Venezuela está entre alegrías y penurias en el Día Internacional del Deporte
Un día Yulimar Rojas puede celebrar a voz populi ser la mejor saltadora del mundo y 15 amaneceres más tarde, los boxeadores venezolanos no pueden asistir a México para los clasificatorios a los Juegos Centroamericanos y del Caribe por no tener pasajes. Otro día Ronald Acuña Jr. es visto como la promesa más grande del beisbol y horas después en la Primera División del Fútbol se patean balones entre tierra y piedras en vez de grama en alguna ciudad del país.
Los contrastes son parte de la vida en Venezuela. No importa si es un lunes, un domingo o 6 de abril, Día Internacional del Deporte.
Mientras algunos atletas como José Altuve, que se agiganta ante cada lanzador en las Grandes Ligas, y Salomón Rondón, que lucha en Inglaterra por marcar sus goles, dejan a Venezuela en alto, otros representantes criollos como los del Monagas SC, o los basqueteros que no tienen contrato en el exterior, sufren.
El actual campeón del fútbol nacional quedó varado ayer en Panamá luego de la suspensión entre ambos países de sus relaciones diplomáticas y económicas, que conllevó la salida de la aerolínea Copa de Venezuela. La empresa aviadora era la encargada de regresar a los guerreros del Guarapiche a casa.
El baloncesto sí que sufre. La Liga Profesional no se ha podido iniciar por falta de presupuesto. En un país donde la mayoría de los eventos son financiados por el Gobierno, los amantes de este deporte están en vilo.
Solicitaron, a través del Ministerio Popular para el Deporte, 10 millones de dólares. Les fueron aprobados solo el 30 % (3 millones) que se deben dividir entre una decena de equipos, pero aún no han sido liquidados.
Los tabloncillos urgen mejoras, así como las canchas de fútbol, los estadios de beisbol o las pistas de atletismo. No hay que ser un experto para saberlo. Los deportistas élite tienen que participar en escenarios no aptos.
Un ejemplo claro se puede ver en el fútbol. La Conmebol solo declaró competentes seis estadios para disputar torneos internacionales. Metropolitano de Cabudare (Barquisimeto), Monumental (Maturín), Cachamay (Puerto Ordaz), Pueblo Nuevo (San Cristóbal), Metropolitano (Mérida) y La Carolina (Barinas).
El Brigido Iriarte, en Caracas, fue cerrado esta campaña por su mal estado. En las primeras fechas del Torneo Apertura 2018 hubo lesionados en el escenario capitalino.
La inseguridad también ha afectado al deporte. Desde el más popular, hasta uno elitista como el tenis. Varias selecciones del deporte blanco han solicitado sedes alternas para disputar la Copa Davis, por miedo a sufrir en las tierras de Simón Bolívar.
Caso similar ha ocurrido en el beisbol. En los últimos años, los equipos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional no han podido pactar con peloteros extranjeros por la situación socio-económica del país.
