriano, mientras que Mascherano, sancionado en la Liga, volvió al eje defensivo.
Pero la lesión de Rakitic -un problema en el gemelo derecho- en el minuto 20 lo varió todo. Entró Munir y volvió el Barça al dibujo habitual, un 4-3-3.
Hasta entonces, a Sergi Roberto se le vio muy suelto desde la derecha, donde encontraron los azulgrana mucha profundidad con los relevos con Alves.
Una falta lanzada por Neymar, en el minuto 8, fue la primera aproximación del Barça; y otra lanzada por Stasevich y resuelta por Ter Stegen la única del Bate Borisov en todo el primer tiempo.
Con la entrada de Munir, los azulgrana tuvieron más presencia en ataque. Prolongó más el juego por la derecha y el joven delantero fue protagonista en las mejores ocasiones de su equipo, como cuando no pudo cerrar un gran pase de Suárez (min.25) cerca de la línea de gol.
Munir también fue determinante en el 1-0. Forzó el penalti que transformó Neymar con su nuevo estilo. Juega el brasileño con los nervios del portero, sin tomar carrera, espera el movimiento del meta y de esa manera batió a Chernik en el minuto 30.
Antes del descanso, los azulgrana ya pudieron decidir el partido. Adriano, tras un gran pase de Neymar, disparó al palo sobre la salida del portero en el minuto 35 y, con el tiempo cumplido, el delantero brasileño remató por encima del travesaño en otra gran oportunidad.
Mientras tanto, el equipo bielorruso, la sorpresa del grupo, jugó sus cartas de manera desinhibido, basándose en la velocidad de Mozolevski y de Gordeichuk, pero sin llegar con claridad.
Todo pudo cambiar, sin embargo, en la primera acción del segundo tiempo. En una jugada de Adriano con Stasevich dentro del área local, reclamada como penalti por los bielorrusos.
Más cerca estuvo el 2-0 en un remate de Luis Suárez y una gran intervención de Chernik (min.50), pero el uruguayo no perdonó en la siguiente acción, en una contra iniciada por Busquets, continuada por Neymar y rematada por Suárez (min.60).
Sin sobresaltos, el Barça fue incrementando su dominio sin respuesta del rival. Se gustaron los de Luis Enrique con un sobresaliente Busquets y el impulso de los dos puntas, que volvieron a ser determinantes.
Antes del final del partido Suárez y Neymar fabricaron el 3-0. Una contra iniciada por Sergi Roberto y una asistencia del uruguayo para que el brasileño cerrara el partido en el minuto 83. Antes, el Camp Nou se dedicó a despedir como tocaba, con sendas ovaciones, a Iniesta y Busquets, quienes llevaron el peso del juego en la medular y lucieron especialmente.