Los insultos de Trump molestan a sus colegas dueños de equipos de NFL
Los constantes ataques del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, contra los jugadores de fútbol americano por protestar durante el himno nacional, provocaron el inusual rechazo de los propietarios de los equipos de la National Football League (NFL), un grupo tradicionalmente conservador que en gran parte respaldó al magnate en su camino a la Casa Blanca.
A Trump no le faltan enemigos en el mundo de la cultura y el deporte, especialmente en el fútbol americano y el baloncesto, con una mayoría de jugadores afroamericanos, lo que es menos habitual es que las críticas provengan de sus propios colegas empresarios, un colectivo de multimillonarios aliado tradicional del partido republicano.
El mandatario azuzó la controversia el viernes por la noche en un beligerante discurso en Huntsville (Alabama) en el que instó a los dueños de los equipos a despedir a los jugadores críticos que protestan por la violencia policial contra los afroamericanos colocando una rodilla en tierra durante la interpretación del himno.
De hecho, cargó explícitamente contra Colin Kaeparnick, exjugador de los San Francisco 49ers y quien fue el primero en realizar este gesto de protesta en 2016, y advirtió al resto de jugadores que han seguido su ejemplo.
«No les gustaría ver a uno de los propietarios de la NFL, cuando alguien falta el respeto a la bandera, decir: ‘Saca a ese hijo de puta del campo ahora mismo. Fuera! Está despedido!», dijo el mandatario en un mitin ante sus seguidores en Alabama.
Trump llamó, además, a los espectadores a boicotear los partidos del fin de semana si proseguía la ola de protestas.
La reacción en los campos de la NFL en todo el país fue de mayoritario respaldo al derecho a protestar por parte de los jugadores, aunque en algunos campos se escucharon algunos abucheos.
En varios de ellos, incluso, los propietarios bajaron al terreno de juego y se unieron a los jugadores, entrelazando sus brazos antes del inicio del partido, como Arthur Blank, de los Atlanta Falcons; Dan Snyder, de los Washington Redskins; Jeffrey Lurie, de los Philadelphia Eagles, o Shad Khan, de los Jacksonville Jaguars.
Indivisible with liberty and justice for all. Arthur Blank stood with our players during the national anthem. pic.twitter.com/djo8G7czLv
— Atlanta Falcons (@AtlantaFalcons) 24 de septiembre de 2017
Dan Snyder stands with players and some Raiders sit and link arms during the anthem prior to #SNF (via @Redskins, @RAIDERS) pic.twitter.com/Vb2r6vZ9So
— Bleacher Report (@BleacherReport) 25 de septiembre de 2017
Philadelphia Eagles' Malcolm Jenkins raises his fist next to owner Jeffrey Lurie during the National Anthem https://t.co/UFQYFg6ehQ pic.twitter.com/U2LtLwzqvN
— ABC News (@ABC) 24 de septiembre de 2017
Esto fue la noticia más importante en @nflmx. Este es el legado de @Kaepernick7. Shad Khan, @raylewis y Brady protagonizaron ?'s históricas pic.twitter.com/scLSiOup6n
— Michel Cruz (@CruzPopper16) 25 de septiembre de 2017
«No hay mayor unificador en este país que los deportes y, desgraciadamente, nada más divisivo que la política. Creo que nuestros líderes políticos podrían aprender un montón de las lecciones del trabajo en equipo y la importancia de trabajar de manera conjunta hacia una meta común», dijo Robert Kraft, dueño de los New England Patriots.
Kraft, además de amigo de Trump, aportó 1 millón de dólares para sufragar la jornada de toma de posesión del actual presidente el pasado 20 de enero.
Los Patriots, vencedores de la liga NFL en 2016, estuvieron de visita en la Casa Blanca en primavera y le regalaron al mandatario un camiseta del equipo con su nombre.
El propietario del equipo de la capital estadounidense, Daniel Snyder, también fue uno de los contribuyentes a las celebraciones de la toma de posesión de Trump en enero de este año, para la que aportó un millón de dólares.
Asimismo, Christopher Johnson, que gestiona la franquicia de los New York Jets después de que Trump nominar a su hermano mayor Woody Johnson, para ser embajador en el Reino Unido, descendió el domingo al campo y se mostró «orgulloso» de sus jugadores.
«Fue un honor y un privilegio estar hombro con hombro con nuestros jugadores», afirmó Johnson en su cuenta de Twitter.
La Liga de Fútbol Americano de EE.UU. (NFL) es la más popular del país y es el deporte que mueve más dinero, con una cifra de negocio de 13.000 millones de dólares al año.
Es el favorito del país y está totalmente imbricado en las celebraciones tradicionales: ver el partido del jueves de Acción de Gracias en noviembre es casi tan estadounidense como degustar el pavo asado con la familia y amigos.
La NFL culmina con la SuperBowl, el partido final en el que se decide el título de la temporada, y el espectáculo televisivo con más audiencia del país, que en su última edición de febrero de este año superó los 117 millones de espectadores solo en EE.UU.