Zidane, el motor del renacimiento merengue
Después de haber ganado tres veces de manera consecutivas la UEFA Champions League, algo que no sucedía desde que lo hiciera el Ajax en la década de los 70, el Real Madrid tocó fondo esta temporada.
En un mes, el equipo merengue sufrió la partida de su goleador y estrella Cristiano Ronaldo y del técnico que fue artífice de la obtención de la “orejona” en los últimos tres años, Zinedine Zidane.
Estas ausencias fueron de gran peso en el seno madridista. La primera carta que se jugaron para contrarrestar la partida de dos pilares en la institución fue contratar al técnico Julen Lopetegui, quien dirigía a la selección de España y fue despedido a 48 del inicio del Mundial Rusia 2018.
El principal motivo de la marcha de Lopetegui de la selección ocurrió porque ya había sido anunciado como técnico del Real Madrid, a la vez que se encontraba en Rusia para disputar el Mundial. Durante esa crisis los medios españoles reseñaron que Florentino Pérez estaba tan desesperado por la ausencia de Zidane en el banquillo, que tuvo que ir a buscar al mismísimo técnico de la “Roja”, dejando la Copa del Mundo a un lado, para llenar ese vacío.
Los resultados no fueron los esperados y el conjunto merengue comenzaba a igualar los números de su peor temporada (1998-1999). Inició con el pie izquierdo tras perder la Supercopa de Europa de 2018 frente al Atleti en la prórroga (2-4). Luego una seguidilla de victorias hacía parecer que era el renacer.
Las derrotas contra el Sevilla (3-0), CSKA de Moscú en Champions (1-2), Alavés (1-0), Levante (1-2) y una bofetada del Barcelona (5-1) detonaron la inminente salida del técnico español.
Su sustituto sería el argentino Santiago Solari, quien entrenaba al Real Madrid Castilla y fue elevado al primer equipo a tratar de enderezar el camino a un club blanco que iba de cabeza al abismo.
Solari solo logró dirigir en 17 partidos en Liga, en los que su equipo sumó 37 puntos y tenían una proyección de 53 unidades en 38 jornadas. Con dichas estimaciones, el argentino hubiese peleado el torneo hasta la penúltima jornada.
A diferencia de Lopetegui, el argentino arrancó con buenos resultados. El equipo ganaba, gustaba y su filosofía de juego se parecía mucho al Real Madrid que todos están acostumbrados a ver: un ganador.
La debacle madridista
La alegría en Valdebebas duró poco y nada tras la llegada de un mes de febrero, en el que se terminó de concretar la caída al abismo del mencionado por cronistas y expertos de la disciplina, el “mejor club del mundo”.
Las derrotas frente al Girona (1-2) y el Levante (1-2) comenzaban a preocupar a muchos, puesto que el equipo tenía que jugar la ida de la semifinal de la Copa del Rey frente al Barcelona, con paridad en el marcador global (1-1).
Con una excepcional actuación de Luis Suárez, el Barça goleó en el estadio Santiago Bernabéu al Madrid (0-3) y lo dejó fuera de la Copa. Ahí iniciaba la agonía blanca.
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Solo tres días después se volvían a ver las caras con el conjunto azulgrana. Esta vez en un partido de Liga en el mismo escenario. Nuevamente Barcelona triunfó (0-1) y le quitó otra pata a una mesa que ya se mostraba inestable desde que vieron partir a Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane.
Al Madrid solo le quedaba optar por la Champions y por ello debían enfrentarse al Ajax en los octavos de final de la competición. El único aliciente que tenían era la ventaja en el marcador global (2-1). Para la sorpresa de muchos, el equipo holandés los goleó a domicilio (1-4) pulverizando el sueño de obtener la cuarta orejona consecutiva y decepcionando a todos los fanáticos merengues.
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En solo ocho días los merengues vivieron en su propio estadio tres derrotas dolorosas (dos de ellas frente su acérrimo rival), que lo dejaban fuera de las tres competiciones importantes de la temporada.
Esto fue una cachetada en la cara para su afición, que al unísono pedían la cabeza de Santiago Solari y que posteriormente vitorearon la llegada de su sustituto: Zinedine Zidane.
El regreso Zizou
Solo pasó 284 días entre el momento de su partida y el de su regreso. Volvió para completar una temporada que todos en el seno madridista quisieran borrar de sus memorias.
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El técnico francés llegó a cambiar la mentalidad del Madrid y se espera que con los nuevos fichajes para la siguiente temporada logre una buena campaña en la que puedan levantar títulos.
En el radar del conjunto blanco suenan los nombres de Luka Jović (Eintracht Frankfurt), Paul Pogba (Manchester United), Eden Hazard (Chelsea FC), Benjamin Mendy (Manchester City) y Christian Eriksen (Tottenham).
Ninguno de estos nombres están concretos. De vestirse de merengue todos estos jugadores, Real Madrid sería un serio contendiente a alzar todos los trofeos que dispute.
Zidane en su momento llevó consigo orden, rotación, potenciación de jugadores, un esquema de juego claro y con una visión explícita. Precisamente de estos factores careció el equipo en la era Lopetegui y Solari.
«Zizou» tiene el listón muy alto si intenta emular lo logrado en su anterior gestión, pero en esta nueva etapa tiene como reto ordenar una plantilla que no sabía hacia donde iba.