Pirelli lleva a Silverstone los compuestos más duros
Los compuestos más duros de su gama, identificados con los colores blanco, amarillo y rojo, son los elegidos por Pirelli para el GP de Gran Bretaña de Fórmula uno, que se disputará el próximo fin de semana en el circuito de Silverstone.
La decisión se ampara en una de las cargas energéticas más elevadas de todo el año, producto de las rápidas curvas del trazado británico, escenario del primer Gran Premio del campeonato del mundo hace casi 70 años.
Silverstone se caracteriza por los veloces virajes, en particular la secuencia Maggots, Becketts y Chapel, que los pilotos inician con el pedal del gas a fondo y que pone un elevado nivel de estrés en las cubiertas, explica Pirelli en un comunicado.
El trazado ha sido reasfaltado por completo hace escasas semanas para suavizar los baches, optimizar el drenaje y acentuar los peraltes.
«En Silverstone», señala, «es más importante la capacidad energética lateral que la tracción o la frenada, si bien el circuito incluye algunos tramos más lentos y técnicos, en particular en el complejo de Arena. Por ello, se requiere un cierto compromiso a la hora de definir la configuración del monoplaza. En esta pista los adelantamientos son posibles, pero requieren de mucha fe a la hora de llevarlos a cabo».
La meteorología resulta impredecible en Silverstone. En ediciones pasadas se registraron tanto lluvias torrenciales como jornadas totalmente soleadas, incluso ambos casos en el mismo día, así que los equipos y pilotos deben estar preparados para cualquier cosa.
En la edición de 2018 del Gran Premio se llevaron a cabo estrategias a una o dos paradas, si bien la carrera estuvo afectada por dos interrupciones del coche de seguridad. Entre los corredores que efectuaron su segunda detención durante el safety car se encontraba el Ferrari de Sebastian Vettel, que gracias a ello se anotó el triunfo.