Los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se convirtieron en un verdadero reto para el campeón olímpico Rubén Limardo. El espadista dorado de Londres 2012 afrontó con gallardía el desafío de defender el tricolor nacional a pesar de sufrir un par de lesiones en sus rodillas y en el codo izquierdo. Aun así “remendado” como el mismo se catalogó, logró adueñarse de la medalla de oro en la prueba individual y del bronce en la contienda por equipos.
A poco más de un mes de haber finalizado la cita inca, Limardo se encuentra realizando una serie de rehabilitaciones en Venezuela para mejorar su condición física, con el objetivo principal de poder llegar lo mejor posible a lo que será el inicio de la temporada y así poder enfocar todas sus energías en torno a Tokio 2020.
“En principio se había hablado de la opción de contar con la evaluación de un médico español radicado en Barcelona, que determinaría si la lesión era de operación. Luego de estudiar las opciones, la logística e incluso el tiempo de recuperación de haberse llevado a cabo la cirugía, desistí de esa alternativa”, indicó el guayanés en su visita a la redacción de Analitica.com.
Sin embargo estando de vacaciones en Bulgaria con su familia, surgió la posibilidad de contar con un proceso de rehabilitación con un médico venezolano que tuvo el visto bueno de su entrenador Ruperto Gascón y de su fisioterapeuta Tony García.
Limardo reconoce que luego del tiempo que tiene haciendo deportes y tras las operaciones a las que ha sido sometido, su estructura física se ha modificado, lo que ha generado el desgaste de los meniscos y los cartílagos de ambas rodillas.
“Llegué con la idea de mejorar la rodilla derecha y resultó que la que peor tenía era la izquierda. El doctor al verme aseguró que había que sanarme de adentro hacia afuera, dado que los cartílagos no se operan, pero si se regenerar. Para poder lograr esto es necesario llevar a cabo un protocolo que evitaría a toda costa abrir la rodilla”, dijo.
Y es que a través de un nuevo procedimiento médico, lo que busca es regenerar las rodillas partiendo de las células madres, de manera tal que el cartílago crezca y luego amortigüe el menisco y este no continúe dañándose.
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“En cada rodilla tengo una serie de granulomas, que son como unas gomas. Con este procedimiento, aunado a la acupuntura lo que se busca es eliminarlos, de manera que pueda desaparecer la molestia. El trabajo también incluye atacar la epicondilitis del codo, que no es más que una fuerte inflamación que ya llegó al hueso. Con este protocolo se está atacando eso también para que no se agrave más”, confesó.
A pesar que apenas cuenta con un par de sesiones, de las seis previstas, el esgrimista dorado asegura haber sentido grandes cambios.
Retomando los entrenamientos
Conforme ha ido sintiendo mejoría, el espadista criollo ha retomado poco a poco su rutinas de entrenamientos. Asegura sentirse cansado por la física, sin embargo ha ido retomando la confianza en cada movimiento, dado que también viene trabajando su estabilidad.
“Esto sin duda me permitirá regresar con mucho más ánimo”, dijo.
Además de su proceso de rehabilitación y el retorno a sus prácticas de preparación, Rubén Limardo ha aprovechado su estadía en el país para dedicarse a compartir sus conocimientos y experiencias con lo más pequeños de casa.
Esto fue justamente lo que hizo hace un par de semanas atrás en Valencia, donde participó en la II Válida infantil de esgrima de la mano de la federación venezolana de la especialidad.
“Fue una manera de poderme llenar de energía, de sentir ese niño que llevamos por dentro y que no podemos olvidar. Esta actividad me permitió conectarme con esos momentos de cuando yo era niño”, precisó Limardo, tras rememorar la firma de medallas, autógrafos e incluso fotos que compartió con los pequeños.
El campeón olímpico no dudó en asegurar que volver a su país, compartir con su gente e incluso asistir a este tipo de actividades le ha hecho muy bien, porque era algo que extrañaba y necesitaba.
La familia como factor determinante
El apellido Limardo ha resonado como nunca este año en distintos escenarios internacionales, pero no solo por las grandes actuaciones que ha tenido Rubén, sino también por la muestra del talento que ha exhibido su hermano menor Jesús.
Ambos escribieron sus nombres en las páginas doradas de la esgrima mundial, al enfrentarse en par de ocasiones en una final de un campeonato panamericano y de los Juegos Panamericanos, tal como fue el caso de Canadá y Perú, un hecho inédito dado que enfrentó por primera vez a dos hermanos en la lucha por lo más alto del podio.
“Ahora es que vendrán más finales como esa. Incluso ya me he visualizado los tres, incluyendo a Francisco, levantando las manos ganando una medalla olímpica”, aseveró.
Y es que además de soñar con conquistar otra presea individual, el esgrimista bolivarense quiere compartir ese honor con sus hermanos e incluso con Gabriel Lugo, quienes forman parte del equipo de espada.
“Ya se lo he dicho, no quiero ir a unos Juegos Olímpicos a seguir ganando diplomas olímpicos. La meta es luchar por una medalla. Ganando el primer encuentro, podríamos estar optando por la medalla de bronce. Todo es posible”, reiteró.
Se acrecienta la dinastía Limardo
El campeón olímpico confiesa que desde que llegó a su vida hace cuatro años su hija Gaby Isabella, su mundo ha cambiado por completo, más porque su primogénita tiene muchos rasgos de personalidad que le hacen recordar a su madre Gaby Gascón.
“Gaby es muy parecida a la abuela, tiene un carácter muy fuerte e incluso una gran actitud”, aseguró tras recordar que la llegada de su hija se produjo días después de su participación en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Ahora poco después de haber finalizado la cita panamericana de Lima, es espadista dorado aseguró que la dinastía Limardo crecerá. Y es que confesó en exclusiva para Analitica.com que se convertirá en padre por segunda ocasión.
“Mi esposa tiene cinco meses de embarazo y será un varón. Llegará como dice mi papá para mantener el apellido. Ahora tendremos la parejita. Lo que si está claro que tendrá la opción de ser esgrimista o se irá de la casa”, precisó con orgullo y entre risas Limardo.
¡Excelente!