Rodrigo Hernández y Aitana Bonmati, son los amos y señores del Balón de Oro 2024
Rodri se convirtió en el segundo español que conquista el Balón de Oro, en una gala que estuvo marcada por la decepción de Vinicius, máximo favorito, que ni siquiera viajó a París
Feliz, contento y alegre, así se mostró el futbolista Rodrigo Hernández, mejor conocido como “Rodri”, tras haberse erigido como el segundo hombre nacido en España que se hace del Balón de Oro, 64 años después de que lo hiciera Luis Suárez.
Por su parte Aitana Bonmati se alzó por segundo año al hilo con el triunfo e igualó a su compañera y coterránea Alexia Putellas, con dos de estos galardones, todo ello en una gala que estuvo marcada por la decepción de Vinicius, quien era el máximo favorito y además no viajó a París.
«Este es un premio al fútbol español, a tantos que no lo han ganado y la han merecido. Pero también a la figura del medio centro, que hace una labor que no se ve y que yo doy ahora visibilidad», develó el ganador, que subió al estrado con muletas, por la lesión que atraviesa, y recibió el premio de manos del liberiano George Weah, el único africano que ha ganado el Balón de Oro, tal como destaca Efe.
Rodri se acordó de Xavi Hernández, de Andrés Iniesta, de Sergio Busquets y de Iker Casillas, pero también de Dani Carvajal, su compañero en la selección, del que dijo que «también lo merecía» este año y que ha sufrido una lesión similar a la suya.
Fue el único guiño al Real Madrid del vencedor de la noche, que superó a los madridistas Vinicius y Jude Bellingham, con Carvajal como cuarto, ganadores todos ellos de la Liga de Campeones, un trofeo que valió al club ser elegido el mejor del año, así como a su entrenador, Carlo Ancelotti.
Bonmatí repitió un año después de haber ganado el premio por vez primera, y sumó así el cuarto título consecutivo del Barsa, tras los dos que había ganado Alexia Putellas, el exponente de una buena noche para los azulgrana, que se apuntaron también el premio al mejor club femenino y el trofeo Kopa a mejor sub-21, que recayó en Lamine Yamal.
«Este es un premio de todo el colectivo«, dijo la blaugrana, de 26 años, tras recibir el galardón de manos de la actriz Natalie Portman, antes de ensalzar a su club y que dijo que los éxitos no le han cambiado: «Sigo siendo una persona del pueblo, vivo en el mismo sitio donde nací, con mi gente, me gusta sentirme en casa. Soy la misma que hace quince años cuando jugaba en el equipo de mi pueblo«.
En una edición de claro signo español, las victorias de España en la Eurocopa y la del Real Madrid en la Liga de Campeones, en el terreno masculino, además de la del Barsa en el femenino, dejaron una huella clara en el reparto de galardones.
Pero el nombre de Vinicus no dejó de sobrevolar la gala, su nombre fue gritado por los aficionados que se daban cita en las puertas del teatro Chatelet de la capital francesa y también se escuchó en la gala poco antes de que se anunciara al ganador, Rodri.
El plantón del Real Madrid fue sonoro. El equipo blanco quiso marcar así su protesta y nadie subió al estrado cuando se anunció que era el mejor club de la pasada campaña, y su técnico, Carlo Ancelotti, como entrenador, un premio que la organización rebautizó como Johan Cruyff, además de máximo goleador para Kylian Mbappé, junto a Harry Kane.
El desplante madridista quedó más que patente en la gala que consagró a Rodri, que se convierte en el primer centrocampista que gana el premio desde el croata Luca Modric en 2018 y en el tercer español que lo logra, porque a Luis Suárez hay que añadir el nombre del hispano-argentino Alfredo di Stefano, que lo hizo en 1957 y 1959.
El español lanzó un mensaje a Lamine: «lo ganarás dentro de no mucho, sigue trabajado, tienes todo por delante«.